Alexandra
Alex
15-10-2024, 08:29 PM
33 de Verano del año 724, G-31 de Loguetown.
— Disculpe señorita —Un señor de mediana edad sonrió a Alex— ¿Sería usted tan amable de ayudarme con las ventas de la tienda…? si no consigo vender todo esto mi jefe me echará a la calle… Y dejaría a mis dos hijos de tres años sin comida ni casa…
—¡Pero eso es terrible! —Exclamó la chica escandalizada— Me encantaría ayudarte pero solo me quedan cincuenta Berris… No creo que sea suficiente para comprar toda la tienda.
Y así fue como Alex acabó paseando por la ciudad de Loguetown con una bolsa llena de ropa que ni siquiera le servía y sin blanca. Mientras buscaba el cuartel de la Marina para poder inscribirse se sorprendió por lo abusivos que eran los jefes en esa ciudad ya que se había encontrado por lo menos tres vendedores más con el mismo problema y a todos ellos les acabó dejando un poco de dinero, aportando su granito de arena, esperando sinceramente que ninguno de ellos se quedara sin hogar y sin poder mantener a todos sus hijos que casualmente tenían la misma edad...
Entre que le iban parando cada diez pasos para intentar venderle algo y que la semi-gyojin decidió fotografiar todo lo que veía cuando el cuartel de la marina se alzó frente a ella ya eran casi las cinco de la tarde.
—Espere aquí, pasarán a buscarle dentro de poco.
La recepcionista salió de la sala en la que se encontraba Alex. Después de tediosas horas de burocracia, rellenar papeles y revisar su expediente y habilidades por fin le habían considerado apta para entrar como recluta. No cabía en ella de la emoción, por fin después de tantos años había logrado estar donde quería.
Al cabo de un rato apareció un chico el cual le pidió amablemente que le acompañara. Alex se sorprendió ya que no vio en el ningún signo de sorpresa hacía su fisionomía ¿habrían mas personas como ella en es lugar? Le informó durante el camino que le habían asignado a la brigada L-42 y que una tal Camille Montpellier le guiaría durante sus primeros días. Al cabo de lo que le pareció una eternidad llegaron frente a una puerta. El chico llamó a la puerta.
—Suboficial Montpellier, traigo a la chica.
Después de eso hizo un saludo y se fue cerrando la puerta detrás de Alex, la cual se había quedado, literalmente, boquiabierta puesto que nunca en su vida había visto a una persona tan... ¿grande? ¿alta? ¿fuerte? ¿Y eso eran cuernos? ¿Existía la gente con cuernos? Al cabo de unos segundos la semi-gyojin reaccionó, dándose cuenta de que estaba reaccionando como todo el mundo actuaba frente a ella, aunque a diferencia de los demás en sus ojos se podía ver un brillo de curiosidad y respeto. Torpemente se cuadró y saludó, intentando imitar al chico de antes.
—Eh... Recluta Alexandra... ¿Hola?
—Suboficial Montpellier, traigo a la chica.
Después de eso hizo un saludo y se fue cerrando la puerta detrás de Alex, la cual se había quedado, literalmente, boquiabierta puesto que nunca en su vida había visto a una persona tan... ¿grande? ¿alta? ¿fuerte? ¿Y eso eran cuernos? ¿Existía la gente con cuernos? Al cabo de unos segundos la semi-gyojin reaccionó, dándose cuenta de que estaba reaccionando como todo el mundo actuaba frente a ella, aunque a diferencia de los demás en sus ojos se podía ver un brillo de curiosidad y respeto. Torpemente se cuadró y saludó, intentando imitar al chico de antes.
—Eh... Recluta Alexandra... ¿Hola?