Gretta llegó al sitio donde Shiro y Qazan se habían parado. Ella no se dio cuenta, pero estaban muy cerca de una de las placas con caras de hombres. Apoyó el cofre en el suelo y esperó a que llegaran los que faltaban del grupo. Lance y Juuken no tardaron en aparecer.
—Lo importante es concentrarnos en encontrar una salida antes de que esta sala nos sepulte, e irnos todos salvos y sanos. Si hace falta, dejaremos los tesoros atrás— Dijo Lance nada más llegar. "¿Coooooooooomo? nonono, vamos, no me he recorrido yo un mega porrón de pasos para dejar ahora aquí esto, vamos, ni de coña, es más, me lo ato, esto me lo quitan de mi cadáver antes que soltarlo" Reflexionó Gretta ante esas palabras de Lance, así que le contestó: —Si, hombrre, voy dejiar esto yo qui— Y acto seguido, empezó a atarse el asa del cofre a su muñequera.
-¿Listos para salir de este agujero?- Continuó Lance al momento, Gretta miró a su alrededor y no vio ninguna salida "¿Que dice este tío? Si no hay salida alguna, estamos todos locos ya. Y yo sin comida, bueno, que digo, hay un oso y un conejo a los que puedo hincar el diente… Un momento ¿esto es agua?" Pensaba Gretta, cuando empezó a notar agua dentro de sus botas, e incluso empezaba a colársele dentro de estas. El agua llevaba rato entrando en la sala; al igual que también desde hacía unos minutos el suelo temblaba con violencia, pero ella no se había dado cuenta hasta ahora. El agua fue tal vez por el hecho de que no pudo notarla por su mayor altura, hasta que le sobrepasó los zapatos; y los temblores debido a que acababan de pasársele los efectos del veneno de las plantas y creía que los temblores eran fruto de los mareos por el efecto secundario de este envenenamiento. Pero ahora que todo era mucho más brusco, comprendió que algo no iba bien.
Fue a agarrar a Shiro para protegerlo, justo cuando la placa que tenían delante estalló, soltando una barbaridad de agua a presión y lanzándolos a todos hacia arriba. A ella le habían dicho toda la vida algo sobre las frutas y el agua. "Mierda, mierda, mierda, la diño, la palmamos aquí", pero pasó un rato en el agua y no le pasaba nada. "Yo creía que si me tocaba el agua, habiéndome comido una fruta, la diñaba; me han vuelto a engañar…" Pensaba Gretta, dubitativa sobre lo que estaba pasando.
El viaje acuático autopropulsado a través del agujero del techo fue una odisea; intentó agarrar a alguno de sus compañeros, pero solo lograba darse golpes con las paredes mientras el agua le entraba por todos los agujeros. Algunas ramas y hojas se le metieron en la nariz y acabó magullada por todos lados y con el pelo despeinado, pero eso sí, durante toda la travesía intentó en todo momento mantener la presa sobre el cofre y la estatua que había cogido.
Al fin, Gretta salió despedida de la montaña; esto le recordaba al primer día en esa cueva, en la que cayeron una gran distancia y pensaba que iba a morir, pero al final fue solo un golpe tonto. "No me jodas, ¿otra vez esto? Espero que acabe igual; cierra los ojos y que sea lo que tenga que ser". —PUM— fue el ruido que hizo su cuerpo al caer en la vegetación de la ladera de la montaña. Siguió rodando unas docenas de metros más, hasta que al final se paró.
Gretta abrió los ojos, se miró a ver si se había roto algo, cogió las cosas que llevaba y empezó a buscar a sus compañeros.
—¡SHIROOOO! ¡JIIIIUKEN! QASAAAN! SHIROOOOO! ¿Mmmm? … ah sí ¡LANSSSSS! ¡MONOOOO! ¡SHIROOOOO! Gritaba Gretta con la esperanza de encontrarlos. A la vez se puso a ir en dirección a la playa.
—Lo importante es concentrarnos en encontrar una salida antes de que esta sala nos sepulte, e irnos todos salvos y sanos. Si hace falta, dejaremos los tesoros atrás— Dijo Lance nada más llegar. "¿Coooooooooomo? nonono, vamos, no me he recorrido yo un mega porrón de pasos para dejar ahora aquí esto, vamos, ni de coña, es más, me lo ato, esto me lo quitan de mi cadáver antes que soltarlo" Reflexionó Gretta ante esas palabras de Lance, así que le contestó: —Si, hombrre, voy dejiar esto yo qui— Y acto seguido, empezó a atarse el asa del cofre a su muñequera.
-¿Listos para salir de este agujero?- Continuó Lance al momento, Gretta miró a su alrededor y no vio ninguna salida "¿Que dice este tío? Si no hay salida alguna, estamos todos locos ya. Y yo sin comida, bueno, que digo, hay un oso y un conejo a los que puedo hincar el diente… Un momento ¿esto es agua?" Pensaba Gretta, cuando empezó a notar agua dentro de sus botas, e incluso empezaba a colársele dentro de estas. El agua llevaba rato entrando en la sala; al igual que también desde hacía unos minutos el suelo temblaba con violencia, pero ella no se había dado cuenta hasta ahora. El agua fue tal vez por el hecho de que no pudo notarla por su mayor altura, hasta que le sobrepasó los zapatos; y los temblores debido a que acababan de pasársele los efectos del veneno de las plantas y creía que los temblores eran fruto de los mareos por el efecto secundario de este envenenamiento. Pero ahora que todo era mucho más brusco, comprendió que algo no iba bien.
Fue a agarrar a Shiro para protegerlo, justo cuando la placa que tenían delante estalló, soltando una barbaridad de agua a presión y lanzándolos a todos hacia arriba. A ella le habían dicho toda la vida algo sobre las frutas y el agua. "Mierda, mierda, mierda, la diño, la palmamos aquí", pero pasó un rato en el agua y no le pasaba nada. "Yo creía que si me tocaba el agua, habiéndome comido una fruta, la diñaba; me han vuelto a engañar…" Pensaba Gretta, dubitativa sobre lo que estaba pasando.
El viaje acuático autopropulsado a través del agujero del techo fue una odisea; intentó agarrar a alguno de sus compañeros, pero solo lograba darse golpes con las paredes mientras el agua le entraba por todos los agujeros. Algunas ramas y hojas se le metieron en la nariz y acabó magullada por todos lados y con el pelo despeinado, pero eso sí, durante toda la travesía intentó en todo momento mantener la presa sobre el cofre y la estatua que había cogido.
Al fin, Gretta salió despedida de la montaña; esto le recordaba al primer día en esa cueva, en la que cayeron una gran distancia y pensaba que iba a morir, pero al final fue solo un golpe tonto. "No me jodas, ¿otra vez esto? Espero que acabe igual; cierra los ojos y que sea lo que tenga que ser". —PUM— fue el ruido que hizo su cuerpo al caer en la vegetación de la ladera de la montaña. Siguió rodando unas docenas de metros más, hasta que al final se paró.
Gretta abrió los ojos, se miró a ver si se había roto algo, cogió las cosas que llevaba y empezó a buscar a sus compañeros.
—¡SHIROOOO! ¡JIIIIUKEN! QASAAAN! SHIROOOOO! ¿Mmmm? … ah sí ¡LANSSSSS! ¡MONOOOO! ¡SHIROOOOO! Gritaba Gretta con la esperanza de encontrarlos. A la vez se puso a ir en dirección a la playa.