Mayura Pavone
El Pavo Real del Oceano
15-10-2024, 06:50 AM
El elegante pirata sonrió ampliamente al escuchar el nombre de su acompañante. "Hunter D. Alpha... interesante," pensó para sí mismo, dejando que el nombre resonara en su mente mientras bebía lentamente otro sorbo de licor de melocotón. — Ah, el Grand Line. — repitió suavemente, dejándose llevar por el eco de esas palabras. — Un lugar donde solo los nombres más fuertes se alzan por encima de las olas, donde el mismo mar desafía a los mortales a probar su valor. — La sonrisa de Mayura se volvió un poco más aguda, sus ojos grises brillando con un destello de malicia controlada.
— Alpha... los títulos son solo lo que anhelamos ser, cuando logramos que otros nos llamen por el es porque estamos en el camino correcto, manifestando nuestros sueños. En mi caso, El Pavo Real del Océano... — hizo una pausa, saboreando el peso de sus palabras antes de continuar. — es mucho más que un apodo. Es una promesa, un recordatorio de que el océano es mi escenario, y que tarde o temprano, todos los ojos se posarán en mí y admirarán mi gran espectáculo. — tratando de fluir la charla naturalmente, aunque estaba claro que Alpha no era alguien que se dejara impresionar fácilmente.
Eso, sin embargo, solo lo hacía más interesante para el elegante pirata que se identificaba como un pavo real. Apreciaba cuando sus acompañantes no caían rápidamente bajo su encanto, pues eso le daba la oportunidad de seguir desplegando sus capas de personalidad y misterio, aunque se sacrificaba a no dejarse llevar para no repetir la tragedia del último par de hace unas horas. — ¿Cómo me gustaría que terminara la noche, preguntas? — Mayura dejó que la pregunta flotara en el aire por un instante, observando a Alpha con atención.
— Supongo que siempre busco algo más que simple entretenimiento... algo que pueda relajarme de la rutina como pirata que recientemente ha perdido su fortuna, una pausa que me permita recargas las energías y continuar con mis aventuras para un dia reclamar lo que me corresponde. — Su tono era sugerente, pero ambiguo, como siempre. El pirata observó de nuevo la lanza de Alpha y dejó que una ligera risa escapara de sus labios. — Pero si hablamos de la taberna anterior... ah, mi querido Alpha. — Mayura sacudió la cabeza suavemente, como si se estuviera lamentando por algo insignificante. — Un pobre ignorante ha tratado de asaltarme en pleno callejón tras intentar seducirme en la barra. — La sonrisa del pirata se amplió aún más, claramente disfrutando el recuerdo de haber castigado a esa sanguijuela y esperando disfrutar más de la reacción de su acompañante, pues su ambiguo mensaje podría interpretarse como una réplica exacta de lo que estaba sucediendo ahora. Aunque, obviamente el pavo real no tenía ninguna mala intención contra el colágeno que compartía palabras, todo lo contrario, su actitud le había despertado interés, y al igual que todo lo que le despierta interés, pues es más que bienvenido en su vida, a su manera.
Mayura hizo una pausa, permitiendo que el silencio pesara por un segundo, antes de continuar. — ¿Y tú, Alpha? — preguntó, volviendo su atención completamente al joven pirata. — Has mencionado el Grand Line, pero parece que no es solo el poder lo que buscas. Hay algo más, ¿no? — Su tono, esta vez, era más suave, más persuasivo, como si quisiera extraer una confesión del otro pirata. Sabía que Alpha no era alguien que compartiría sus secretos fácilmente, pero Mayura disfrutaba el desafío de intentar desentrañar los deseos ocultos de las personas.
La conversación entre ellos ya no era solo un simple intercambio de palabras. Estaba claro que ambos se encontraban midiendo sus fuerzas, no en el sentido físico, sino en el juego de la manipulación, las expectativas y los sueños no confesados. Para Mayura, la noche apenas comenzaba, y estaba seguro de que Alpha sería una pieza clave en su próximo movimiento, ya fuera como aliado o como rival. Pero esa parte aún quedaba por determinar.
— Alpha... los títulos son solo lo que anhelamos ser, cuando logramos que otros nos llamen por el es porque estamos en el camino correcto, manifestando nuestros sueños. En mi caso, El Pavo Real del Océano... — hizo una pausa, saboreando el peso de sus palabras antes de continuar. — es mucho más que un apodo. Es una promesa, un recordatorio de que el océano es mi escenario, y que tarde o temprano, todos los ojos se posarán en mí y admirarán mi gran espectáculo. — tratando de fluir la charla naturalmente, aunque estaba claro que Alpha no era alguien que se dejara impresionar fácilmente.
Eso, sin embargo, solo lo hacía más interesante para el elegante pirata que se identificaba como un pavo real. Apreciaba cuando sus acompañantes no caían rápidamente bajo su encanto, pues eso le daba la oportunidad de seguir desplegando sus capas de personalidad y misterio, aunque se sacrificaba a no dejarse llevar para no repetir la tragedia del último par de hace unas horas. — ¿Cómo me gustaría que terminara la noche, preguntas? — Mayura dejó que la pregunta flotara en el aire por un instante, observando a Alpha con atención.
— Supongo que siempre busco algo más que simple entretenimiento... algo que pueda relajarme de la rutina como pirata que recientemente ha perdido su fortuna, una pausa que me permita recargas las energías y continuar con mis aventuras para un dia reclamar lo que me corresponde. — Su tono era sugerente, pero ambiguo, como siempre. El pirata observó de nuevo la lanza de Alpha y dejó que una ligera risa escapara de sus labios. — Pero si hablamos de la taberna anterior... ah, mi querido Alpha. — Mayura sacudió la cabeza suavemente, como si se estuviera lamentando por algo insignificante. — Un pobre ignorante ha tratado de asaltarme en pleno callejón tras intentar seducirme en la barra. — La sonrisa del pirata se amplió aún más, claramente disfrutando el recuerdo de haber castigado a esa sanguijuela y esperando disfrutar más de la reacción de su acompañante, pues su ambiguo mensaje podría interpretarse como una réplica exacta de lo que estaba sucediendo ahora. Aunque, obviamente el pavo real no tenía ninguna mala intención contra el colágeno que compartía palabras, todo lo contrario, su actitud le había despertado interés, y al igual que todo lo que le despierta interés, pues es más que bienvenido en su vida, a su manera.
Mayura hizo una pausa, permitiendo que el silencio pesara por un segundo, antes de continuar. — ¿Y tú, Alpha? — preguntó, volviendo su atención completamente al joven pirata. — Has mencionado el Grand Line, pero parece que no es solo el poder lo que buscas. Hay algo más, ¿no? — Su tono, esta vez, era más suave, más persuasivo, como si quisiera extraer una confesión del otro pirata. Sabía que Alpha no era alguien que compartiría sus secretos fácilmente, pero Mayura disfrutaba el desafío de intentar desentrañar los deseos ocultos de las personas.
La conversación entre ellos ya no era solo un simple intercambio de palabras. Estaba claro que ambos se encontraban midiendo sus fuerzas, no en el sentido físico, sino en el juego de la manipulación, las expectativas y los sueños no confesados. Para Mayura, la noche apenas comenzaba, y estaba seguro de que Alpha sería una pieza clave en su próximo movimiento, ya fuera como aliado o como rival. Pero esa parte aún quedaba por determinar.