¿Sabías que…?
... Eiichiro Oda empezó la serie con la idea de terminarla en 5 años, pero se dio cuenta de que en esos 5 años que la trama ni siquiera llegaba al 50%.
[Aventura] [T1] Un pequeño paso a la aventura, un gracioso saltito para una Sirena
Ubben Sangrenegra
Loki
Tus intentos de liberarte del peso de Celine, esos movimientos bruscos y frenéticos, no lograron el resultado esperado. Su cuerpo permanecía firme sobre el tuyo, inmovilizándote con una facilidad preocupante. Era como luchar contra una pared de músculos que no cedía ante tus esfuerzos. Sin embargo, tus palabras, teñidas de reproche, le hicieron reaccionar. Rodó hacia un costado, liberándote de su aplastante peso. A pesar de haberte quitado de encima, sus piernas seguían sobre tu cola, cubriéndola pero sin ejercer presión, claramente escondiendolas de cualquiera que pudiese estar fisgoneando. 

Celine era imponente, su estatura alcanzaba los dos metros y medio, y su cuerpo proporcionado a esa magnitud resultaba abrumador en comparación con el tuyo. —Evitando que te vean los humanos— espetó con molestia, aunque su voz se mantenía baja, casi un susurro entrecortado por la preocupación. Su irritación era evidente, pero había algo más en su tono. No era solo enojo; era un temor palpable, como si estuviera luchando contra algo más que las circunstancias inmediatas. A pesar de que había retirado su peso, sus piernas seguían ahí, cubriendo tu cola como si intentara protegerte. Era una barrera entre tú y el peligro que ella percibía, una forma de asegurarse de que no te movieras sin considerar las consecuencias.

¿Qué harás si se dan cuenta de que eres una sirena? —preguntó, y aunque la pregunta parecía inocente, su tono era diferente. Había una subestimación implícita, una sugerencia de que quizás no comprendías completamente los riesgos. ¿Te estaba protegiendo o simplemente te consideraba incapaz de defenderte por ti misma? Era difícil saberlo con certeza. Celine no te miraba directamente, su rostro se oscurecía, como si una sombra interna hubiese comenzado a nublar sus pensamientos. Cuando continuó hablando, su voz cambió, y lo que escuchaste fue un susurro lúgubre, cargado de una tristeza profunda y amarga. —No quieres pasar por eso... créeme... — dijo, y su tono resonaba con una oscuridad casi palpable. Mientras hablaba, sus dedos se cerraron con fuerza alrededor de su propio antebrazo, como si al apretar su carne pudiera ahogar los recuerdos que se agolpaban en su mente. Su rostro, habitualmente pálido, se tiñó de un leve carmesí, y en su mirada pudiste ver algo que nunca antes habías notado en ella... vulnerabilidad.

Era evidente que estaba reviviendo un pasado doloroso, uno que ella misma intentaba suprimir, pero que, por alguna razón, estaba emergiendo en ese momento, frente a ti. La manera en que sus palabras se arrastraban, la tensión en su postura, todo indicaba que Celine había atravesado momentos oscuros, similares a los que tú misma temías volver experimentar. Después de unos segundos que parecieron eternos, Celine exhaló con fuerza, recuperando la compostura. Su cuerpo, aunque seguía rígido, se relajó lo suficiente como para que el aire alrededor de ambas se sintiera menos cargado. —Hay gente mucho peor que el humano de a pie... créeme— dijo, y esta vez no era tristeza lo que teñía sus palabras, sino algo más visceral. 

Había odio en sus ojos, un odio que se arrastraba desde lo más profundo de su ser, emergiendo con tal fuerza que su ceño se frunció, transformando su rostro angelical en una máscara de rencor. Ese odio no era hacia ti, eso era claro, pero su intensidad te dejó en silencio. Lo que había en sus ojos era algo reprimido, algo que ella misma había enterrado, pero que ahora afloraba como un recordatorio ineludible de su pasado.

Fue entonces cuando notaste algo que te dejó sin aliento. Mientras Celine se giraba ligeramente para mirar hacia el bosque, el movimiento reveló una marca en su hombro derecho, una que conocías demasiado bien, pues portabas la misma en tu espalda... el símbolo de los Dragones Celestiales. Todo cobró sentido.... Celine había pasado por lo mismo que tú. Esa marca, el símbolo de la esclavitud y el sufrimiento, una cicatriz imborrable que iba mucho más allá de la piel. 

Ella había sido atrapada, igual que tú, y había sobrevivido. Pero lo que no podías saber era cómo esos recuerdos la habían moldeado, qué tanto de su odio estaba dirigido hacia aquellos que la habían marcado para siempre. —Sígueme— dijo, su voz aún oscurecida por los recuerdos que revoloteaban en su mente —Tengo un lugar seguro aquí en la isla... Conozco a alguien que puede darnos refugio, para que no tengas que dormir a la intemperie.— Su tono era sombrío, pero no por ti, sino por las imágenes que claramente seguían evocando en su cabeza. Era obvio que el pasado de Celine no era tan diferente del tuyo. Y mientras se levantaba, sus piernas, esas que antes habían sido una cola de sirena, se movían con facilidad, aunque las escamas platinas seguían brillando tenuemente bajo la luz de la luna. Se giró en dirección al bosque, mientras murmuraba —El refugio queda a las afueras del pueblo, así que es bastante seguro.— Cuando Celine giró su rostro hacia ti, esperando que la siguieras, te encontraste con sus ojos. Eran los mismos de siempre, pero algo había cambiado, quizá ahora podías notar un dolor que ella nunca había revelado frente a ti.


resumen
#5


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RE: [T1] Un pequeño paso a la aventura, un gracioso saltito para una Sirena - por Ubben Sangrenegra - 13-10-2024, 06:38 PM

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