Silver D. Syxel
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10-10-2024, 02:03 AM
(Última modificación: 10-10-2024, 01:14 PM por Silver D. Syxel.)
Silver observaba en silencio mientras el Hope se aproximaba lentamente hacia el mercante. El humo negro seguía elevándose, en contraste con el cielo despejado del East Blue. El capitán mantenía su Kenbunshoku Haki activo, sintiendo claramente las presencias en la bodega: cuatro en total, pero una de ellas… algo no encajaba. Su energía era distinta, más intensa, casi inquietante. Su mandíbula se tensó mientras sopesaba las posibilidades. Si aquello era una trampa, lo que parecía probable, debían estar preparados.
El crujido de los pasos de Balagus lo sacó de sus pensamientos. Sin necesidad de que el grandullón dijera mucho, Syxel ya podía sentir su incomodidad. A pesar de su tamaño y naturaleza feroz, su contramaestre no era alguien que subestimara el peligro.
— Cuatro personas en la bodega, una de ellas... es diferente —murmuró, sin apartar los ojos del objetivo—. Podría ser peligroso.
Las palabras fueron suficientes para que el gigantón asintiera con seriedad, lo que no hizo más que reforzar las dudas del capitán. Sin embargo, la emoción de lo desconocido y la posibilidad de un gran botín impulsaban a Silver a seguir adelante. No eran de los que que se echaban atrás ante el riesgo.
El Hope redujo la velocidad hasta que ambos barcos estuvieron casi lado a lado. Con una sincronización perfecta, Balagus y él lanzaron los ganchos de anclaje, asegurando el navío pirata al mercante. Dharkel y Marvolath no tardaron en unirse a ellos, listos para lo que fuera que viniera después.
— Nos colamos por la cubierta y después bajaremos. Manteneos alerta, esto huele a trampa —añadió Syxel con una sonrisa desafiante, esa que solía aparecer cuando la adrenalina comenzaba a correr por sus venas.
Con un salto ágil, Syxel fue el primero en cruzar a la cubierta del mercante. Sus botas aterrizaron suavemente sobre la madera mientras su mano descansaba sobre la empuñadura del sable. El viento agitaba la columna de humo, y el silencio que reinaba en la cubierta era inquietante. Ningún signo de vida a simple vista, algo que, aunque esperado, solo alimentaba sus sospechas.
Balagus no perdió tiempo y empezó a inspeccionar la estructura, buscando debilidades en la madera. Silver permanecía en alerta, cada músculo en su cuerpo preparado para lo inesperado. Su mirada se dirigió hacia la entrada a la bodega, pero por ahora preferían evitar lo evidente. Dejarse llevar por lo fácil solo los pondría en desventaja.
— Abrid ese hueco antes de que se den cuenta de que estamos aquí —ordenó, dándole el espacio necesario a Balagus y a Marvolath para que ejecutaran el plan.
Mientras los golpes de Balagus resonaban contra la madera, Syxel afinaba sus sentidos, confiando en su Haki para anticiparse a cualquier movimiento inesperado. Sus instintos le decían que algo grande estaba por llegar.
El crujido de los pasos de Balagus lo sacó de sus pensamientos. Sin necesidad de que el grandullón dijera mucho, Syxel ya podía sentir su incomodidad. A pesar de su tamaño y naturaleza feroz, su contramaestre no era alguien que subestimara el peligro.
— Cuatro personas en la bodega, una de ellas... es diferente —murmuró, sin apartar los ojos del objetivo—. Podría ser peligroso.
Las palabras fueron suficientes para que el gigantón asintiera con seriedad, lo que no hizo más que reforzar las dudas del capitán. Sin embargo, la emoción de lo desconocido y la posibilidad de un gran botín impulsaban a Silver a seguir adelante. No eran de los que que se echaban atrás ante el riesgo.
El Hope redujo la velocidad hasta que ambos barcos estuvieron casi lado a lado. Con una sincronización perfecta, Balagus y él lanzaron los ganchos de anclaje, asegurando el navío pirata al mercante. Dharkel y Marvolath no tardaron en unirse a ellos, listos para lo que fuera que viniera después.
— Nos colamos por la cubierta y después bajaremos. Manteneos alerta, esto huele a trampa —añadió Syxel con una sonrisa desafiante, esa que solía aparecer cuando la adrenalina comenzaba a correr por sus venas.
Con un salto ágil, Syxel fue el primero en cruzar a la cubierta del mercante. Sus botas aterrizaron suavemente sobre la madera mientras su mano descansaba sobre la empuñadura del sable. El viento agitaba la columna de humo, y el silencio que reinaba en la cubierta era inquietante. Ningún signo de vida a simple vista, algo que, aunque esperado, solo alimentaba sus sospechas.
Balagus no perdió tiempo y empezó a inspeccionar la estructura, buscando debilidades en la madera. Silver permanecía en alerta, cada músculo en su cuerpo preparado para lo inesperado. Su mirada se dirigió hacia la entrada a la bodega, pero por ahora preferían evitar lo evidente. Dejarse llevar por lo fácil solo los pondría en desventaja.
— Abrid ese hueco antes de que se den cuenta de que estamos aquí —ordenó, dándole el espacio necesario a Balagus y a Marvolath para que ejecutaran el plan.
Mientras los golpes de Balagus resonaban contra la madera, Syxel afinaba sus sentidos, confiando en su Haki para anticiparse a cualquier movimiento inesperado. Sus instintos le decían que algo grande estaba por llegar.
KENB401
KENBUNSHOKU
Haki básico
Tier 4
No Aprendida
7
2
Permite al usuario percibir con precisión la presencia de otros seres vivos en un área, siendo capaz de apreciar las emociones muy fuertes que exterioricen como un sufrimiento fuerte o un gran instinto asesino, etc. Si lo activa puede anticiparse a un ataque obteniendo para ello un bono de +5 [Reflejos].
Área: [VOLx12] metros. +5 [REF]