Drake Longspan
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08-10-2024, 06:45 PM
La suboficial Mae Sinfo salió corriendo a cubierta, emocionada y con los ojos brillantes, esperando disfrutar del espectáculo de fuegos artificiales que iluminaba el cielo del Puerto de Oykot.
— ¡Kyaa! ¡Qué lindos son!
La suboficial gritó, entre saltitos de felicidad mientras aplaudía con todo su fervor, para luego juntar sus pequeños puños cerrados junto a su rostro.
— ¡Es como un festival! ¡Me encantan los festivales! ¡Tan coloridos y brillantes~! ¡Uwaa! ¡Esto es tan sugoi! ¡Miren, minna! ¡Es tan hermoso!
De repente, su expresión cambió cuando se dio cuenta de que los fuegos artificiales no solo estaban allí para ser admirados. En lugar de quedarse en el cielo, empezaron a dirigirse...
¡Directamente hacia su barco y sus compañeros marines!
— ¡Ehhh! ¡Eso no es kawaii para nada, para nada para nada para nada! — gritó mientras sus ojos se abrían de par en par sacudiendo su ancla como si fuese un globo.
Sin pensarlo, Mae dio un salto junto a su arma. Con su pequeña estatura, parecía una escena casi cómica, pero con una sorprendente habilidad y fuerza, levantó su ancla gigante como si fuera una simple raqueta de tenis.
— ¡No me rendiré! ¡Por la justicia ador...fiera! ¡Hiiyaaah! — gritó con energía, mientras con un poderoso giro de su cuerpo, bateando uno de los fuegos artificiales al cielo, desviándolo de su curso y lanzándole de vuelta hacia el cielo de Oykot tras pasar muy cerca del tejado dónde estaba Rocket. Un estallido deslumbrante iluminó la ciudad, por si hiciese falta alguna señal más. Mientras tanto, el resto de los fuegos artificiales cayeron al mar, creando pequeñas explosiones que dañaron y ralentizaron el barco por unos minutos.
— ¡S-S-Socorro! —gritó uno de los marines, resbalándose y cayendo al agua con un chapoteo sonoro.
Mae, todavía con su ancla en alto, lo miró desde la cubierta. Lejos de ayudarle, tapó su rostro como si estuviese en shock.
— ¡Oh no! ¡Un kouhai ha caído al agua! ¡Aguanta, kawaii desu ne! ¡Alguien, ayúdenlo! — gritó desesperada mientras mantenía su pose heroica, aunque claramente no planeaba dejar su valiosa arma para saltar al rescate, ella estaba para ser rescatada por otro suboficial.
Mientras tanto, en tierra firme, la situación era muy distinta. Los guardias reales que se dirigían hacia el este y el sur, en persecución de Lobo Jackson, Hato, Lemon Stone y Rocket, se encontraron con un inesperado obstáculo: la mantequilla derramada por Lemon. Mientras corrían, comenzaron a resbalar uno por uno, tropezando y cayendo de manera aparatosa.
— ¡Ahhh! — gritaba uno de los guardias mientras su pie patinaba. En un segundo, estaba en el suelo. — ¡Cuidado! ¡Hay algo resbaladizo! — exclamó otro mientras caía de bruces, incapaz de detenerse. El grupo completo quedó derribado, permitiendo al equipo revolucionario ganar algo de tiempo valioso para escapar.
En el centro de la acción, los guardias que habían apuntado a Hato se encontraron con algo completamente inesperado. Antes de disparar, vieron a la joven revolucionaria saltar con una agilidad y fuerza sobrehumana, su Bo negro metálico en mano. Al ver aproximarse a la mujer, el grupo disparó en dirección a Hato antes de que lanzase un golpe descendente con su Bo, provocando una onda expansiva que los lanzó a todos por los aires.
— ¡¿Qué demonios fue eso?! ¿Son usuarios de Frutas del Diablo? ¡Pensaba que era una leyenda! ¡AHÍ VIENE! ¡KYAAAAAAAAA!
El pequeño grupo de guardias quedó completamente sorprendido y derribados del combate temporalmente, dándole al equipo revolucionario la ventaja para resistir y reagruparse mientras continuaban enfrentándose a la guardia real y la marina.
Profundidades del Lado Oriental de Oykot
El pitido de un submarino resuena en sintonía con la explosión de fuegos artificiales, era cuestión de tiempo qué los cuatro revolucionarios se vieran desbordados...
— Estamos en posición. Denos la señal para emerger.