Shiro
Ninguno
11-10-2024, 11:02 PM
El marine finalmente cayó rendido bajo el combo de golpes que le lanzó Gretta y tras verse claramente superado no dudó en contar todo lo que sabía en un intento de salvar su vida y la de su superior… Maldito iluso.
El espadachín claramente había mentido a aquel hombre. Shiro no deseaba lo que iba a pasarle, pero su muerte era necesaria. El trío había causado innumerables delitos y no podían permitirse quedar cabos sueltos. Cualquier superviviente podía dar una descripción de uno de ellos, transformándolos en una diana viviente que solo arrastraría problemas al resto de la banda. Bastante tenía el peliblanco con tener que pensar cómo explicarle al bonachón de su capitán de dónde habían sacado aquel dinero, cómo para que encima se enterase que habían puesto una recompensa por sus cabezas… aunque mejor eso, que acabar directamente perdiéndola como el marine.
- ¡Joder, Gretta! - gritó quejándose el muchacho cuando recobró la compostura ante la nueva escena caníbal de su nakama. - ¿En qué habíamos quedado? - preguntó recordándole la conversación que habían tenido en el callejón. Shiro estaba de acuerdo con no quedar cabos sueltos, pero no hacía falta ser tan escabroso.
Mientras la pareja reñía apareció Qazan cargado con el tesoro, el cual tras unas pocas palabras se arrimó hacia donde estaba Shiro montado sobre el marine y le tronó el cuello con un potente giro de manos. El peliblanco pudo notar el crujido del marine recordarle el cuerpo, aunque ya no tenía fuerzas para seguir peleándose con aquel par de bestias. Eran incontrolables.
- No puedo más - pensó el peliblanco, superado por la situación, al mismo tiempo que liberaba sus poderes y dejaba caer el cuerpo sin vida del marine.
Shiro, completamente exhausto por todo, simplemente guardó silencio intentando ordenar sus pensamientos. Solo tenía ganas de que todo se acabara, por lo que con su característico mutismo se limitó a ir en busca de la espada que se le había caído durante el combate mientras sus nakamas se ponían a cargar el tesoro.
- Capi, prometo que lo he intentado… - fue su último pensamiento mientras se dirigía tras sus nakamas en dirección a la guarida.
El espadachín claramente había mentido a aquel hombre. Shiro no deseaba lo que iba a pasarle, pero su muerte era necesaria. El trío había causado innumerables delitos y no podían permitirse quedar cabos sueltos. Cualquier superviviente podía dar una descripción de uno de ellos, transformándolos en una diana viviente que solo arrastraría problemas al resto de la banda. Bastante tenía el peliblanco con tener que pensar cómo explicarle al bonachón de su capitán de dónde habían sacado aquel dinero, cómo para que encima se enterase que habían puesto una recompensa por sus cabezas… aunque mejor eso, que acabar directamente perdiéndola como el marine.
- ¡Joder, Gretta! - gritó quejándose el muchacho cuando recobró la compostura ante la nueva escena caníbal de su nakama. - ¿En qué habíamos quedado? - preguntó recordándole la conversación que habían tenido en el callejón. Shiro estaba de acuerdo con no quedar cabos sueltos, pero no hacía falta ser tan escabroso.
Mientras la pareja reñía apareció Qazan cargado con el tesoro, el cual tras unas pocas palabras se arrimó hacia donde estaba Shiro montado sobre el marine y le tronó el cuello con un potente giro de manos. El peliblanco pudo notar el crujido del marine recordarle el cuerpo, aunque ya no tenía fuerzas para seguir peleándose con aquel par de bestias. Eran incontrolables.
- No puedo más - pensó el peliblanco, superado por la situación, al mismo tiempo que liberaba sus poderes y dejaba caer el cuerpo sin vida del marine.
Shiro, completamente exhausto por todo, simplemente guardó silencio intentando ordenar sus pensamientos. Solo tenía ganas de que todo se acabara, por lo que con su característico mutismo se limitó a ir en busca de la espada que se le había caído durante el combate mientras sus nakamas se ponían a cargar el tesoro.
- Capi, prometo que lo he intentado… - fue su último pensamiento mientras se dirigía tras sus nakamas en dirección a la guarida.