Juri Han
Vega
31-07-2024, 08:20 AM
Juri sonrió al ver la aprobación y emoción en los ojos de Jun. El brillo de la picardía se reflejaba en ambas, una chispa que no se apagaba fácilmente en ellas. Con las bolsas bien aseguradas, se preparó para la siguiente fase de su plan. — De acuerdo, vamos a enseñarle a estos marines lo que es el arte de verdad. —Murmuró Juri, con una sonrisa traviesa. Se agachó, revisando las latas de pintura y los pinceles una vez más, asegurándose de que todo estuviera listo. Tomó una de las bolsas y se la colgó al hombro, sintiendo la adrenalina correr por sus venas. Estaba lista. — Primero, debemos mantenernos en las sombras y evitar las patrullas. La mayoría de los guardias están concentrados en el lado oeste, así que nos dirigiremos al este. Hay un muro perfecto para pintar cerca de la entrada principal. — Se movió con sigilo, guiando a Jun por el camino que había memorizado. A cada paso, sus sentidos estaban alerta, escuchando el más mínimo sonido que pudiera indicar la presencia de un guardia. La noche era su aliada, y la luna llena les proporcionaba la luz suficiente para moverse sin problemas sin ser descubiertas por algún recluta marine que patrullaba por allí.
Al llegar al muro que había mencionado, Juri dejó las bolsas en el suelo y sacó una lata de pintura y la cuerda. Sujeto la cuerda a un gancho y la lanzo hacia el techo del edificio enganchandola contra el borde del mismo, acto seguido se sujeto la cuerda alrededor de su cintura y ahora ya estaba lista para desplazarse por la pared. Con un rápido movimiento de muñeca agito la lata de pintura y finalmente la abrio. Era el momento de dejar su marca. — Jun, tú vigila por aquí mientras yo empiezo. Necesitamos que esta sea la mejor despedida de la historia — Dijo Juri, concentrándose en la pared en blanco frente a ella, quien seria la que empiece con la obra de arte. Con una precisión y creatividad nacida de años de vivir en el circo y de sus aventuras en la isla, comenzó a trazar líneas y formas. Su firma, una combinación de su nombre y un símbolo de pirata que representaba su calavera con sus caracteristicas coletas, fue lo primero en aparecer. Luego, añadió algunos dibujos: unas calaveras extras con un sombrero de pirata, un barco navegando en mares tormentosos, y por supuesto, un mensaje claro para la Marina: "¡Nos veremos en los mares, HIJOS DE PUTA!"
El sonido del pincel deslizandose de un extremo al otro inundaba el entorno, y Juri trabajaba rápido, su corazón latia con fuerza mientras la pintura cubría la pared. Cada trazo era un desafío a la marina, una promesa de que no serían olvidadas. La obra de arte tomaba forma, caótica y hermosa, una representación perfecta de su espíritu indomable. Cuando terminó, se apartó para admirar su trabajo, su sonrisa era más amplia que nunca. — Te toca, Jun. Esto es solo el comienzo, vigilare mientras tanto. — Le dijo mientras se quitaba la cuerda que la sostenia alrededor de la cintura y se lo pasaba a su amiga.
Al llegar al muro que había mencionado, Juri dejó las bolsas en el suelo y sacó una lata de pintura y la cuerda. Sujeto la cuerda a un gancho y la lanzo hacia el techo del edificio enganchandola contra el borde del mismo, acto seguido se sujeto la cuerda alrededor de su cintura y ahora ya estaba lista para desplazarse por la pared. Con un rápido movimiento de muñeca agito la lata de pintura y finalmente la abrio. Era el momento de dejar su marca. — Jun, tú vigila por aquí mientras yo empiezo. Necesitamos que esta sea la mejor despedida de la historia — Dijo Juri, concentrándose en la pared en blanco frente a ella, quien seria la que empiece con la obra de arte. Con una precisión y creatividad nacida de años de vivir en el circo y de sus aventuras en la isla, comenzó a trazar líneas y formas. Su firma, una combinación de su nombre y un símbolo de pirata que representaba su calavera con sus caracteristicas coletas, fue lo primero en aparecer. Luego, añadió algunos dibujos: unas calaveras extras con un sombrero de pirata, un barco navegando en mares tormentosos, y por supuesto, un mensaje claro para la Marina: "¡Nos veremos en los mares, HIJOS DE PUTA!"
El sonido del pincel deslizandose de un extremo al otro inundaba el entorno, y Juri trabajaba rápido, su corazón latia con fuerza mientras la pintura cubría la pared. Cada trazo era un desafío a la marina, una promesa de que no serían olvidadas. La obra de arte tomaba forma, caótica y hermosa, una representación perfecta de su espíritu indomable. Cuando terminó, se apartó para admirar su trabajo, su sonrisa era más amplia que nunca. — Te toca, Jun. Esto es solo el comienzo, vigilare mientras tanto. — Le dijo mientras se quitaba la cuerda que la sostenia alrededor de la cintura y se lo pasaba a su amiga.