Son Goku D. Namek
Dr. Goku
17-10-2024, 05:52 PM
(Última modificación: 17-10-2024, 05:57 PM por Son Goku D. Namek.)
Su oponente dijo - Hasta un verdadero hombre puede pedir ayuda. Eso no lo hace débil. - Goku frunció el ceño al escuchar eso y respondió de inmediato, molesto - ¡No dije que fuese débil por aceptar ayuda! ¡Es por el simple hecho de que crees que puedes hacerme daño! - Su tono reflejaba su enojo, dejando claro que lo subestimaban.
En ese momento, Goku llevo su mano al pecho y su corazón comenzó a latir con fuerza, como si una corriente eléctrica recorriera su cuerpo, una técnica médica poco común que para él solo significaba un impulso extra de energía. Pum pum, pum pum. Cada latido le llenaba de fuerza, mientras esbozaba una sonrisa anticipando lo que venía.
El oponente trazó su plan, levantar polvo del suelo para cegarlo y luego atacar. Pero justo cuando el polvo se elevaba, Goku ya no estaba allí. Se había movido rápidamente a un costado, aprovechando la cortina de humo para cubrirse en las sombras del follaje cercano, evadiendo así la ofensiva de su rival. Solo era moverse unos cuantos metros hacia el Sur, su velocidad y reflejos se lo permitían, además, la forma peculiar del joven para pelear le daba esa clase de aperturas.
Desde su nueva posición, observaba cómo su rival terminaba de ejecutar su movimiento a una polvacera donde el ya no se encontraba. Goku, oculto en un punto ciego, esperaba el momento perfecto para contraatacar. Sabía que su oponente no tenía idea de lo que estaba a punto de enfrentar. El aire a su alrededor vibraba con la energía contenida, su pose de batalla cambio a algo conocido como la Grulla, contrayendo su pierna izquierda y acercando sus brazos a su torso, y cada segundo que pasaba aumentaba su concentración y su deseo de demostrar que no necesitaba ayuda ni temía ser dañado.
El silencio en el bosque otoñal era interrumpido solo por el susurro del viento. Goku sabía que el momento para atacar estaba cerca, y cuando llegara, su rival entendería por qué no debía subestimarlo.
En ese momento, Goku llevo su mano al pecho y su corazón comenzó a latir con fuerza, como si una corriente eléctrica recorriera su cuerpo, una técnica médica poco común que para él solo significaba un impulso extra de energía. Pum pum, pum pum. Cada latido le llenaba de fuerza, mientras esbozaba una sonrisa anticipando lo que venía.
U24201
ÚNICA
Akuma no mi
Tier
No Aprendida
26
19
1
Utilizando los poderes eléctricos del Mink, la inmortalidad otorgada por el Yomi Yomi y sus conocimientos médicos, Goku es capaz de generar una electro-descarga en su corazón para hacerlo volver a latir. Aunque esta función no lo revive completamente, permite que su corazón vuelva a bombear sangre y que sus músculos contribuyan más a sus movimientos. Esto resulta en una mejora en su daño y reflejos.
+5 Reflejos | +20 de Daño
El oponente trazó su plan, levantar polvo del suelo para cegarlo y luego atacar. Pero justo cuando el polvo se elevaba, Goku ya no estaba allí. Se había movido rápidamente a un costado, aprovechando la cortina de humo para cubrirse en las sombras del follaje cercano, evadiendo así la ofensiva de su rival. Solo era moverse unos cuantos metros hacia el Sur, su velocidad y reflejos se lo permitían, además, la forma peculiar del joven para pelear le daba esa clase de aperturas.
Desde su nueva posición, observaba cómo su rival terminaba de ejecutar su movimiento a una polvacera donde el ya no se encontraba. Goku, oculto en un punto ciego, esperaba el momento perfecto para contraatacar. Sabía que su oponente no tenía idea de lo que estaba a punto de enfrentar. El aire a su alrededor vibraba con la energía contenida, su pose de batalla cambio a algo conocido como la Grulla, contrayendo su pierna izquierda y acercando sus brazos a su torso, y cada segundo que pasaba aumentaba su concentración y su deseo de demostrar que no necesitaba ayuda ni temía ser dañado.
El silencio en el bosque otoñal era interrumpido solo por el susurro del viento. Goku sabía que el momento para atacar estaba cerca, y cuando llegara, su rival entendería por qué no debía subestimarlo.