Derian Markov
Lord Markov
21-10-2024, 03:41 PM
Pepe se pone a cantar en su idioma mientras prepara la pizza. Ves que tiene un aspecto peculiar. Con la salsa de tomate ha mezclado una emulsión de alguna clase de tubérculo u hongo con agua, no estás seguro. En lugar del tono rojizo vivo habitual, es de un color rojo oscuro ligeramente amarronado. En lugar de albahaca, ha usado alguna otra clase de hoja que no reconoces, aunque también es verde y desprende un olor fragante. En cuanto termina de amasar y colocar los ingredientes, coloca la pizza en el horno y se gira hacia ti, observándote con una sonrisa amistosa - ¡Diez minutos y presto! Comeremos como reyes. Una buena margherita alegra el día.
Cuando haces tu pregunta, el risueño pirata cambia su expresión a una pose pensativa y meditabunda. Al principio, por su silencio, crees que está a punto de hacer alguna gran confesión (o al menos decidiendo si hacerla). Finalmente, vuelve a sonreír y dice - Mio amico, ¿quién no ha hecho algo que lamente? He vivido muchos años y cometido errores, como todo ser humano - por un momento se tuerce su sonrisa y en sus líneas de expresión se hace patente su edad. Pese a su vivacidad y energía, Pepe ya no es joven. No debe tener menos de cuarenta años y probablemente sean algunos más.
- He hecho daño a gente cercana a mí. È vero que aquellos que más te quieren serán quienes más daño te hagan - el cocinero suelta una mezcla entre gruñido y suspiro cansado mientras pone un temporizador de cocina con forma de tomate. Mientras el aparato empieza a hacer "tic-tac" girando lentamente, el pirata sale de la cocina y se sienta a la mesa. Echa mano a su copa de vino y vuelve a beber antes de continuar hablando - Dejé atrás a mis bambini, mis hijos. Tanto su madre como yo estábamos de acuerdo en que la vida pirata no era apropiada para criar niños, pero ninguno de los dos queríamos dejar atrás la banda. Los dejamos con sus nonni, sus abuelos, y seguimos navegando.
Pepe apoya su brazo en la mesa y se inclina en la silla, que cruje bajo su peso. Al pirata no parece importarle. Ahora que te fijas, algunas de las sillas del comedor tienen el respaldo un poco gastado y suelto. No te cuesta imaginar el motivo viendo al capitán en acción - Tomamos una decisión. Fue egoísta, pero más egoísta e irresponsable hubiese sido traerlos. Un barco pirata no es lugar para bambini - sacude la cabeza y nuevamente empieza a sonreír - Ma lo correcto en esta vida es no arrepentirse de las decisiones tomadas. El pasado, pasado está. Sólo podemos seguir avanzando hacia delante y aceptar el peso de nuestras acciones con valor y una sonrisa. ¿He contestado alla tua questione, Yoshiro?
Salvo que interrumpas de alguna manera al capitán y tomes la decisión de atacarle o algo parecido, el tiempo pasa y el temporizador acaba saltando. Pepe se levanta y se dirige al horno a sacar la pizza. Tanto su aspecto como su olor son increíbles, capaces de levantar a un muerto de la tumba del hambre que le entraría. No puedes evitar que te rujan las tripas cuando el aroma de la salsa, las hojas y el queso horneado llegan a ti. No te cabe duda de que va a estar increíble. Pepe lleva el humeante plato a la mesa y saca un cortador de pizza, con el que empieza a cortarla en porciones iguales - Vamos a acabar pieni come uova, Yoshiro. ¡Buon appetito!
Cuando haces tu pregunta, el risueño pirata cambia su expresión a una pose pensativa y meditabunda. Al principio, por su silencio, crees que está a punto de hacer alguna gran confesión (o al menos decidiendo si hacerla). Finalmente, vuelve a sonreír y dice - Mio amico, ¿quién no ha hecho algo que lamente? He vivido muchos años y cometido errores, como todo ser humano - por un momento se tuerce su sonrisa y en sus líneas de expresión se hace patente su edad. Pese a su vivacidad y energía, Pepe ya no es joven. No debe tener menos de cuarenta años y probablemente sean algunos más.
- He hecho daño a gente cercana a mí. È vero que aquellos que más te quieren serán quienes más daño te hagan - el cocinero suelta una mezcla entre gruñido y suspiro cansado mientras pone un temporizador de cocina con forma de tomate. Mientras el aparato empieza a hacer "tic-tac" girando lentamente, el pirata sale de la cocina y se sienta a la mesa. Echa mano a su copa de vino y vuelve a beber antes de continuar hablando - Dejé atrás a mis bambini, mis hijos. Tanto su madre como yo estábamos de acuerdo en que la vida pirata no era apropiada para criar niños, pero ninguno de los dos queríamos dejar atrás la banda. Los dejamos con sus nonni, sus abuelos, y seguimos navegando.
Pepe apoya su brazo en la mesa y se inclina en la silla, que cruje bajo su peso. Al pirata no parece importarle. Ahora que te fijas, algunas de las sillas del comedor tienen el respaldo un poco gastado y suelto. No te cuesta imaginar el motivo viendo al capitán en acción - Tomamos una decisión. Fue egoísta, pero más egoísta e irresponsable hubiese sido traerlos. Un barco pirata no es lugar para bambini - sacude la cabeza y nuevamente empieza a sonreír - Ma lo correcto en esta vida es no arrepentirse de las decisiones tomadas. El pasado, pasado está. Sólo podemos seguir avanzando hacia delante y aceptar el peso de nuestras acciones con valor y una sonrisa. ¿He contestado alla tua questione, Yoshiro?
Salvo que interrumpas de alguna manera al capitán y tomes la decisión de atacarle o algo parecido, el tiempo pasa y el temporizador acaba saltando. Pepe se levanta y se dirige al horno a sacar la pizza. Tanto su aspecto como su olor son increíbles, capaces de levantar a un muerto de la tumba del hambre que le entraría. No puedes evitar que te rujan las tripas cuando el aroma de la salsa, las hojas y el queso horneado llegan a ti. No te cabe duda de que va a estar increíble. Pepe lleva el humeante plato a la mesa y saca un cortador de pizza, con el que empieza a cortarla en porciones iguales - Vamos a acabar pieni come uova, Yoshiro. ¡Buon appetito!