Anko
Médica Despiadada
09-10-2024, 03:17 AM
Anko caminó detrás del capitán de Lotus Marine en dirección a la bodega del barco, esperando que aquel ataque pirata de la tripulación de Ovimarlixion no solo se hubiera tratado de un señuelo. Grata fue su sorpresa cuando pudieron ver que la bodega y la mercancía seguía intacta, protegida aún por el grupo de soldados rasos enviados por Galhard a custodiar mientras los Suboficial se hacían cargo de los atacantes. Tras ello, ambos volverían a la cubierta, en donde pudieron ver a Masao llevando varias cosas del barco enemigo consigo, entre todas ellas, un Den Den Mushi.
El caracolito comunicador fue tomado por Lovecraft y se acercó al segundo al mando de la tripulación de Ovi, Anko comprendió cuál era el plan del experimentado luego de las instrucciones dadas al tipo, pocas palabras, pero las suficientes para hacerle entender lo que los soldados de la marina buscaban. — Haz lo que te dice, al pie de la letra… De lo contrario me encargaré personalmente de que este mar se convierta en tú tumba… —. Amenazó la joven luego de la amenaza de Masao, sin duda, ese día no había sido el mejor para el pobre hombre atado que su único pecado fue meterse con el barco escoltado por la brigada de Lotus Marine.
Tras ello, hubiera comunicación o no entre el segundo al mando y su jefe, el soldado Masao llamó la atención de Anko, ofreciéndose acompañarla o directamente hacer un relevo para custodiar la mercancía en la bodega, y claro, agregando algo obvio que ella ya había notado. — Esos tipos, parecía que me desnudaban con la mirada… ¿Te parece sí me acompañas? Eres buen tipo —. Diría la marine, acompañando sus palabras con un sutil golpe con su puño en el hombro del hombre. — Puedes ir adelantándote, te alcanzaré pronto, debo revisar la situación de estos asquerosos piratas… —. Agregó con cierto odio en su tono de voz antes de alejarse y tomar posición junto al marine enviado por Galhard para la revisión de las heridas.
— Soy una médica experimentada, así que te ayudaré con eso… —. Al finalizar sus palabras, la peli marrón se encargaría de ayudar al soldado con el tratamiento de las heridas de sus prisioneros. Sí bien odiaba tejer que atender a unos criminales, no podía dejar de lado su juramento médico, ayudar y atender a todo aquel que lo necesitara, sin importar su bando, ideologías, raza, y ese tipo de cosas que causan distinciones entre las personas. Una vez los piratas fueran atendidos con éxito, ella se retiraría de la cubierta con dirección a la bodega. — ¡Envíen a un soldado sí los problemas vuelven a surgir! —. Gritaría para ser escuchada por el resto de sus compañeros, especialmente por Galhard.
El caracolito comunicador fue tomado por Lovecraft y se acercó al segundo al mando de la tripulación de Ovi, Anko comprendió cuál era el plan del experimentado luego de las instrucciones dadas al tipo, pocas palabras, pero las suficientes para hacerle entender lo que los soldados de la marina buscaban. — Haz lo que te dice, al pie de la letra… De lo contrario me encargaré personalmente de que este mar se convierta en tú tumba… —. Amenazó la joven luego de la amenaza de Masao, sin duda, ese día no había sido el mejor para el pobre hombre atado que su único pecado fue meterse con el barco escoltado por la brigada de Lotus Marine.
Tras ello, hubiera comunicación o no entre el segundo al mando y su jefe, el soldado Masao llamó la atención de Anko, ofreciéndose acompañarla o directamente hacer un relevo para custodiar la mercancía en la bodega, y claro, agregando algo obvio que ella ya había notado. — Esos tipos, parecía que me desnudaban con la mirada… ¿Te parece sí me acompañas? Eres buen tipo —. Diría la marine, acompañando sus palabras con un sutil golpe con su puño en el hombro del hombre. — Puedes ir adelantándote, te alcanzaré pronto, debo revisar la situación de estos asquerosos piratas… —. Agregó con cierto odio en su tono de voz antes de alejarse y tomar posición junto al marine enviado por Galhard para la revisión de las heridas.
— Soy una médica experimentada, así que te ayudaré con eso… —. Al finalizar sus palabras, la peli marrón se encargaría de ayudar al soldado con el tratamiento de las heridas de sus prisioneros. Sí bien odiaba tejer que atender a unos criminales, no podía dejar de lado su juramento médico, ayudar y atender a todo aquel que lo necesitara, sin importar su bando, ideologías, raza, y ese tipo de cosas que causan distinciones entre las personas. Una vez los piratas fueran atendidos con éxito, ella se retiraría de la cubierta con dirección a la bodega. — ¡Envíen a un soldado sí los problemas vuelven a surgir! —. Gritaría para ser escuchada por el resto de sus compañeros, especialmente por Galhard.