Beck Ham queda en el suelo, inconsciente, tras tus ataques y recibir de una forma residual la explosión de los higos. El ataque de Romualdo, poderoso como es, no es capaz de superar tu defensa, pero en cuanto ve que diriges tus manos hacia su rostro activa su Haki de de Armadura. Sin embargo esto no es capaz de parar los poderosos golpes del tontatta, que le abofetea sin piedad hasta dejarle en el suelo, con el rostro completamente amoratado hasta el punto de resultar prácticamente irreconocible de lo hinchado que está. No parece ser capaz de continuar peleando, o al menos no hasta que recupere algo de fuerzas.
No obstante para los aliados de Tofun el combate no parece estar yendo tan bien. Los cocineros parecen haber sido reducidos y apresados por el resto de los Galácticos, incluyendo a Douma, a quien Zizuff ha dejado en el suelo de un poderoso cabezazo. Incapaz de seguir combatiendo, mira al pequeño revolucionario con desesperación. Sus ojos transmiten una súplica, un ruego. La petición de salvar el negocio de sus padres, el restaurante al que llevan cinco décadas dedicando sus esfuerzos. Una lágrima corre por cada una de sus mejillas mientras la rabia y la impotencia por no ser lo suficientemente poderoso para llevar a cabo esa tarea él mismo le consumen.
Sin embargo no va a ser fácil, pues ahora hay siete enemigos que rodean al tontatta, pues dos de los tiradores cayeron en el combate. Los cinco restantes le apuntan con sus pistolas y, casi al instante, disparan con ellas. Las balas no parecen ir hacia él de entrada y por sus trayectorias dan la sensación de que van a chocar. De hecho nuestro protagonista puede comprobar cómo empiezan a colisionar unas con otras cambiando de dirección de forma continua hasta que, de una en una, van alcanzando su posición.
Mientras tanto Higo empieza a moverse un poco más atrás, alrededor de ellos, pero no puedes ver lo que está haciendo con claridad ya que los cuerpos de los tiradores bloquean tu visión. Zizuff, por su parte, comienza a saltar y correr sin mucho sentido, como si estuviera preparándose para lo que venga después. Si algo está claro es que estos tipos saben cómo coordinarse, y pese a haber perdido a dos de sus mejores hombres siguen siendo una amenaza muy a tener en cuenta.
No obstante para los aliados de Tofun el combate no parece estar yendo tan bien. Los cocineros parecen haber sido reducidos y apresados por el resto de los Galácticos, incluyendo a Douma, a quien Zizuff ha dejado en el suelo de un poderoso cabezazo. Incapaz de seguir combatiendo, mira al pequeño revolucionario con desesperación. Sus ojos transmiten una súplica, un ruego. La petición de salvar el negocio de sus padres, el restaurante al que llevan cinco décadas dedicando sus esfuerzos. Una lágrima corre por cada una de sus mejillas mientras la rabia y la impotencia por no ser lo suficientemente poderoso para llevar a cabo esa tarea él mismo le consumen.
Sin embargo no va a ser fácil, pues ahora hay siete enemigos que rodean al tontatta, pues dos de los tiradores cayeron en el combate. Los cinco restantes le apuntan con sus pistolas y, casi al instante, disparan con ellas. Las balas no parecen ir hacia él de entrada y por sus trayectorias dan la sensación de que van a chocar. De hecho nuestro protagonista puede comprobar cómo empiezan a colisionar unas con otras cambiando de dirección de forma continua hasta que, de una en una, van alcanzando su posición.
Mientras tanto Higo empieza a moverse un poco más atrás, alrededor de ellos, pero no puedes ver lo que está haciendo con claridad ya que los cuerpos de los tiradores bloquean tu visión. Zizuff, por su parte, comienza a saltar y correr sin mucho sentido, como si estuviera preparándose para lo que venga después. Si algo está claro es que estos tipos saben cómo coordinarse, y pese a haber perdido a dos de sus mejores hombres siguen siendo una amenaza muy a tener en cuenta.