Alguien dijo una vez...
Donquixote Doflamingo
¿Los piratas son malos? ¿Los marines son los buenos? ¡Estos términos han cambiado siempre a lo largo de la historia! ¡Los niños que nunca han visto la paz y los niños que nunca han visto la guerra tienen valores diferentes! ¡Los que están en la cima determinan lo que está bien y lo que está mal! ¡Este lugar es un terreno neutral! ¿Dicen que la Justicia prevalecerá? ¡Por supuesto que lo hará! ¡Gane quién gane esta guerra se convertirá en la Justicia!
[Aventura] Contrabando en Rostock
Crispin
Cachivaches
En la pequeña isla de Kilombo, Crispin, el cangrejo ermitaño humanoide, vivía una vida tranquila y satisfactoria. Aunque sus días normalmente transcurrían entre invenciones y paseos por la playa, Crispin siempre estaba alerta a cualquier anomalía que pudiera surgir. Un día, mientras disfrutaba de una tarde soleada, escuchó a unos pescadores murmurando cerca del puerto de Rostock.

―¿Escuchaste sobre esos movimientos extraños por la noche?― dijo uno de los pescadores.

―Sí, he visto sombras cargando cajas en el puerto cuando nadie más está mirando. Algo raro está pasando― respondió otro con preocupación.Intrigado por los rumores, Crispin decidió investigar. 

Sabía que para resolver este misterio necesitaría paciencia y discreción. Esa misma noche, se ocultó cerca del puerto, usando su concha decorada con grafitis como camuflaje entre las sombras. Observó atentamente los movimientos en el puerto, esperando descubrir algo inusual.

No pasó mucho tiempo antes de que su vigilancia diera frutos. Vio un pequeño bote llegar sigilosamente al puerto. Varios hombres comenzaron a descargar cajas y las llevaban a un almacén abandonado en el extremo del puerto. Crispin tomó nota de todo, desde el número de hombres hasta las características del bote y el almacén.

―Esto se pone interesante― murmuró Crispin, mientras anotaba en su libreta.

Durante los siguientes días, Crispin continuó su vigilancia, oculto entre los arbustos y las sombras del puerto. Cada noche observaba cómo los contrabandistas repetían sus actividades, descargando cajas y llevándolas al almacén. Notó que siempre operaban después del atardecer y que los hombres parecían estar liderados por uno particularmente corpulento y con una cicatriz en la cara.

Un día, mientras exploraba el área alrededor del puerto durante el día, Crispin escuchó una conversación reveladora entre dos hombres que parecían estar relacionados con el contrabando.

―Este último envío debe llegar sin problemas. Si logramos moverlo antes del fin de semana, estaremos fuera de aquí sin dejar rastro― dijo uno de ellos.

―Sí, pero tenemos que tener cuidado. He escuchado rumores de que alguien nos está observando― respondió el otro con preocupación.

Sabiendo que debía actuar rápido, Crispin decidió acercarse al almacén durante el día, cuando los contrabandistas no estaban activos. Utilizando sus habilidades de inventor, logró abrir la cerradura sin hacer ruido. Dentro, encontró cajas llenas de mercancías ilegales: armas, medicinas y objetos valiosos.

―¡Ajá! Aquí están las pruebas que necesitaba― dijo Crispin con una sonrisa de satisfacción.

Con las pruebas en mano, Crispin sabía que debía informar a la Marina. Decidió recopilar toda la información posible antes de acercarse a ellos, para asegurarse de que su caso fuera sólido e irrefutable. Durante los días siguientes, continuó observando y tomando notas detalladas de los movimientos de los contrabandistas, asegurándose de no ser descubierto.

Finalmente, con un cuaderno lleno de notas y dibujos, Crispin se dirigió a la base de la Marina G-23 ubicada en la meseta central de la isla. Pidió hablar con el comandante y, tras una breve espera, fue llevado a su oficina.

―Señor, tengo pruebas de un contrabando que está ocurriendo en el puerto de Rostock. He pasado varios días observando y recopilando información sobre sus actividades. Necesitamos detenerlos antes de que se den cuenta de que estamos tras ellos― dijo Crispin, mostrando sus notas y dibujos.

El comandante, impresionado por la meticulosidad de Crispin, examinó las pruebas detenidamente. Las descripciones detalladas y los diagramas minuciosos dejaban claro que Crispin había hecho un trabajo excepcional de vigilancia.

―Esto es información valiosa, Crispin. Sin embargo, necesitaremos tiempo para planificar una operación de esta magnitud. No podemos actuar precipitadamente y poner en riesgo la misión― dijo el comandante, agradeciendo a Crispin por su esfuerzo.

Crispin asintió, comprendiendo la necesidad de un plan bien pensado. Aunque deseaba que los contrabandistas fueran arrestados de inmediato, sabía que la paciencia y la planificación eran esenciales para el éxito de la operación.

―Entiendo, comandante. Haré lo que pueda para mantenerme alerta y proporcionar cualquier información adicional que pueda obtener― Respondió Crispin con determinación.Con la promesa de colaboración futura, Crispin se retiró de la base de la Marina, satisfecho de haber hecho su parte pero consciente de que el trabajo aún no estaba terminado. Mientras caminaba de regreso al puerto, sintió una mezcla de alivio y expectación. Sabía que había dado un paso crucial para liberar a Rostock del contrabando, pero también que la verdadera prueba estaba por venir.

Esa noche, Crispin volvió a su escondite cerca del puerto, decidido a seguir observando hasta que la Marina estuviera lista para actuar. Con su ingenio y determinación, estaba seguro de que, tarde o temprano, el puerto de Rostock volvería a ser un lugar seguro y libre de actividades ilegales.
#1


Mensajes en este tema
Contrabando en Rostock - por Crispin - 31-07-2024, 07:38 PM
RE: Contrabando en Rostock - por Moderador Bon Clay - 31-07-2024, 11:56 PM

Salto de foro:


Usuarios navegando en este tema: 4 invitado(s)