Mayura Pavone
El Pavo Real del Oceano
15-10-2024, 07:00 PM
Mayura se quedó en silencio por un instante, observando con entusiasmo como Alpha dejaba entrever su fuerza, tanto física como mental. Las palabras de su acompañante resonaban en su mente, y por un momento, incluso él, quien estaba acostumbrado a controlar la conversación, sintió una pequeña sacudida de respeto, admiración y otro tipo de interés instintivo por el joven muchacho con quien compartía la barra.
— "¿Qué es lo que te pertenece?" — Mayura repitió la pregunta en voz baja, como si estuviera probando el sonido de las palabras, saboreando cada silaba al imaginarse las venas que acababas de ver marcadas en el brazo. Era una pregunta directa, casi cruda en su simplicidad, y una que tocaba un punto sensible. Su mirada, que hasta entonces había estado fija en el brazo de Alpha, se levantó para encontrarse con los ojos del chico.
— Todo. — respondió finalmente, su tono suave pero firme. — El océano, la vida que he construido, los sueños que otros ni siquiera se atreven a perseguir... todo me pertenece porque tengo la voluntad para reclamarlo. — Hizo una pausa, su sonrisa afilada volvió a dibujarse en su rostro. — Pero para ser más específico, lo que realmente me pertenece es mi destino, no voy a dejar que nadie me lo arrebate ni mucho menos que traten de controlar mis decisiones. — El pavo real del océano levantó su copa, girándola suavemente antes de beber otro sorbo de su licor.
El ambiente entre los dos piratas había cambiado, la tensión que flotaba en el aire no era de conflicto, sino más bien de comprensión mutua, aquella que somos capaces de tener en escenarios como estos, horas de madrugada, alcohol y desconocidos que ya no parecían ser tan desconocidos, las mejores conversaciones sin duda se daban en este esquema. Sobre todo, cuando dos individuos que entendían que la vida que habían elegido no era para los débiles, y al mismo tiempo cada uno con su propia forma de enfrentar la realidad de la muerte.
— Alpha... morir dándolo todo, como lo has dicho, es sin duda una forma honorable de enfrentar el final. — dijo finalmente, su voz ahora más seria. — Pero te aseguro que mi objetivo no es simplemente llegar a ese final. No, yo planeo dejar una marca, algo que nadie pueda borrar, ni siquiera la muerte. — Los ojos de Mayura brillaban con intensidad mientras hablaba, dejando entrever la ambición desmedida que lo impulsaba. Sabía que Alpha no era un hombre fácil de impresionar, pero eso ya no le importaba. Al final, no buscaba la aprobación de nadie, solo seguía su propio camino, y si su compañero lo entendía, pues era mucho mejor.
— Si vamos a enfrentarnos a la muerte... que sea bajo nuestros propios términos. — concluyó con una sonrisa tranquila. — Aunque, por ahora, prefiero seguir disfrutando de la incertidumbre de esta noche. — Mayura desvió la mirada hacia el frente, tomando un momento para contemplar las palabras que habían intercambiado. Sabía que esta conversación, aunque casual en apariencia, estaba comenzando a desvelar la verdadera naturaleza de ambos.
— ¿Y tú, Alpha? — continuó, volviendo a romper el silencio. — ¿Qué tipo de aventuras buscas antes de llegar a ese "final adecuado" que tanto anhelas? Porque hasta entonces... estamos en la misma travesía, ¿no crees? — el elegante pirata dejó que las palabras flotaran en el aire, su tono despreocupado contrastando con la seriedad del tema. Sabía que la vida de un pirata estaba llena de desafíos, y aunque ambos tenían formas diferentes de abordar su destino, al final compartían una conexión más profunda de lo que cualquier observador casual podría percibir.
— "¿Qué es lo que te pertenece?" — Mayura repitió la pregunta en voz baja, como si estuviera probando el sonido de las palabras, saboreando cada silaba al imaginarse las venas que acababas de ver marcadas en el brazo. Era una pregunta directa, casi cruda en su simplicidad, y una que tocaba un punto sensible. Su mirada, que hasta entonces había estado fija en el brazo de Alpha, se levantó para encontrarse con los ojos del chico.
— Todo. — respondió finalmente, su tono suave pero firme. — El océano, la vida que he construido, los sueños que otros ni siquiera se atreven a perseguir... todo me pertenece porque tengo la voluntad para reclamarlo. — Hizo una pausa, su sonrisa afilada volvió a dibujarse en su rostro. — Pero para ser más específico, lo que realmente me pertenece es mi destino, no voy a dejar que nadie me lo arrebate ni mucho menos que traten de controlar mis decisiones. — El pavo real del océano levantó su copa, girándola suavemente antes de beber otro sorbo de su licor.
El ambiente entre los dos piratas había cambiado, la tensión que flotaba en el aire no era de conflicto, sino más bien de comprensión mutua, aquella que somos capaces de tener en escenarios como estos, horas de madrugada, alcohol y desconocidos que ya no parecían ser tan desconocidos, las mejores conversaciones sin duda se daban en este esquema. Sobre todo, cuando dos individuos que entendían que la vida que habían elegido no era para los débiles, y al mismo tiempo cada uno con su propia forma de enfrentar la realidad de la muerte.
— Alpha... morir dándolo todo, como lo has dicho, es sin duda una forma honorable de enfrentar el final. — dijo finalmente, su voz ahora más seria. — Pero te aseguro que mi objetivo no es simplemente llegar a ese final. No, yo planeo dejar una marca, algo que nadie pueda borrar, ni siquiera la muerte. — Los ojos de Mayura brillaban con intensidad mientras hablaba, dejando entrever la ambición desmedida que lo impulsaba. Sabía que Alpha no era un hombre fácil de impresionar, pero eso ya no le importaba. Al final, no buscaba la aprobación de nadie, solo seguía su propio camino, y si su compañero lo entendía, pues era mucho mejor.
— Si vamos a enfrentarnos a la muerte... que sea bajo nuestros propios términos. — concluyó con una sonrisa tranquila. — Aunque, por ahora, prefiero seguir disfrutando de la incertidumbre de esta noche. — Mayura desvió la mirada hacia el frente, tomando un momento para contemplar las palabras que habían intercambiado. Sabía que esta conversación, aunque casual en apariencia, estaba comenzando a desvelar la verdadera naturaleza de ambos.
— ¿Y tú, Alpha? — continuó, volviendo a romper el silencio. — ¿Qué tipo de aventuras buscas antes de llegar a ese "final adecuado" que tanto anhelas? Porque hasta entonces... estamos en la misma travesía, ¿no crees? — el elegante pirata dejó que las palabras flotaran en el aire, su tono despreocupado contrastando con la seriedad del tema. Sabía que la vida de un pirata estaba llena de desafíos, y aunque ambos tenían formas diferentes de abordar su destino, al final compartían una conexión más profunda de lo que cualquier observador casual podría percibir.