Drake Longspan
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21-10-2024, 03:20 AM
(Última modificación: 21-10-2024, 03:26 AM por Drake Longspan.)
Las escaleras soltaban un crujido infernal mientras el grupo bajaba por los tablones de madera. Una vez en la puerta, solo se escuchaba silencio...
Y luego, un golpe.
El capitán Syxel percibió un aura extraña, un sufrimiento extremo mezclado con ansia de asesinato; las dos auras estaban entrelazadas por un ligero instante, como si estuviesen abrazándose...
Cuando el cuarteto abrió la puerta de la bodega, Syxel notó cómo un aura comenzaba a perderse. En completa oscuridad, el grupo solo pudo intuir figuras en un largo pasillo junto a cajas de madera, posiblemente con todavía más vino envenenado. Las figuras eran aterradoras: maniquíes femeninos cuyas piernas parecían tener malformaciones, como si no terminasen de desarrollarse del todo.
Aquellos piratas debieron preguntarse si quizá todo esto era fruto del veneno, pero solo el médico de ellos podría intuir la respuesta; posiblemente no tendrían más remedio que creerle a él.
Justo al lado de la entrada, un maniquí pudo llegar a sobresaltarles...
Un rostro inerte, con las cuencas vacías; habría que tocarlo para darse cuenta de que era de madera y no un esqueleto. Los detalles de su supuesto cabello daban escalofríos. De sus manos colgaba una carta abierta y manchada de una sustancia viscosa; debido a la oscuridad, costaba discernir qué era.
"L... Costa... s... Des...o
"L...aya... libertad"
"Gu... de... ella..."
"... Morirás."
El humo parecía haberse disipado; sea lo que fuera que estuviese ocurriendo ahí abajo, había parado. Todo parecía demasiado frío como para ser real; cualquiera dudaría de su sano juicio en ese lugar. Entonces, aquel usuario de Haki de Observación percibió que algo se movía al fondo.Era esa aura, esa dichosa aura tan específica y posiblemente poderosa. Se deslizaba al final de la bodega, tras todas esas criaturas de madera pesadillescas...
El aura que pertenecía a dos personas era ahora solo la de una, y no parecía haber sentimientos, solo el mayor y más profundo de los bloqueos, como si alguien hubiera quedado en shock.
El sonido de golpes de madera comenzó a reflejarse en el eco de la bodega. Alguien o algo intentaba escapar, y posiblemente lo lograría si no intentaban algo o corrían lo suficiente.
Desde aquí abajo, el retintineo de la quilla con el agua, las botellas de cristal chocándose unas con otras y el golpeo de la madera inundaron el lugar.