Mayura Pavone
El Pavo Real del Oceano
14-10-2024, 02:44 PM
— ¿Algo exquisito y digno de su paladar? — replicó con neutralidad la mujer que estaba atendiendo en la barra, una chica de pelo castaño con cara inocente y aparente de unos de veintidós años como mucho. Los encantos del pirata parecieron inútiles contra la camarera, quien debía pasar por la misma experiencia noche tras noche, recibiendo todo tipo de cliente, inamovible ante cualquier intento de seducción, impertinencia y los diferentes problemas que visitaban la barra, ser impersonal era lo que le permitía sobrevivir a esta rutina y era muy buena en ello.
Perplejo ante la respuesta, el pavo real del océano se vio forzado a despertar de sus pensamientos y volver a prestar atención al frente. Titubeando un poco antes de responder, recuperando su compostura en cuestión de un instante pues no podía permitir que su coraza de elegancia y confianza se viera débil y mucho menos quebrada ante una presencia tan interesante como el sujeto a su derecha. — Increíble… — inició tras soltar un suspiro y mirar con indignidad hacia la camarera. — Tráeme un licor de melocotón y algo ligero para saciar mis ganas de comer, un poco de fruta o quizás unos quesos. — su tono reflejaba su descontento ante la camarera, la cual simplemente tomó la orden y siguió con su trabajo. No obstante, pudo sentir como su desconocido acompañante de la izquierda se veía disgustado con su presencia, no le importó, pues también escuchó la risa de quien la atención si le importaba.
La camarera regresa con la botella de licor de melocotón y un plato de frutas picadas acompañadas de algún queso de dudosa procedencia. Mayura vertió licor en su copa y comenzó con su proceso de degustación, observó el color pálido del licor, disfrutó un poco de su aroma de melocotón con notas florales y finalmente llevó a boca, donde sentiría el balance que necesitaba entre lo frutal, lo floral y un pequeño toque de acidez. Tras ese proceso realizado con elegancia era imposible evitar notar que el histriónico pirata venia de buena crianza, aunque todo ese proceso meticulosamente realizado seria invisible ante los ojos de ignorantes.
"Curioso... licor de café. Un gusto tan peculiar como su dueño, sin duda." Pensó intrigado al escuchar al interesante joven ordenar. No había necesidad de forzar una interacción, aún. No era su estilo abordar una situación sin primero medir su ambiente, y este extraño, con su tono sereno y su atención fija en el arma, no parecía ser la clase de compañía que pudiera ignorarse con facilidad. Era evidente que estaba completamente absorto en sus pensamientos, ajeno a todo lo que le rodeaba en ese momento. Claramente, no era uno de esos personajes impresionables que se dejaban llevar por la apariencia o la extravagancia. Quizás eso, después de todo, era lo que más le había llamado la atención.
Con una ligera sonrisa en los labios y sin perder su porte, decidió que romper el hielo. A fin de cuentas, no podía dejar que la noche simplemente se desvaneciera sin algún tipo de entretenimiento, y si había algo que sabía hacer, era ganarse la atención de aquellos que inicialmente parecían reacios a prestarla. Se inclinó un poco hacia el joven pirata, manteniendo el aire de casualidad, como quien comenta algo trivial.
— Una noche tranquila para alguien que parece estar buscando algo más que el simple sonido del licor cayendo en un vaso. — comenzó, su voz suave y melódica, lo suficientemente fuerte como para que el otro pudiera escucharle sin que sonara forzado. — Aunque debo decir que no eres el único con gustos exquisitos. — añadió, señalando con un ligero gesto hacia la botella vacía de licor de café que descansaba frente al hombre.
Una pausa breve, lo justo para medir su reacción, antes de continuar. Mayura era un maestro en leer a las personas, y aunque su interlocutor no parecía hostil, tampoco había ofrecido mucho hasta el momento. Eso, sin embargo, era parte del juego. Siempre había algo que podía atraer la atención de los más reservados, y él sabía cómo manejar la situación.
— El café tiene una manera especial de calmar los nervios y despejar la mente, ¿no es cierto? — agregó, volviendo su mirada hacia la barra por un momento. — Aunque debo admitir que esperaba algo un poco más... emocionante esta noche. ¿Y tú? — concluyó con una sonrisa afilada, sin dejar de lado el tono encantador que tanto le caracterizaba.
Perplejo ante la respuesta, el pavo real del océano se vio forzado a despertar de sus pensamientos y volver a prestar atención al frente. Titubeando un poco antes de responder, recuperando su compostura en cuestión de un instante pues no podía permitir que su coraza de elegancia y confianza se viera débil y mucho menos quebrada ante una presencia tan interesante como el sujeto a su derecha. — Increíble… — inició tras soltar un suspiro y mirar con indignidad hacia la camarera. — Tráeme un licor de melocotón y algo ligero para saciar mis ganas de comer, un poco de fruta o quizás unos quesos. — su tono reflejaba su descontento ante la camarera, la cual simplemente tomó la orden y siguió con su trabajo. No obstante, pudo sentir como su desconocido acompañante de la izquierda se veía disgustado con su presencia, no le importó, pues también escuchó la risa de quien la atención si le importaba.
La camarera regresa con la botella de licor de melocotón y un plato de frutas picadas acompañadas de algún queso de dudosa procedencia. Mayura vertió licor en su copa y comenzó con su proceso de degustación, observó el color pálido del licor, disfrutó un poco de su aroma de melocotón con notas florales y finalmente llevó a boca, donde sentiría el balance que necesitaba entre lo frutal, lo floral y un pequeño toque de acidez. Tras ese proceso realizado con elegancia era imposible evitar notar que el histriónico pirata venia de buena crianza, aunque todo ese proceso meticulosamente realizado seria invisible ante los ojos de ignorantes.
"Curioso... licor de café. Un gusto tan peculiar como su dueño, sin duda." Pensó intrigado al escuchar al interesante joven ordenar. No había necesidad de forzar una interacción, aún. No era su estilo abordar una situación sin primero medir su ambiente, y este extraño, con su tono sereno y su atención fija en el arma, no parecía ser la clase de compañía que pudiera ignorarse con facilidad. Era evidente que estaba completamente absorto en sus pensamientos, ajeno a todo lo que le rodeaba en ese momento. Claramente, no era uno de esos personajes impresionables que se dejaban llevar por la apariencia o la extravagancia. Quizás eso, después de todo, era lo que más le había llamado la atención.
Con una ligera sonrisa en los labios y sin perder su porte, decidió que romper el hielo. A fin de cuentas, no podía dejar que la noche simplemente se desvaneciera sin algún tipo de entretenimiento, y si había algo que sabía hacer, era ganarse la atención de aquellos que inicialmente parecían reacios a prestarla. Se inclinó un poco hacia el joven pirata, manteniendo el aire de casualidad, como quien comenta algo trivial.
— Una noche tranquila para alguien que parece estar buscando algo más que el simple sonido del licor cayendo en un vaso. — comenzó, su voz suave y melódica, lo suficientemente fuerte como para que el otro pudiera escucharle sin que sonara forzado. — Aunque debo decir que no eres el único con gustos exquisitos. — añadió, señalando con un ligero gesto hacia la botella vacía de licor de café que descansaba frente al hombre.
Una pausa breve, lo justo para medir su reacción, antes de continuar. Mayura era un maestro en leer a las personas, y aunque su interlocutor no parecía hostil, tampoco había ofrecido mucho hasta el momento. Eso, sin embargo, era parte del juego. Siempre había algo que podía atraer la atención de los más reservados, y él sabía cómo manejar la situación.
— El café tiene una manera especial de calmar los nervios y despejar la mente, ¿no es cierto? — agregó, volviendo su mirada hacia la barra por un momento. — Aunque debo admitir que esperaba algo un poco más... emocionante esta noche. ¿Y tú? — concluyó con una sonrisa afilada, sin dejar de lado el tono encantador que tanto le caracterizaba.