Juuken
Juuken
09-10-2024, 01:08 AM
Aquella tumba parecía fuertemente sellada, pero por suerte en cuanto le intenté hacer palanca con el arma, y le empujé con mi puño reforzado, la tapa de aquella tumba se abrió sin oponer demasiada resistencia. Se levantó polvo y un aroma a podredumbre emergió desde el interior de aquella caja grande de piedra antígua. Miré hacia el interior, un esqueleto semienterrado de tesoros yacía ahí dentro. En un principio me daba algo de grima meter la mano ahí, pero ese ser murió a saber cuánto tiempo hacía. Solo con el aire que emergió haciendo corriente, algunas partes de los huesos se desmoronaron en sí mismos.
-Con tu permiso. No creo que te haga falta.
Dije esa palabras mientras comenzaba a meter la mano y sustraer todo lo que allí había. Comencé a llenar la mochila y los bolsillos con todo lo que allí había, dejando aquella caja de piedra lo más vacía que pude. Entonces un gran estruendo me hizo desviar mi atención a mis alrededores. La imagen era muy difusa. Goku parecía haberse recuperado completamente, y salía corriendo a una velocidad realmente pasmosa. ¿Desde cuándo podía correr así? Podíamos habernos evitado lanzarle hacía un rato.
Por otro lado ví que aquellas grandes estatuas comenzaban a moverse, pensé que estaba alucinando de alguna forma, no era normal que unas estructuras de piedra cobrasen vida. Sin embargo me mostré bastante sorprendido, gratamente. Otra cosa más que podía decir que había visto. ¿Sería alguna otra especie como los hombres pez o como los animales humanoides?
Miré más hacia los alrededores, había muchas criaturas peculiares, y el grupo liderado por el tal Byron estaba haciendo estragos con un grupo de animales humanoide. ¿Eran Mink? Algo así, no estaba del todo seguro. Eran demasiados los términos que tenía que tener en cuenta con los que no estaba del todo familiarizado y, por lo tanto, me costaba bastante recordar. Una criatura peluda, blanca y negra (Panda), cayó al suelo, otra criatura blanca con orejas muy largas (Kazma) parecía a punto de caer. Y no eran las únicas. También había un lobo (Alexander), esa criatura si la conocía, y también ese pequeño pato (Pato) que me había llamado la atención en la primera sala aquella, donde todo ese caos comenzó.
Pero lo que me importaba era encontrar a mis compañeros. A Goku lo había visto pasar corriendo, Lance estaba detrás de mí, en la esquina de la sala. Todo el suelo temblaba con gran fuerza. Algo grave estaba ocurriendo. Me fijé en el centro de la pirámide central, alguien había cogido aquella gema, pero también estábamos saqueando los baúles y todo lo que había por allí. Por lo menos conseguiríamos los tesoros como había pedido Lance. Menos mal que había ordenado eso directamente, no nos habría dado tiempo a recoger mucho más. Aunque ahora había que salir de allí.
El temblor se acrecentó un poco, lo justo para hacer caer de rodillas. Me quedé mirando justo donde mis rodillas habían hecho contacto, más de esas piedras cristalinas estaban ahí. Recogí algunas, parecían exactamente el material que cubría mi cuerpo cuando utilizaba mi habilidad especial. Tal vez fuese el mismo material. Las cogí para preguntar a mis compañeros si alguien sabía qué podía ser aquello. Tal vez no era un simple cristal resistente, como siempre había pensado, tal vez fuese algo más, algo valioso. Al fin y al cabo, todo lo que había en esa sala parecía tener un gran valor.
Me alcé y observé a lo lejos a Gretta, una de aquellas estatuas estaban peligrosamente cerca de Gretta. Alzó una de sus partes. ¡Iba a golpear a Gretta! Miré a mi lado. Lance estaba justo a mi lado, acababa de llegar. Le señalé a Gretta y le dije que necesitaba ayuda y comencé a correr directamente. Escuché un quejido de parte de la jabalí, estaba en peligro. Avancé rápidamente deslizándome y saltando obstáculos para tratar de llegar antes a su posición.
Estábamos próximos a ellos cuando pude ver cómo aquella estatua se descomponía. Estaba con la mano en la empuñadura del arma, preparado para atacar, pero pude ver que ya no era necesario. De alguna forma había destrozado aquella estatua de una forma increíblemente rápida, convirtiendola en una especie de esfera que comenzó a cargar. Lance y yo llegamos justo cuando se reunía con Qazan y Shiro, momento en el cual no pude evitar esbozar una ámplia sonrisa. Solo faltaba saber dónde estaba Suzuka. Miré alrededor, la vi en la esquina que estaba a mi derecha, por lo menos estaban todos localizados, estábamos todos allí.
-Me alegro de verte chicos -dije hacia Qazan y Shiro, hacía mucho que no los veía-. Espero que os haya ido bien. Por fin volveremos a estar todos reunidos aquí.
Me giré a Lance durante unos instantes. Tenía la mochila tan cargada que empezaba a pesar ya un poco.
-¿Y ahora qué, capitán? No puedo llevar más, tengo la mochila llena.
-Con tu permiso. No creo que te haga falta.
Dije esa palabras mientras comenzaba a meter la mano y sustraer todo lo que allí había. Comencé a llenar la mochila y los bolsillos con todo lo que allí había, dejando aquella caja de piedra lo más vacía que pude. Entonces un gran estruendo me hizo desviar mi atención a mis alrededores. La imagen era muy difusa. Goku parecía haberse recuperado completamente, y salía corriendo a una velocidad realmente pasmosa. ¿Desde cuándo podía correr así? Podíamos habernos evitado lanzarle hacía un rato.
Por otro lado ví que aquellas grandes estatuas comenzaban a moverse, pensé que estaba alucinando de alguna forma, no era normal que unas estructuras de piedra cobrasen vida. Sin embargo me mostré bastante sorprendido, gratamente. Otra cosa más que podía decir que había visto. ¿Sería alguna otra especie como los hombres pez o como los animales humanoides?
Miré más hacia los alrededores, había muchas criaturas peculiares, y el grupo liderado por el tal Byron estaba haciendo estragos con un grupo de animales humanoide. ¿Eran Mink? Algo así, no estaba del todo seguro. Eran demasiados los términos que tenía que tener en cuenta con los que no estaba del todo familiarizado y, por lo tanto, me costaba bastante recordar. Una criatura peluda, blanca y negra (Panda), cayó al suelo, otra criatura blanca con orejas muy largas (Kazma) parecía a punto de caer. Y no eran las únicas. También había un lobo (Alexander), esa criatura si la conocía, y también ese pequeño pato (Pato) que me había llamado la atención en la primera sala aquella, donde todo ese caos comenzó.
Pero lo que me importaba era encontrar a mis compañeros. A Goku lo había visto pasar corriendo, Lance estaba detrás de mí, en la esquina de la sala. Todo el suelo temblaba con gran fuerza. Algo grave estaba ocurriendo. Me fijé en el centro de la pirámide central, alguien había cogido aquella gema, pero también estábamos saqueando los baúles y todo lo que había por allí. Por lo menos conseguiríamos los tesoros como había pedido Lance. Menos mal que había ordenado eso directamente, no nos habría dado tiempo a recoger mucho más. Aunque ahora había que salir de allí.
El temblor se acrecentó un poco, lo justo para hacer caer de rodillas. Me quedé mirando justo donde mis rodillas habían hecho contacto, más de esas piedras cristalinas estaban ahí. Recogí algunas, parecían exactamente el material que cubría mi cuerpo cuando utilizaba mi habilidad especial. Tal vez fuese el mismo material. Las cogí para preguntar a mis compañeros si alguien sabía qué podía ser aquello. Tal vez no era un simple cristal resistente, como siempre había pensado, tal vez fuese algo más, algo valioso. Al fin y al cabo, todo lo que había en esa sala parecía tener un gran valor.
Me alcé y observé a lo lejos a Gretta, una de aquellas estatuas estaban peligrosamente cerca de Gretta. Alzó una de sus partes. ¡Iba a golpear a Gretta! Miré a mi lado. Lance estaba justo a mi lado, acababa de llegar. Le señalé a Gretta y le dije que necesitaba ayuda y comencé a correr directamente. Escuché un quejido de parte de la jabalí, estaba en peligro. Avancé rápidamente deslizándome y saltando obstáculos para tratar de llegar antes a su posición.
Estábamos próximos a ellos cuando pude ver cómo aquella estatua se descomponía. Estaba con la mano en la empuñadura del arma, preparado para atacar, pero pude ver que ya no era necesario. De alguna forma había destrozado aquella estatua de una forma increíblemente rápida, convirtiendola en una especie de esfera que comenzó a cargar. Lance y yo llegamos justo cuando se reunía con Qazan y Shiro, momento en el cual no pude evitar esbozar una ámplia sonrisa. Solo faltaba saber dónde estaba Suzuka. Miré alrededor, la vi en la esquina que estaba a mi derecha, por lo menos estaban todos localizados, estábamos todos allí.
-Me alegro de verte chicos -dije hacia Qazan y Shiro, hacía mucho que no los veía-. Espero que os haya ido bien. Por fin volveremos a estar todos reunidos aquí.
Me giré a Lance durante unos instantes. Tenía la mochila tan cargada que empezaba a pesar ya un poco.
-¿Y ahora qué, capitán? No puedo llevar más, tengo la mochila llena.