Hay rumores sobre…
... que en una isla del East Blue puedes asistir a una función cirquense.
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[C- Presente] Over the Boardwalk, Beyond the Sunset | Priv. Asradi
Alistair
Mochuelo
Nunca en su vida había contado con un mentor, al menos no en las partes que su cabeza conservaba con claridad en vez de ser solo parte de sus pesadillas. Desde que su libertad había caído en las garras del despreciable hombre que lo había marcado a fuego entre sus alas -jugando su resistencia natural al fuego en su contra, prolongando el detestable sentimiento-, el joven había desarrollado cierta destreza en sus manos que le permitieron sacar un libro tras otro de las bibliotecas personales del Dragon Celestial debajo de sus narices sin que lo supiera; tan despreciable como ese hombre pudiera ser, tenía una envidiable cantidad de volúmenes sobre todos los temas conocidos. Era de esperarse que no notara la ausencia de uno o dos a la vez. Allí fue que primero conoció la medicina, y sin opción mas que desarrollar autodidactismo, aquella furtiva actividad se convirtió en la maestra y compañera del crimen de su habilidad, y del chico alado por extensión. 

Por eso, y más, era que contar con la guía de otra persona dispuesta a enseñarle era una sensación completamente novedosa para él, e incluso... Reconfortante para el Lunarian. No debía forzarse a imitar la técnica correcta, ni martillarse en la cabeza por los medios que fuera conceptos que requerían dominio antes de pasar al siguiente ítem. Transformando la situación en una metáfora: Si aprender por su cuenta era como operar un vehículo por una carretera, tener quien le enseñara era como añadir rieles de seguridad a la vida. Por mucho que fuera capaz de chocarse en el camino, siempre habría algo en medio que le impediría desviarse demasiado del tema principal y de corregir su camino. Siendo quien asumía el rol de la persona que cuidaba a otros y no al revés, ocupar un asiento en ese metafórico otro lado era una bendición que no se atrevía a rechazar. 

Las manos femeninas sobre las de él ayudaron generosamente a su progreso, corrigiendo antes de tiempo cualquier fallo en su postura y permitiéndole avanzar a pasos más amplios de lo usual. El halago, por su lado, no pasó por oídos sordos, produciendo felicidad que no se proyectó en una expresión facial -pues su imperecedera sonrisa ya ocupaba su lugar asignado- sino en un movimiento de manos aún mas enérgico que antes, una respuesta que no demandaba mucha atención para notar. — Gracias, hacer esto es más relajante de lo que parece. Ayuda mucho a motivarse, y más aún al saber que puedo aprenderlo a través de los conocimientos de alguien más. Es una experiencia diferente a la costumbre, una que te agradezco mucho. — 

Descansando unos momentos de los movimientos circulares de su muñeca, la presencia de la sirena sentada nuevamente a su lado llamó su atención. Específicamente, al cuaderno con anotaciones que ella había traído de su mochila para enseñarle algo nuevo. — Es muy bonita, ¿tiene algo en especial? — Preguntó, señalando al hecho de querer mostrársela. Una planta de tallos finos, con brotes amarillos que la harían llamativa en cualquier contexto. ¿Lentibularia, había dicho? Se quedó pensativo por un momento mientras escuchaba la explicación, encontrando sentido en lo que decía. La planta vivía en un ambiente propenso a llevar microbios, por lo que una desinfección preliminar era algo no solo importante sino esencial si se pretendía no empeorar al paciente intentando usar lo que inicialmente podía parecer la medicina correcta. 

¿Y no existe otra manera para desinfectarla sin alterar su composición? — Su mente era inquisitiva y siempre intentaría buscar un método diferente más efectivo incluso cuando el original pudiera parecer suficiente o hasta ideal, era un médico tanto como era un inventor, y mentiría si dijera que no había solucionado muchas pequeñeces en su camino con gadgets igual de pequeños que buscaban dar calidad de vida. Por supuesto, nada demasiado extravagante o para remarcar de momento. — Quizá... ¿Alguna sustancia que pueda sanitizar la muestra sin alterarla? — Arrojaba ideas al aire, esperando que alguna diera en el blanco, por increíblemente vagas que pudieran ser. Claro que, las cosas como estaban, tan solo arrojaba supuestos que no tenían posibilidad alguna de materializar en una solución tangible. No todavía.

La conversación se extendería a las Adelfas, otro tipo de planta que conseguía un punto de vista completamente diferente al anterior. Capaz de ser también un veneno más que solo medicina, era un ingrediente con el que se debía tener aproximación cuidadosa para no provocar efectos adversos que amenazaran la salud del paciente aún mas que solo haría la afección principal. Y desde allí, la conversación se convertiría en larga y tendida, un intercambio de ideas y conocimiento que pareció dilatar el tiempo de manera imperceptible; le había dado en la vena del gusto, siendo capaz de hablar por días y noches sin cansancio alguno. Para el final de su trance, la pobre alga seguramente quedaría hecha puré por sobre-molerla. 

Entonces es una tradición con mucha historia detrás para ustedes. Hay mucho más que solo experiencia propia en tus manos. — Le causaba curiosidad como las capacidades de una persona podía cobrar un contexto completamente diferente con historia detrás. Aunque no lo suficiente como para abstraerse de la conversación. — ¿Los echas de menos? — El chico podía ser mas perceptivo de lo que parecía; un aire de nostalgia era de las pocas cosas que nunca dejaba pasar bajo la mesa. Y a veces, poder decir esas cosas a todo pulmón resultaba ser una cura perfecta al sentimiento. 

La petición de Alistair sería cumplida, aunque con un giro inesperado. La anécdota parecía ser relativamente reciente, e incluía la presencia de un tercero que el alado entendía era otro Gyojin del cual la chica hablaba con un tono especial, pero no cualquiera sino... El tono especial. ¿Aquello era un sonrojo asomándose en sus pómulos? No hacía falta ser un genio para sumar uno mas uno en la situación, y la idea que se formó en su cabeza fue algo que le arrancó una larga carcajada tan pronto ella acabó su relato; no de burla en lo mas mínimo, sino de tremenda alegría por la chica. Era bueno tener otro extremo de un hilo rojo extendiéndose por los vastos mares, esperando.

¡Suena como alguien bastante duro! E interesante, si acabó en esa situación. — Y no negaba querer conocer una persona así. Conocer a alguien nuevo siempre era algo más que bienvenido, Y si tenían historias para compartir, todavía mejor. — Espero que un día puedas presentármelo. ¡Y a la bestia que lo atacó también! Si el veneno es tan potente como dices, imagino que sacar un antídoto debe ser todo un reto. Uno que me encantaría usar para ponerme a prueba. — Lo cierto es que, a veces, Alistair podía tener uno o dos tornillos sueltos en cuanto a lo que a retos se refería. 

¿Y bien? ¿Pasó algo después de la cueva? ¿O durante la cueva? — Un cotilla hecho y derecho, pero la verdad era que se volvía débil ante un buen drama telenovelesco. ¿A quién no le gustaba un poco de emoción en la que "Juana Patricia estuviera enamorada de Carlos, pero por su padre controlador no pudiera estar con él, aunque su hermano les ayudaba a encontrarse en secreto"? Pues mucho mejor si tenía algo al mismo nivel, pero mas dulce. Se puso cómodo, optando por dejar el molcajete con su improvisado mortero de lado temporalmente, y sería todo oídos si la chica accedía a contarle un poco.
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RE: [C- Presente] Over the Boardwalk, Beyond the Sunset | Priv. Asradi - por Alistair - 09-10-2024, 08:40 AM

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