Panda estaba inmerso en el mundo de sus sueños, donde los prados largos de bambú crecían y el fresco olor a la naturaleza lo rodeaba con su encanto. No estaba solo, por el contrario Minks de todo tipo estaban junto a el, lo abrazaban, le hacían caricias, le traían comida y fruta fresca, era todo un banquete.
Panda no comprendía nada de aquel escenario tan extraño y peculiar.
-¿Quienes son ustedes?- Pregunto, pero nadie le respondía solo le sonreían.
-¿Esto es real? comenzó a preguntarse Panda. ¿acaso morí en la mision? ¿Estarán bien mis Nakamas queridos?-
En eso los Minks se acercaron a el y el cielo comenzó a nublarse y comenzó a llover repentinamente.
Aquellos animales comenzaron a susurrarle unas palabras al oído:
-Despierta Panda, tu momento aun no ha llegado, tu capitán te espera, ve... aun te queda un largo camino por recorrer, te estaremos observando, no te rindas y procura no acercarte tanto a la lava la próxima vez.
En eso su sueño comenzó a inundarse de agua, mucha agua, salía por todos lados, desde el cielo hasta de los arboles, una verdadera locura! Parecía un intenso tsunami que lo llevo a las profundidades del mar. En eso, comenzó a ver una luz muy intensa que brillaba con intensidad hasta que finalmente abrió los ojos. El sol de la isla le daba directo en la cara y con mucho dolor comenzó a reincorporarse. Milagrosamente no estaba muerto, pero tampoco se encontraba en un buen estado, después de todo lo que había pasado se podría decir que había visto a la muerte cara a cara y por alguna razón curiosa del destino pudo volver al mundo terrenal.
Panda estaba completamente perdido, pero en eso escucho la voz de Jack llamándolo.
-Jack!! aqui estoy!!- Comenzó a gritar panda y lentamente fue caminando hacia el, buscando su rastro con su olfato.
-Ahh al fin los encuentro, ya me estaba preocupando, ¿Donde esta el resto? ¿que ha pasado?- Pregunto panda con duda y miedo, mientras se acercaba a Alexander a ver si le podía terminar el tratamiento antes de que pierda la conciencia nuevamente.
Parecía que Jack estaba con intenciones de secuestrar a Indiana, a Panda no le parecía muy buena idea, pero no estaba en condiciones para contradecirlo, en aquel momento la brisa más leve podría tumbarlo nuevamente, por lo que dejaría que haga lo que quisiese. Por desgracia, Panda volvía con las manos vacías y muchas quemaduras, no obstante la lección de aquella mision sin duda era un tesoro invaluable para el, sobre la confianza en sus nuevos Nakamas y sobretodo y su valía como Mink. Aquella experiencia cercana a la muerte, sin duda quedaria grabada en su memoria y cuerpo.
Panda no comprendía nada de aquel escenario tan extraño y peculiar.
-¿Quienes son ustedes?- Pregunto, pero nadie le respondía solo le sonreían.
-¿Esto es real? comenzó a preguntarse Panda. ¿acaso morí en la mision? ¿Estarán bien mis Nakamas queridos?-
En eso los Minks se acercaron a el y el cielo comenzó a nublarse y comenzó a llover repentinamente.
Aquellos animales comenzaron a susurrarle unas palabras al oído:
-Despierta Panda, tu momento aun no ha llegado, tu capitán te espera, ve... aun te queda un largo camino por recorrer, te estaremos observando, no te rindas y procura no acercarte tanto a la lava la próxima vez.
En eso su sueño comenzó a inundarse de agua, mucha agua, salía por todos lados, desde el cielo hasta de los arboles, una verdadera locura! Parecía un intenso tsunami que lo llevo a las profundidades del mar. En eso, comenzó a ver una luz muy intensa que brillaba con intensidad hasta que finalmente abrió los ojos. El sol de la isla le daba directo en la cara y con mucho dolor comenzó a reincorporarse. Milagrosamente no estaba muerto, pero tampoco se encontraba en un buen estado, después de todo lo que había pasado se podría decir que había visto a la muerte cara a cara y por alguna razón curiosa del destino pudo volver al mundo terrenal.
Panda estaba completamente perdido, pero en eso escucho la voz de Jack llamándolo.
-Jack!! aqui estoy!!- Comenzó a gritar panda y lentamente fue caminando hacia el, buscando su rastro con su olfato.
-Ahh al fin los encuentro, ya me estaba preocupando, ¿Donde esta el resto? ¿que ha pasado?- Pregunto panda con duda y miedo, mientras se acercaba a Alexander a ver si le podía terminar el tratamiento antes de que pierda la conciencia nuevamente.
Parecía que Jack estaba con intenciones de secuestrar a Indiana, a Panda no le parecía muy buena idea, pero no estaba en condiciones para contradecirlo, en aquel momento la brisa más leve podría tumbarlo nuevamente, por lo que dejaría que haga lo que quisiese. Por desgracia, Panda volvía con las manos vacías y muchas quemaduras, no obstante la lección de aquella mision sin duda era un tesoro invaluable para el, sobre la confianza en sus nuevos Nakamas y sobretodo y su valía como Mink. Aquella experiencia cercana a la muerte, sin duda quedaria grabada en su memoria y cuerpo.