Galhard permaneció en silencio, tratando de asimilar lo que acababa de escuchar. La cruda realidad de las grabaciones, el eco de los gritos de auxilio y las burlas de los piratas, junto al agradecimiento sincero de una familia salvada... Todo aquello le caló hondo. El peso de la responsabilidad recaía sobre él de una manera que solo un marine podía entender. La vida siempre presentaba dilemas, y ahora, mientras se encontraba en medio de esta prueba, sentía el peso de esa verdad con una intensidad renovada.
Aún conmovido, Galhard alzó la mirada hacia el marine que le acompañaba, y su voz, aunque firme, dejaba entrever una mezcla de respeto y reflexión.
—Esos marines... —comenzó, buscando las palabras adecuadas — Dieron sus vidas para proteger a otros, y aunque no pude elegir salvarlos en esta prueba, su sacrificio no sirvió en vano. Entiendo que, como marines, no siempre podemos salvar a todos. Pero incluso en sus últimos momentos, su valentía dejó una marca que seguirá viva en quienes los recordamos.—
Tomó un momento para respirar profundamente, sintiendo que, a pesar de no haber estado allí en persona, el sacrificio de aquellos marines ya formaba parte de él. Recordó que, en la vida, los marines a menudo se enfrentaban a decisiones imposibles, y que cada elección conllevaba una carga. Sin embargo, lo que definía a un verdadero marine no era siempre el resultado, sino la determinación y el coraje con el que enfrentaban esos momentos.
—Me gustaría saber dónde descansan — dijo, su tono más firme —Si pudieras indicarme, una vez que concluya esta prueba, me gustaría visitar sus tumbas y rendirles mis respetos. Creo que todos merecen ser recordados por lo que hicieron. Enfrentaron su destino con dignidad y defendieron con honor aquello en lo que creían, para mi no hay mejor definición que la de héroes para ellos.—
Hizo una pausa, y una expresión de determinación iluminó sus ojos.
—La valentía que mostraron hasta el final nos deja un legado. Cada marine que se enfrenta a una situación de vida o muerte lleva consigo esa estela de coraje, una cadena que se extiende a través del tiempo y que conecta a todos los que eligen este camino. Aunque su sacrificio fue duro, quiero asegurarme de que su memoria siga inspirándonos a quienes continuamos este trabajo.—
Galhard sentía un impulso renovado. Sabía que, en la vida real, siempre habría situaciones en las que no se pudiera salvar a todos, pero eso no significaba que los caídos no merecieran ser honrados. Si algo le había enseñado esta experiencia, era que el valor no siempre se medía por las vidas que podías salvar, sino también por el respeto y el honor que se otorgaba a quienes ya no estaban. Aquellos marines caídos en cumplimiento del deber merecían ser recordados como los héroes que fueron, y él estaba decidido a hacerlo.
—Aunque no siempre podemos elegir los finales, podemos mantener vivos los principios por los que lucharon. Si esos marines dieron sus vidas para salvar a otros, entonces su sacrificio no fue en vano. Haré todo lo que esté en mi mano para mantener su legado vivo y continuar su lucha, honrándolos y defendiendo los mismos ideales que defendieron —añadió, con una convicción inquebrantable.
Galhard aguardó la respuesta del marine, con la esperanza de que le diera la oportunidad de rendir homenaje a aquellos que, a pesar de haber perdido la batalla, habían ganado el respeto y la gratitud de todos aquellos que alguna vez habían elegido el camino del deber y la justicia.
Aún conmovido, Galhard alzó la mirada hacia el marine que le acompañaba, y su voz, aunque firme, dejaba entrever una mezcla de respeto y reflexión.
—Esos marines... —comenzó, buscando las palabras adecuadas — Dieron sus vidas para proteger a otros, y aunque no pude elegir salvarlos en esta prueba, su sacrificio no sirvió en vano. Entiendo que, como marines, no siempre podemos salvar a todos. Pero incluso en sus últimos momentos, su valentía dejó una marca que seguirá viva en quienes los recordamos.—
Tomó un momento para respirar profundamente, sintiendo que, a pesar de no haber estado allí en persona, el sacrificio de aquellos marines ya formaba parte de él. Recordó que, en la vida, los marines a menudo se enfrentaban a decisiones imposibles, y que cada elección conllevaba una carga. Sin embargo, lo que definía a un verdadero marine no era siempre el resultado, sino la determinación y el coraje con el que enfrentaban esos momentos.
—Me gustaría saber dónde descansan — dijo, su tono más firme —Si pudieras indicarme, una vez que concluya esta prueba, me gustaría visitar sus tumbas y rendirles mis respetos. Creo que todos merecen ser recordados por lo que hicieron. Enfrentaron su destino con dignidad y defendieron con honor aquello en lo que creían, para mi no hay mejor definición que la de héroes para ellos.—
Hizo una pausa, y una expresión de determinación iluminó sus ojos.
—La valentía que mostraron hasta el final nos deja un legado. Cada marine que se enfrenta a una situación de vida o muerte lleva consigo esa estela de coraje, una cadena que se extiende a través del tiempo y que conecta a todos los que eligen este camino. Aunque su sacrificio fue duro, quiero asegurarme de que su memoria siga inspirándonos a quienes continuamos este trabajo.—
Galhard sentía un impulso renovado. Sabía que, en la vida real, siempre habría situaciones en las que no se pudiera salvar a todos, pero eso no significaba que los caídos no merecieran ser honrados. Si algo le había enseñado esta experiencia, era que el valor no siempre se medía por las vidas que podías salvar, sino también por el respeto y el honor que se otorgaba a quienes ya no estaban. Aquellos marines caídos en cumplimiento del deber merecían ser recordados como los héroes que fueron, y él estaba decidido a hacerlo.
—Aunque no siempre podemos elegir los finales, podemos mantener vivos los principios por los que lucharon. Si esos marines dieron sus vidas para salvar a otros, entonces su sacrificio no fue en vano. Haré todo lo que esté en mi mano para mantener su legado vivo y continuar su lucha, honrándolos y defendiendo los mismos ideales que defendieron —añadió, con una convicción inquebrantable.
Galhard aguardó la respuesta del marine, con la esperanza de que le diera la oportunidad de rendir homenaje a aquellos que, a pesar de haber perdido la batalla, habían ganado el respeto y la gratitud de todos aquellos que alguna vez habían elegido el camino del deber y la justicia.