Mientras todo en el reino de Oykot se encuentra patas arriba, cuando las fuerzas locales se dan cuenta de qué está sucediendo, la situación en la zona donde antes de ubicaba la presa que servía de fuente de energía para la central hidroeléctrica alcanza su punto crítico. El Escuadrón Barracuda, contratado por los poderosos mercaderes locales para asegurar la buena defensa de un punto clave para ellos como la central, parece resultar insuficiente hasta el momento para contener a las liberadores fuerzas de la Revolución.
Umibozu, ya sin agua alrededor pero no con menos ganas de mandar a esa panda de ricachones al fondo del mar —ojalá, ¿verdad?—, contraataca y carga en dirección a esos perros de presa que han enviado para intentar detenerle. Puedes ver cómo los tres ejecutan un veloz movimiento rotatorio con una voltereta en el que buscan alejarse de tu trayectoria y tu área de efecto. Los dos que están a los lados, pese a no conseguirlo del todo, logran evitar buena parte del daño. Sin embargo, quien no tiene tanta suerte es el que se encontraba en una posición central, el que era el principal objetivo de tu carga. A ése te lo llevas por delante, dejándole varios huesos fracturados y en unas condiciones bastante lamentables. En el suelo, si bien no está muerto y se intenta levantar para seguir dándoos guerra, todo indica a que al menos por el momento no se podrá levantar.
Quienes no se quedan quietos son los otros dos, que a pesar del daño sufrido están muy dispuestos a continuar dando guerra. Puedes ver cómo, después de aterrizar tras sus respectivas maniobras, rompen a correr hacia ti empuñando sus armas de fuego de un modo un tanto extraño. Cada uno te ataca desde un flanco, golpeando tus patas traseras con la culata de sus armas en primer lugar para, justo después, dar un salto hacia atrás y disparar en dirección a las mismas con intención de entumecerlas.
Alistair, parece que finalmente ha llegado tu momento. Habiéndote agenciado tu molusco de confianza y habiendo saciado ese apetito, parece que la zona de la presa se ha vaciado por completo y la situación se ha puesto un tanco complicada, por decirlo suavemente. Tus compañeros parecen estar apañándose la mar de bien. Aun así, resulta evidente que estáis en inferioridad numérica y me parece una excelente idea eso de echarles una mano.
Junto a ti, como dices, hay un enemigo oculto que no te ha visto, pero tú sí que sabes que está ahí. Te mueves con cautela y disimulo, buscando un punto ciego y la distancia idónea desde la que atacarle. Observando la situación desde detrás de una tubería, no percibe tu llegada hasta que ya estás encima de él. Tu filo atraviesa su hombro derecho, tal y como te propones, empujándole y provocando que se choca con la tubería que le servía de parapeto.
No obstante, de cara al segundo movimiento tu enemigo atina a desenvainar su arma e interponer el acero que le da forma entre tu espada y su muslo. Aun así, puedes ver cómo su hombro sangra considerablemente y el golpe con al tubería no le ha sentado del todo bien.
Es en ese momento cuando él decide pasar a la acción. Alzando su arma y moviéndose lateralmente hacia la izquierda, lanza dos disparos en tu dirección antes de, súbitamente, saltar hacia delante —hacia ti—, liberando un nuevo disparo con más potencia que los anteriores.
Percival, la flecha abandona tu arco en el momento preciso, con la potencia medida y la dirección exacta. Tu silbido la mece y la acuna, guiándola hasta su objetivo y susurrando al oído del pobre buzo una promesa de muerte inminente que nunca llegará a oír. No hay pólvora ni estruendo que delate que el proyectil ha abandonado el arco. Por el contrario, el único sonido que se escucha es el del metal tocando el suelo y un cuerpo desplomándose. La flecha ha atravesado el cuerpo de tu enemigo por completo como si de un cuchillo y mantequilla se tratasen. Él cae fulminado en un charco de sangre, con el gesto plácido de quien ni se ha dado cuenta de qué ha pasado.
En otro orden de cosas, suponiendo que decidas echar un vistacito a tu alrededor desde tu posición privilegiada en las alturas —sobre todo detrás de ti—, podrás comprobar que el resto de integrantes de la Revolución parecen estar haciendo bastante bien su trabajo. El agua liberada de la presa por vosotros parece estar siendo desviada y en vez de discurrir hacia la zona de los balleneros, donde habitualmente iría, ha sido reconducida hacia la región nororiental de Oykot. De momento parece que va todo a pedir de boca, ¿no? Podrías plantearte si esa información es digna de ser compartida con tus compañeros o si alguno de ellos necesita un poco de apoyo aéreo a distancia, pero eso ya como tú veas. También puedes tumbarte un rato a descansar, si quieres.
Tofun, tu aparición estelar detiene la patada que el enemigo había lanzado hacia Ubben mientras el segundo, en una maniobra de distracción con la que busca darle continuidad a sus ágiles movimientos, lanza una bomba de humo justo bajo sus pies. La bomba de humo os envuelve a ambos mientras el lanzador de sembon sale de la zona y continúa con su plan de acción —voy a ir primero con Tofun porque ha interrumpido el ataque a Ubben, para no estar saltando de uno a otro—.
Sea como sea, como te digo, consigues bloquear por completo el ataque del buzo y, más aún, tu mañana logra que caiga al suelo —ya estaba desarmado en este turno—. En consecuencia, quedáis los dos metidos en una densa nube de humo negro liberada por Ubben de la que no tardas en salir, de nuevo, como una exhalación.
Tu siguiente objetivo es uno de los enemigos situados en la presa, al que atacas sin clemencia alguna y sin dar margen de que reaccione. Tu velocidad es tal que, a pesar de tratarse nada más y nada menos que la que lleva la voz cantante dentro del Escuadrón Barracuda, no tiene forma de responder en modo alguno a tu ofensiva. Has conseguido golpearla hasta en tres ocasiones antes de que piense en darse la vuelta siquiera, lanzándola por los aires y arrojándola a la violenta corriente marina que, iracunda, busca a libertad tras abandonar la presa.
Volviendo a Ubben, tus sembon dan de nuevo en el blanco. El otro tipo que se encontraba en la zona de la presa los recibe de pleno, sin posibilidad alguna de responder, y cae a plomo hacia delante, lo que hace sospechar que por el momento no se va a mover de ahí.
Puedes ver como tiemblan un poco en el suelo mientras intenta mover uno de sus brazos, pero se queda quieto acto seguido. Si echar un vistacito alrededor en busca de las motos —como ya os comenté antes—, parecen haber salido de la zona junto al agua desbordada de la presa. En el camino han ido golpeándose entre sí, con las piedras del suelo y con los restos de las compuertas. Actualmente deben estar en algún punto entre donde estáis y el recorrido que viene siguiendo la corriente. El estado no lo sé, pero no creo que estén para muchos trotes, ¿no te parece?
Sea como sea, parece que alguien detrás de ti ha cogido su arma y en cierto modo te había escogido como rival a batir. Es por ello que, desde el suelo, el enemigo que había derribado Tofun apunta como buenamente puede en tu dirección antes de liberar un único disparo con el que pretende cobrarse su venganza. Viene con una trayectoria insólita, que cualquiera calificaría como curva de no ser porque es imposible... ¿o no?
Umibozu, ya sin agua alrededor pero no con menos ganas de mandar a esa panda de ricachones al fondo del mar —ojalá, ¿verdad?—, contraataca y carga en dirección a esos perros de presa que han enviado para intentar detenerle. Puedes ver cómo los tres ejecutan un veloz movimiento rotatorio con una voltereta en el que buscan alejarse de tu trayectoria y tu área de efecto. Los dos que están a los lados, pese a no conseguirlo del todo, logran evitar buena parte del daño. Sin embargo, quien no tiene tanta suerte es el que se encontraba en una posición central, el que era el principal objetivo de tu carga. A ése te lo llevas por delante, dejándole varios huesos fracturados y en unas condiciones bastante lamentables. En el suelo, si bien no está muerto y se intenta levantar para seguir dándoos guerra, todo indica a que al menos por el momento no se podrá levantar.
ACR301
ACRóBATA
Utilidad Activa
Tier 3
No Aprendida
37
2
El usuario realizará una voltereta rotando hacia cualquier dirección, en busca de evadir una ofensiva en su contra gracias al rápido y flexible movimiento. Dicho movimiento se realizara con mayores [Reflejos] y el usuario podra desplazarse 15 metros adicionales a su [Movilidad] durante el recorrido de la esquiva, adquiriendo un +4 en su [Tasa de Acierto] para la proxima ofensiva.
+10 [Reflejos]
Quienes no se quedan quietos son los otros dos, que a pesar del daño sufrido están muy dispuestos a continuar dando guerra. Puedes ver cómo, después de aterrizar tras sus respectivas maniobras, rompen a correr hacia ti empuñando sus armas de fuego de un modo un tanto extraño. Cada uno te ataca desde un flanco, golpeando tus patas traseras con la culata de sus armas en primer lugar para, justo después, dar un salto hacia atrás y disparar en dirección a las mismas con intención de entumecerlas.
GUN401
GUNKATA
Ofensiva Activa
Tier 4
No Aprendida
43
2
Empuñando alguna de sus armas de fuego el usuario girara la misma para propinar un poderoso golpe con la culata de su arma al mismo tiempo que realiza un disparo con mucho retroceso para aprovechar este y causar un [Entumecimiento] en la zona afectada por 1 Turno.
Golpe Básico + [FUEx2,4] de [Daño Perforante]
Alistair, parece que finalmente ha llegado tu momento. Habiéndote agenciado tu molusco de confianza y habiendo saciado ese apetito, parece que la zona de la presa se ha vaciado por completo y la situación se ha puesto un tanco complicada, por decirlo suavemente. Tus compañeros parecen estar apañándose la mar de bien. Aun así, resulta evidente que estáis en inferioridad numérica y me parece una excelente idea eso de echarles una mano.
Junto a ti, como dices, hay un enemigo oculto que no te ha visto, pero tú sí que sabes que está ahí. Te mueves con cautela y disimulo, buscando un punto ciego y la distancia idónea desde la que atacarle. Observando la situación desde detrás de una tubería, no percibe tu llegada hasta que ya estás encima de él. Tu filo atraviesa su hombro derecho, tal y como te propones, empujándole y provocando que se choca con la tubería que le servía de parapeto.
No obstante, de cara al segundo movimiento tu enemigo atina a desenvainar su arma e interponer el acero que le da forma entre tu espada y su muslo. Aun así, puedes ver cómo su hombro sangra considerablemente y el golpe con al tubería no le ha sentado del todo bien.
Es en ese momento cuando él decide pasar a la acción. Alzando su arma y moviéndose lateralmente hacia la izquierda, lanza dos disparos en tu dirección antes de, súbitamente, saltar hacia delante —hacia ti—, liberando un nuevo disparo con más potencia que los anteriores.
GUN301
GUNKATA
Ofensiva Activa
Tier 3
No Aprendida
36
2
Portando una arma de fuego en su mano el usuario realizará un disparo contra su objetivo. Al tiempo que realiza este movimiento, ejecuta un puñetazo hacía el oponente, incrementando la velocidad y potencia de la bala, que viajará hasta 16 metros adicionales. El disparo gana +5 [Tasa de Acierto].
Golpe Básico + [FUEx2,5] de [Daño Perforante]
Percival, la flecha abandona tu arco en el momento preciso, con la potencia medida y la dirección exacta. Tu silbido la mece y la acuna, guiándola hasta su objetivo y susurrando al oído del pobre buzo una promesa de muerte inminente que nunca llegará a oír. No hay pólvora ni estruendo que delate que el proyectil ha abandonado el arco. Por el contrario, el único sonido que se escucha es el del metal tocando el suelo y un cuerpo desplomándose. La flecha ha atravesado el cuerpo de tu enemigo por completo como si de un cuchillo y mantequilla se tratasen. Él cae fulminado en un charco de sangre, con el gesto plácido de quien ni se ha dado cuenta de qué ha pasado.
En otro orden de cosas, suponiendo que decidas echar un vistacito a tu alrededor desde tu posición privilegiada en las alturas —sobre todo detrás de ti—, podrás comprobar que el resto de integrantes de la Revolución parecen estar haciendo bastante bien su trabajo. El agua liberada de la presa por vosotros parece estar siendo desviada y en vez de discurrir hacia la zona de los balleneros, donde habitualmente iría, ha sido reconducida hacia la región nororiental de Oykot. De momento parece que va todo a pedir de boca, ¿no? Podrías plantearte si esa información es digna de ser compartida con tus compañeros o si alguno de ellos necesita un poco de apoyo aéreo a distancia, pero eso ya como tú veas. También puedes tumbarte un rato a descansar, si quieres.
Tofun, tu aparición estelar detiene la patada que el enemigo había lanzado hacia Ubben mientras el segundo, en una maniobra de distracción con la que busca darle continuidad a sus ágiles movimientos, lanza una bomba de humo justo bajo sus pies. La bomba de humo os envuelve a ambos mientras el lanzador de sembon sale de la zona y continúa con su plan de acción —voy a ir primero con Tofun porque ha interrumpido el ataque a Ubben, para no estar saltando de uno a otro—.
Sea como sea, como te digo, consigues bloquear por completo el ataque del buzo y, más aún, tu mañana logra que caiga al suelo —ya estaba desarmado en este turno—. En consecuencia, quedáis los dos metidos en una densa nube de humo negro liberada por Ubben de la que no tardas en salir, de nuevo, como una exhalación.
Tu siguiente objetivo es uno de los enemigos situados en la presa, al que atacas sin clemencia alguna y sin dar margen de que reaccione. Tu velocidad es tal que, a pesar de tratarse nada más y nada menos que la que lleva la voz cantante dentro del Escuadrón Barracuda, no tiene forma de responder en modo alguno a tu ofensiva. Has conseguido golpearla hasta en tres ocasiones antes de que piense en darse la vuelta siquiera, lanzándola por los aires y arrojándola a la violenta corriente marina que, iracunda, busca a libertad tras abandonar la presa.
Volviendo a Ubben, tus sembon dan de nuevo en el blanco. El otro tipo que se encontraba en la zona de la presa los recibe de pleno, sin posibilidad alguna de responder, y cae a plomo hacia delante, lo que hace sospechar que por el momento no se va a mover de ahí.
Puedes ver como tiemblan un poco en el suelo mientras intenta mover uno de sus brazos, pero se queda quieto acto seguido. Si echar un vistacito alrededor en busca de las motos —como ya os comenté antes—, parecen haber salido de la zona junto al agua desbordada de la presa. En el camino han ido golpeándose entre sí, con las piedras del suelo y con los restos de las compuertas. Actualmente deben estar en algún punto entre donde estáis y el recorrido que viene siguiendo la corriente. El estado no lo sé, pero no creo que estén para muchos trotes, ¿no te parece?
Sea como sea, parece que alguien detrás de ti ha cogido su arma y en cierto modo te había escogido como rival a batir. Es por ello que, desde el suelo, el enemigo que había derribado Tofun apunta como buenamente puede en tu dirección antes de liberar un único disparo con el que pretende cobrarse su venganza. Viene con una trayectoria insólita, que cualquiera calificaría como curva de no ser porque es imposible... ¿o no?
TIR201
TIRADOR
Utilidad Activa
Tier 2
No Aprendida
29
1
Apuntando con su arma hacia un blanco, centrando su atención y dejando de percibir bien sus alrededores durante la ejecución de esta acción salvo de su objetivo, el usuario centrara su atención completa en su objetivo, logrando encadenar junto a esta técnica alguna acción ofensiva contra su objetivo, adquiriendo su adversario una desventaja de [Reflejos] para reaccionar y la ofensiva tendrá un incremento de daño.
[-5 Reflejos] y +25 de [Daño]
ASA301
ASALTANTE
Ofensiva Activa
Tier 3
No Aprendida
41
2
La habilidad del usuario con las armas de proyectiles le permite realizar un disparo con una perfecta trayectoria y curvatura que de forma sorpresiva logra rebotar con superficies y objetos, buscando alcanzar a sus objetivos desde ángulos complicados y puntos ciegos, dificultando su reacción, aumentado su alcance hasta 12 metros. Los objetivos de estos disparos verán sus [Reflejos] reducidos en -5 ante esta ofensiva.
Golpe Básico + [DESx2,5] de [Daño perforante]