Rocket Raccoon
Rocket
09-10-2024, 04:00 AM
Supongo que los beneficios extrasensoriales y de percepción que había ganado en aquel laboratorio del submundo, había dado sus frutos en cierto modo. Me había convertido en lo que esa gente quería, en un peluchito asesino. La mala noticia para ellos, es que no disfrutarían para nada esta creación que habían hecho, más bien todo lo contrario. Ya que esperaba algún día dar con esa gente y devolverles el favor que en su día me hicieron. Pero para que ese día llegara, aún faltaba mucho, y tenía que encontrar mi propio camino en este mundo más allá del de una simple venganza bien merecida. ¿Estaba encontrando el camino correcto? Es algo que el futuro lo dirá, pero de momento creía estar dando buenos pasos.
El aire a mi alrededor volvía a ser tenue y tranquilo, así lo sentía después de los pocos minutos de adrenalina que corría por todo mi ser. Había culminado la batalla de buena manera, y dos de los asaltantes estaban en el suelo. Uno a mis pies y el otro afuera de los almacenes abandonados. Solo uno de ellos estaba perdiendo sangre en cantidades exorbitantes, su vida parecía que había llegado a su fin. 'Pues no haber estado con esta gente.' Pensaba con algo de furia. Una leve mueca de queja se mostraba en mis labios, era de desagrado. Tener que venir a estos bajos mundos para plantar un poco de 'justicia' por mano propia, ya que quienes debían de encargarse de eso no lo hacían.
'Dharkel' Se me vino a la mente la cara de aquel sujeto de cabello negro y desaliñado. No escuchaba ni voces y el choque de armas o de golpes desde su dirección, supuse que el combate también había finalizado allá, pero desconocía quién había sido el vencedor. Lo último que recordaba es que ya se estaban enfrentando uno para uno, y aquel matón parecía más hábil que todos estos otros. Fue en ese entonces que el sonido de su voz, el cual viajaba por todo el oscuro escenario hasta llegar a mis oídos, me alivio mis pensares. -Si sí, bien fácil estos idiotas. Joder eh.- Respondía ante su duda, elevando la voz de manera que pudiese escucharme sin problemas. -Este que tengo aquí sigue vivo. El otro, bueno... creo que no sobrevivirá después de ese disparo. Joder eh.- Le di una cuantas pataditas al cuerpo que tenía en el suelo, a ver si reaccionaba. '¿Tan duro le di? Jeje.' -Aunque me pase un poco con el golpe a este, está dormido. ¿Crees poder venir acá? Este pesa mucho, y soy chiuquito, joder eh-. Le amarré las manos con alguna cuerda que hubiese ahí en las cercanías, después de chequear que estuviese en buen estado. Examine sus ropas y demás, a ver si encontraba algo útil, y aprovechaba de quitarle cualquier cosa que fuese peligrosa.
No me sorprendió el resultado final que iban a recibir estos dos sujetos, y tampoco me oponía a ello en ningún sentido. Este es el camino que habían elegido seguir, y cuando tomas esta decisión, sabes que lo que te espera es este tipo de cosas. Nada bueno sale de andar realizando fechorías y de andar terminando con la vida y el bienestar de la gente. -¿Qué paso con el grandote? Joder eh- Le pregunté mientras le veía limpiar su hoja con la ropa de estos rufianes. -¿Ustedes los espadachines no cuidan mejor sus espadas?- Agarre con la punta de dos dedos uno de los harapos de esta gente, lo medio acerque a mi nariz para olfatearlo. Acto seguido hacia un gesto de desagrado, retirando mi cara y arrojando dicha prenda lejos de mí. -Lava esa cosa mejor...- Apunte a su espada. -Asco, asco, maldita gente, joder eh-
-Hum... Te sorprenderá oír que estuve todo un minuto apuntando a tu rostro con el dedo puesto en el gatillo...- Miraba de reojo al fusil, que ya lo llevaba en la espalda. -Cuando te reuniste con el viejo, pensaba que eras el asesino de esta gente. Por eso seguía ese viejo maltrecho por la vida, suponía que en algún momento iba a ser otra de las víctimas. Y pues apareciste tú. Joder eh- Le miré a los ojos y sonreía, mostrando confianza. -Pero creí analizar bien la situación, y entonces los seguí. Pero sí, seguimos la historia en el bar. Por el que escapó no te preocupes, ambos lo vimos bien, y tengo gente por aquí que puede encontrarlo. Y no hablo de la maldita marina, por si te preocupa eso. Joder eh.-
Antes de abandonar por completo el lugar, me acerqué a la calle donde podía tener visión del cuerpo que había tumbado antes con la ayuda del fusil. Al verlo ahí, sin vida, me aseguraría de mirar si tenía algo de valor. Luego de eso, seguiría mi camino.
El aire a mi alrededor volvía a ser tenue y tranquilo, así lo sentía después de los pocos minutos de adrenalina que corría por todo mi ser. Había culminado la batalla de buena manera, y dos de los asaltantes estaban en el suelo. Uno a mis pies y el otro afuera de los almacenes abandonados. Solo uno de ellos estaba perdiendo sangre en cantidades exorbitantes, su vida parecía que había llegado a su fin. 'Pues no haber estado con esta gente.' Pensaba con algo de furia. Una leve mueca de queja se mostraba en mis labios, era de desagrado. Tener que venir a estos bajos mundos para plantar un poco de 'justicia' por mano propia, ya que quienes debían de encargarse de eso no lo hacían.
'Dharkel' Se me vino a la mente la cara de aquel sujeto de cabello negro y desaliñado. No escuchaba ni voces y el choque de armas o de golpes desde su dirección, supuse que el combate también había finalizado allá, pero desconocía quién había sido el vencedor. Lo último que recordaba es que ya se estaban enfrentando uno para uno, y aquel matón parecía más hábil que todos estos otros. Fue en ese entonces que el sonido de su voz, el cual viajaba por todo el oscuro escenario hasta llegar a mis oídos, me alivio mis pensares. -Si sí, bien fácil estos idiotas. Joder eh.- Respondía ante su duda, elevando la voz de manera que pudiese escucharme sin problemas. -Este que tengo aquí sigue vivo. El otro, bueno... creo que no sobrevivirá después de ese disparo. Joder eh.- Le di una cuantas pataditas al cuerpo que tenía en el suelo, a ver si reaccionaba. '¿Tan duro le di? Jeje.' -Aunque me pase un poco con el golpe a este, está dormido. ¿Crees poder venir acá? Este pesa mucho, y soy chiuquito, joder eh-. Le amarré las manos con alguna cuerda que hubiese ahí en las cercanías, después de chequear que estuviese en buen estado. Examine sus ropas y demás, a ver si encontraba algo útil, y aprovechaba de quitarle cualquier cosa que fuese peligrosa.
No me sorprendió el resultado final que iban a recibir estos dos sujetos, y tampoco me oponía a ello en ningún sentido. Este es el camino que habían elegido seguir, y cuando tomas esta decisión, sabes que lo que te espera es este tipo de cosas. Nada bueno sale de andar realizando fechorías y de andar terminando con la vida y el bienestar de la gente. -¿Qué paso con el grandote? Joder eh- Le pregunté mientras le veía limpiar su hoja con la ropa de estos rufianes. -¿Ustedes los espadachines no cuidan mejor sus espadas?- Agarre con la punta de dos dedos uno de los harapos de esta gente, lo medio acerque a mi nariz para olfatearlo. Acto seguido hacia un gesto de desagrado, retirando mi cara y arrojando dicha prenda lejos de mí. -Lava esa cosa mejor...- Apunte a su espada. -Asco, asco, maldita gente, joder eh-
-Hum... Te sorprenderá oír que estuve todo un minuto apuntando a tu rostro con el dedo puesto en el gatillo...- Miraba de reojo al fusil, que ya lo llevaba en la espalda. -Cuando te reuniste con el viejo, pensaba que eras el asesino de esta gente. Por eso seguía ese viejo maltrecho por la vida, suponía que en algún momento iba a ser otra de las víctimas. Y pues apareciste tú. Joder eh- Le miré a los ojos y sonreía, mostrando confianza. -Pero creí analizar bien la situación, y entonces los seguí. Pero sí, seguimos la historia en el bar. Por el que escapó no te preocupes, ambos lo vimos bien, y tengo gente por aquí que puede encontrarlo. Y no hablo de la maldita marina, por si te preocupa eso. Joder eh.-
Antes de abandonar por completo el lugar, me acerqué a la calle donde podía tener visión del cuerpo que había tumbado antes con la ayuda del fusil. Al verlo ahí, sin vida, me aseguraría de mirar si tenía algo de valor. Luego de eso, seguiría mi camino.