Son Goku D. Namek
Dr. Goku
17-10-2024, 12:20 AM
Esas carnosidades, ese andar... ¡oh, qué belleza! Parecía como si Gretta corriera en cámara lenta, al más puro estilo de Guardianes de la Bahía. Goku no podía apartar la mirada de ella, completamente atrapado por el espectáculo. Un aura de vapor y calor envolvía a su amada, cegándolo a la realidad de lo que estaba por suceder, un verdadero tren de destrucción se le venía encima. Pero para él, solo había un par de presas rebotando, salpicando barro a su alrededor, sabiendo que bajo ese lodo... no había nada cubriendo el glorioso cuerpo de su diosa.
Casi sin pensarlo dos veces, Goku se acomodó boca arriba en la cubierta de madera, masticando su fruta con total despreocupación, esperando a que su amada cerdita lo arrollara con todo lo que tenía - Aquí te espero, cerdita - dijo, levantando las cejas de manera sugestiva, con una chispa de picardía en su mirada. Sin embargo, fue entonces cuando la voz de Gretta resonó fuerte y clara - ¡YO TIE MATO!
Esas palabras hicieron que Goku se detuviera en seco. No soltó la fruta que llevaba en la boca, pero su torso se levantó automáticamente, flexionando ligeramente las piernas. ¿Acaso lo estaba amenazando? ¿Gretta, su amada? En ese momento, una pequeña chispa de duda se encendió en su mente. En su vida, Goku siempre había sido alguien que aprendía lento, que a menudo olvidaba cosas importantes, pero que, al mismo tiempo, entendía con una claridad casi dolorosa que el mundo era cruel. Su entrenamiento lo había enseñado a mantenerse siempre alerta, siempre preparado, porque el peligro acechaba incluso en los lugares más inesperados. Y ahora... la realidad lo golpeaba como nunca antes.
No... Gretta, tú no... - murmuró, justo antes de que ella se abalanzara sobre él, el peso de la traición y del cuerpo de su amada cayendo como una avalancha. Goku no podía creerlo, le había dado su amor... su flor... su inocencia, su todo... ¿Acaso todo había sido una ilusión?
El impacto fue devastador. Un estruendo sacudió la playa, y una nube de polvo y astillas de madera se alzaron en el aire. Gretta, de pie a la distancia, en la orilla, parecía buscarlo desesperadamente entre sus brazos, pero no... Goku no estaba ahí. Desde el barco, Goku la observaba en silencio, terminando de colocarse su pantalón y ajustar sus zapatos. El agujero en la cubierta que había dejado su arremetida era enorme, y no pudo evitar pensar que Qazar tendría mucho trabajo reparándolo después. Aún así, sin perder la calma, Goku saltó a la playa, a las espaldas de su diosa.
Con una expresión dura en su rostro, arrojó algunas prendas gigantes ante los pies de Gretta. Luego, sin mirarla directamente, le dio la espalda abruptamente, pero con su atención fija en ella, con el sol sobre sus cabezas en una escena de las más trágicas del anime jamás ah vistas antes... Goku habló, su tono serio, lleno de decepción ante la traición de su amada - Solo vístete... y luego, intenta matarme, no te culpo por ello - le dijo, dándole parcialmente la espalda, pero sin bajar la guardia, mientras el sol del mediodía ardía sobre ellos.
Gretta quizás no logre entender lo que había ocurrido en la cabeza de Son Goku, o quizá simplemente no le importara. Pero para Goku, algo profundo había cambiado en ese momento. Ya no estaba dispuesto a aceptar más traiciones, ni siquiera de alguien a quien había amado tan ciegamente. Su cuerpo comenzó a arder, literalmente. El calor irradiaba de su piel, mientras ajustaba sus muñequeras y se preparaba para lo inevitable. Aún sin camiseta, su musculatura se tensaba, y sus zapatos, bien ajustados, estaban listos para la batalla.
Quiero que entiendas algo... - comenzó a decir, su voz resonando en el aire, mientras la mirada fija en el horizonte denotaba una nueva determinación - ...si tus intenciones son matarme... - Giró de repente, sus ojos brillando con una intensidad peligrosa, y su siguiente declaración cayó como un martillo - Entonces, yo... ME MATO.
El silencio que siguió a sus palabras fue pesado, cargado de tensión... aunque bastante estúpida fue su declaración, fue con total seriedad. El guerrero Z estaba en un estado que pocos habían visto. No era solo la traición lo que lo había afectado, era la realización de que incluso aquellos en quienes más confiaba podían volverse en su contra. Goku, el luchador más débil del foro, se encontraba ahora enfrentando un conflicto interno tan grande como cualquier batalla que hubiera librado. Si Gretta, a quien tanto había amado, estaba dispuesta a destruirlo, entonces él mismo se encargaba de decidir su destino.
Mientras el viento soplaba suavemente, llevando consigo el aroma de la sal del mar, Goku se mantenía firme. Esta batalla no solo era por su vida, sino por algo mucho más profundo.
Casi sin pensarlo dos veces, Goku se acomodó boca arriba en la cubierta de madera, masticando su fruta con total despreocupación, esperando a que su amada cerdita lo arrollara con todo lo que tenía - Aquí te espero, cerdita - dijo, levantando las cejas de manera sugestiva, con una chispa de picardía en su mirada. Sin embargo, fue entonces cuando la voz de Gretta resonó fuerte y clara - ¡YO TIE MATO!
Esas palabras hicieron que Goku se detuviera en seco. No soltó la fruta que llevaba en la boca, pero su torso se levantó automáticamente, flexionando ligeramente las piernas. ¿Acaso lo estaba amenazando? ¿Gretta, su amada? En ese momento, una pequeña chispa de duda se encendió en su mente. En su vida, Goku siempre había sido alguien que aprendía lento, que a menudo olvidaba cosas importantes, pero que, al mismo tiempo, entendía con una claridad casi dolorosa que el mundo era cruel. Su entrenamiento lo había enseñado a mantenerse siempre alerta, siempre preparado, porque el peligro acechaba incluso en los lugares más inesperados. Y ahora... la realidad lo golpeaba como nunca antes.
No... Gretta, tú no... - murmuró, justo antes de que ella se abalanzara sobre él, el peso de la traición y del cuerpo de su amada cayendo como una avalancha. Goku no podía creerlo, le había dado su amor... su flor... su inocencia, su todo... ¿Acaso todo había sido una ilusión?
El impacto fue devastador. Un estruendo sacudió la playa, y una nube de polvo y astillas de madera se alzaron en el aire. Gretta, de pie a la distancia, en la orilla, parecía buscarlo desesperadamente entre sus brazos, pero no... Goku no estaba ahí. Desde el barco, Goku la observaba en silencio, terminando de colocarse su pantalón y ajustar sus zapatos. El agujero en la cubierta que había dejado su arremetida era enorme, y no pudo evitar pensar que Qazar tendría mucho trabajo reparándolo después. Aún así, sin perder la calma, Goku saltó a la playa, a las espaldas de su diosa.
Con una expresión dura en su rostro, arrojó algunas prendas gigantes ante los pies de Gretta. Luego, sin mirarla directamente, le dio la espalda abruptamente, pero con su atención fija en ella, con el sol sobre sus cabezas en una escena de las más trágicas del anime jamás ah vistas antes... Goku habló, su tono serio, lleno de decepción ante la traición de su amada - Solo vístete... y luego, intenta matarme, no te culpo por ello - le dijo, dándole parcialmente la espalda, pero sin bajar la guardia, mientras el sol del mediodía ardía sobre ellos.
Gretta quizás no logre entender lo que había ocurrido en la cabeza de Son Goku, o quizá simplemente no le importara. Pero para Goku, algo profundo había cambiado en ese momento. Ya no estaba dispuesto a aceptar más traiciones, ni siquiera de alguien a quien había amado tan ciegamente. Su cuerpo comenzó a arder, literalmente. El calor irradiaba de su piel, mientras ajustaba sus muñequeras y se preparaba para lo inevitable. Aún sin camiseta, su musculatura se tensaba, y sus zapatos, bien ajustados, estaban listos para la batalla.
Quiero que entiendas algo... - comenzó a decir, su voz resonando en el aire, mientras la mirada fija en el horizonte denotaba una nueva determinación - ...si tus intenciones son matarme... - Giró de repente, sus ojos brillando con una intensidad peligrosa, y su siguiente declaración cayó como un martillo - Entonces, yo... ME MATO.
El silencio que siguió a sus palabras fue pesado, cargado de tensión... aunque bastante estúpida fue su declaración, fue con total seriedad. El guerrero Z estaba en un estado que pocos habían visto. No era solo la traición lo que lo había afectado, era la realización de que incluso aquellos en quienes más confiaba podían volverse en su contra. Goku, el luchador más débil del foro, se encontraba ahora enfrentando un conflicto interno tan grande como cualquier batalla que hubiera librado. Si Gretta, a quien tanto había amado, estaba dispuesta a destruirlo, entonces él mismo se encargaba de decidir su destino.
Mientras el viento soplaba suavemente, llevando consigo el aroma de la sal del mar, Goku se mantenía firme. Esta batalla no solo era por su vida, sino por algo mucho más profundo.
ARM300
ARTISTA MARCIAL
Pasiva
Tier 3
No Aprendida
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