Jack D. Agnis
Golden Eyes
09-10-2024, 06:11 AM
(Última modificación: 09-10-2024, 06:15 AM por Jack D. Agnis.)
Caminé hacia aquel ataúd y sin dudarlo, lo abrí. El polvo que salió del mismo hizo que tosiera un poco y mi vista se cegara, pero al final, el polvo, que espera que no fuera polvo de cadáver, ya que había aspirado un poco, se disipó y sin dudarlo comencé a buscar algún premio gordo que estuviera en aquel interior.
Rogué por encontrar algo que me hiciera tan rico que no me tendría que preocupar por el dinero nunca mas en esta vida.
Mientras lo hacia, un poderoso temblor sacudió aquella sala, haciendo que algunas grietas aparecieran bajo nuestros pies. Aquello no podía ser bueno en lo mas mínimo, por que lo que debíamos apresurarnos a tomar todo lo que pudiéramos y salir de aquel lugar cuanto antes.
Ya con el premio gordo en mis manos, alcé mi vista buscando ver a todos mis compañeros llenos de oro y de riquezas que no solo nos facilitarían nuestro viaje, sino toda nuestra puta vida, pero lo que vi, no fue mas que un desastre.
Vi como King era atacado por un grupo de personajes que nadie conocía, mas que ellos mismos, para luego ver como el cuerpo del conejo caía al suelo.
“¿Que mierda está pasando? “ me pregunté, mientras miraba a uno de los que atacaba a King, moverse hacia Muzen y hablar con él, como si Muzen fuera la persona mas importante del mundo y no lo era, solo era el navegante de nuestra tripulación.
Sin dudarlo, tomé mi espada e intercepté el ataque de aquel sujeto.
-¿Se puede saber que mierda están haciendo? - pregunté, algo herido por el ataque de aquel sujeto, pero aun me mantenía de pie.
-No sé quien mierda se creen que son, pero es mejor que dejen de joder si no quieren salir heridos de aquí. Si es por los tesoros, yo que tu dejo de perder el tiempo y me pongo a juntar el dinero- dije, interponiendome entre él y el estúpido de Muzen.
Me encontraba de mal humor. Habíamos pasado todo ese martirio para encontrar un enorme premio y al final estos sujetos estaban atacando a nuestra gente vaya a saber porqué, pero como iba a entender el pensamientos de un par de peleles (Byron y Kael)que creían que sus vergas eran las mas grande de aquel lugar.
Miré a aquel par de idiotas sin nombre con mi espada alzada. Si querían pelea, la iban a encontrar, pero no iban a ganar nada enfrentándome, como yo tampoco lo iba a hacer.
Rogué por encontrar algo que me hiciera tan rico que no me tendría que preocupar por el dinero nunca mas en esta vida.
Mientras lo hacia, un poderoso temblor sacudió aquella sala, haciendo que algunas grietas aparecieran bajo nuestros pies. Aquello no podía ser bueno en lo mas mínimo, por que lo que debíamos apresurarnos a tomar todo lo que pudiéramos y salir de aquel lugar cuanto antes.
Ya con el premio gordo en mis manos, alcé mi vista buscando ver a todos mis compañeros llenos de oro y de riquezas que no solo nos facilitarían nuestro viaje, sino toda nuestra puta vida, pero lo que vi, no fue mas que un desastre.
Vi como King era atacado por un grupo de personajes que nadie conocía, mas que ellos mismos, para luego ver como el cuerpo del conejo caía al suelo.
“¿Que mierda está pasando? “ me pregunté, mientras miraba a uno de los que atacaba a King, moverse hacia Muzen y hablar con él, como si Muzen fuera la persona mas importante del mundo y no lo era, solo era el navegante de nuestra tripulación.
Sin dudarlo, tomé mi espada e intercepté el ataque de aquel sujeto.
-¿Se puede saber que mierda están haciendo? - pregunté, algo herido por el ataque de aquel sujeto, pero aun me mantenía de pie.
-No sé quien mierda se creen que son, pero es mejor que dejen de joder si no quieren salir heridos de aquí. Si es por los tesoros, yo que tu dejo de perder el tiempo y me pongo a juntar el dinero- dije, interponiendome entre él y el estúpido de Muzen.
Me encontraba de mal humor. Habíamos pasado todo ese martirio para encontrar un enorme premio y al final estos sujetos estaban atacando a nuestra gente vaya a saber porqué, pero como iba a entender el pensamientos de un par de peleles (Byron y Kael)que creían que sus vergas eran las mas grande de aquel lugar.
Miré a aquel par de idiotas sin nombre con mi espada alzada. Si querían pelea, la iban a encontrar, pero no iban a ganar nada enfrentándome, como yo tampoco lo iba a hacer.