Asradi
Völva
13-10-2024, 01:31 PM
La risa de la sirena fue divertida y entretenida, todavía bajo el agua mientras algunas burbujas salían de su boca debido a ello. El ver caer a Galhard y quejarse, en broma, de aquello, le había divertido en demasía y le había devuelto un poco el humor. La verdad es que sí necesitaba un momento de desahogo y dispersión como aquel. Y aquella boda, y posterior fiesta, estaba siendo perfecta para desfasarse un poco y olvidarse de todo lo que, a diario, tenía en la cabeza. Nadó un poco alrededor de Galhard antes de que éste subiese a la superficie. Asradi hizo lo mismo, asomando medio rostro con una mirada pícara y que distaba mucho de un gesto inocente. Le había empujado a propósito.
— ¿Traidora yo? Me ofendes. — Se hizo la dramática, antes de reírse un poco y volver a zambullirse.
Durante un buen rato estuvieron así, nadando y divirtiéndose un poco. Dejando que cualquier problema que pudiese haber, se lo llevase la marea. Olvídándose un poco de todo y de los malos momentos. Cuando el pelicastaño regresó a la superficie, Asradi hizo lo mismo, flotando cerca de él con movimientos muy sutiles de su cola. Fue una breve sonrisa la que se asomó en el rostro de la fémina al mirarle.
— Yo tampoco pensé que los disfraces fuesen demasiado apropiados para una boda. — Al inicio, cuando había ido a aquella tienda con Ubben, no estaba demasiado segura. Incluso también se había negado a vestir de una manera tan ridícula.
Pero ahora que lo pensaba bien, no había sido tan malo. Se había divertido como no había sucedido en años, dejándose llevar y sin pensar en nada más. Dirigió una mirada más suave a Galhard, mientras ambos se mecían con el suave vaivén de las olas.
— Pero a veces está bien no dejarse llevar por tantas normas o tanta etiqueta. — Estaba relajada, y eso también se notaba no solo en su expresión, sino en la cercanía que mantenía con el marine. Generalmente era cuidadosa con cualquier persona que perteneciese al gobierno, pero había dos con las que confiaría ciegamente. En uno más que en otro, de todas maneras: Octojin y Galhard.
— Cuéntame, ¿qué ha sido de ti todo este tiempo? — Preguntó, queriendo saber.
Tenía curiosidad por saber cómo le había ido a Galhard desde aquella vez que se separaron en aquella playa.
— Espero que no hayas trabajado mucho. — Añadió, con una sonrisa un poco más confiada.
— ¿Traidora yo? Me ofendes. — Se hizo la dramática, antes de reírse un poco y volver a zambullirse.
Durante un buen rato estuvieron así, nadando y divirtiéndose un poco. Dejando que cualquier problema que pudiese haber, se lo llevase la marea. Olvídándose un poco de todo y de los malos momentos. Cuando el pelicastaño regresó a la superficie, Asradi hizo lo mismo, flotando cerca de él con movimientos muy sutiles de su cola. Fue una breve sonrisa la que se asomó en el rostro de la fémina al mirarle.
— Yo tampoco pensé que los disfraces fuesen demasiado apropiados para una boda. — Al inicio, cuando había ido a aquella tienda con Ubben, no estaba demasiado segura. Incluso también se había negado a vestir de una manera tan ridícula.
Pero ahora que lo pensaba bien, no había sido tan malo. Se había divertido como no había sucedido en años, dejándose llevar y sin pensar en nada más. Dirigió una mirada más suave a Galhard, mientras ambos se mecían con el suave vaivén de las olas.
— Pero a veces está bien no dejarse llevar por tantas normas o tanta etiqueta. — Estaba relajada, y eso también se notaba no solo en su expresión, sino en la cercanía que mantenía con el marine. Generalmente era cuidadosa con cualquier persona que perteneciese al gobierno, pero había dos con las que confiaría ciegamente. En uno más que en otro, de todas maneras: Octojin y Galhard.
— Cuéntame, ¿qué ha sido de ti todo este tiempo? — Preguntó, queriendo saber.
Tenía curiosidad por saber cómo le había ido a Galhard desde aquella vez que se separaron en aquella playa.
— Espero que no hayas trabajado mucho. — Añadió, con una sonrisa un poco más confiada.