Shiro
Ninguno
10-10-2024, 11:05 PM
En esta ocasión, tuve mucha más suerte que en la anterior. Gracias a que el peliverde se encontraba completamente focalizado en la chica medusa y en Juuken pude realizar mi estrategia sin complicaciones, agarrando al cantante del brazo y llevándomelo hacia el exterior. Durante el camino me crucé con Lance, que por algún motivo venía del exterior del local.
- ¿De dónde vendrá? - pensé buscando algún motivo coherente para que nos hubiese dejado tirados en aquella situación. Normalmente el peliblanco siempre era el primero en dar la cara por cualquiera de nosotros, así que debía de haber tenido alguna urgencia de fuerza mayor… - ¿Se estaría meando?
- Gracias capi - respondí guardándome las preguntas para más adelante. - Ve con Juuken… que ya sabes como se pone - proseguí sin dar más explicaciones mientras empujaba al cantante para que siguiera caminando hacia la puerta. Notaba como a mis espaldas todo comenzaba a revolverse, por lo que no había tiempo que perder si quería sacar al cantante de aquel sarao sin interrupciones.
Al cruzar el umbral de la puerta nos recibió la brisa vespertina, llevándose con ella el aroma cargado del interior del bar que llevábamos pegados a la ropa. Era una sensación refrescante, en algún momento había comenzado a sudar y el airecillo me provocaba una sensación de lo más placentera… pero como había dicho antes. No había tiempo para nada más que sacarle la información al cantante. Confiaba que tras salvarlo del tipo estaría más abierto a compartir lo que sabía… sino, tendría que seguir por donde lo había dejado el lechuguino.
- Tranquilo, ya estás a salvo - dije tras escuchar cómo el cantante lanzaba un grito a causa de la tensión acumulada. Lo más seguro es que el cantante no estuviese acostumbrado a situaciones así, por lo que intenté sacar mi lado más amable y le di un instante para recomponerse.
- De menuda nos hemos librado, eh - comencé a decir relajando el ambiente. Temía que si adoptaba una actitud tan agresiva como Terence se cerrase en banda, así que probé algo distinto antes de tener que llegar a las amenazas. - Bueno, puede que no haya sido fácil… pero al final te hemos librado de él como querías - proseguí mientras le daba un par de palmaditas en la espalda mientras hacía alusión al trato que le había propuesto Terence antes de caer bajo aquel peculiar mutismo. - Espero que haya merecido la pena… - acabé al mismo tiempo que dejaba de darle golpecitos y pasaba a dejarle la mano sobre el hombro realizando una leve presión.
- ¿De dónde vendrá? - pensé buscando algún motivo coherente para que nos hubiese dejado tirados en aquella situación. Normalmente el peliblanco siempre era el primero en dar la cara por cualquiera de nosotros, así que debía de haber tenido alguna urgencia de fuerza mayor… - ¿Se estaría meando?
- Gracias capi - respondí guardándome las preguntas para más adelante. - Ve con Juuken… que ya sabes como se pone - proseguí sin dar más explicaciones mientras empujaba al cantante para que siguiera caminando hacia la puerta. Notaba como a mis espaldas todo comenzaba a revolverse, por lo que no había tiempo que perder si quería sacar al cantante de aquel sarao sin interrupciones.
Al cruzar el umbral de la puerta nos recibió la brisa vespertina, llevándose con ella el aroma cargado del interior del bar que llevábamos pegados a la ropa. Era una sensación refrescante, en algún momento había comenzado a sudar y el airecillo me provocaba una sensación de lo más placentera… pero como había dicho antes. No había tiempo para nada más que sacarle la información al cantante. Confiaba que tras salvarlo del tipo estaría más abierto a compartir lo que sabía… sino, tendría que seguir por donde lo había dejado el lechuguino.
- Tranquilo, ya estás a salvo - dije tras escuchar cómo el cantante lanzaba un grito a causa de la tensión acumulada. Lo más seguro es que el cantante no estuviese acostumbrado a situaciones así, por lo que intenté sacar mi lado más amable y le di un instante para recomponerse.
- De menuda nos hemos librado, eh - comencé a decir relajando el ambiente. Temía que si adoptaba una actitud tan agresiva como Terence se cerrase en banda, así que probé algo distinto antes de tener que llegar a las amenazas. - Bueno, puede que no haya sido fácil… pero al final te hemos librado de él como querías - proseguí mientras le daba un par de palmaditas en la espalda mientras hacía alusión al trato que le había propuesto Terence antes de caer bajo aquel peculiar mutismo. - Espero que haya merecido la pena… - acabé al mismo tiempo que dejaba de darle golpecitos y pasaba a dejarle la mano sobre el hombro realizando una leve presión.