Lemon Stone
MVP
21-10-2024, 06:23 PM
Latas despertó algo en el interior de Lemon, una sensación que conocía pero que difícil de identificar. Puede que hubiera pasado un buen tiempo desde la última vez que sintió algo similar, era una extraña combinación entre nerviosismo y felicidad con un notorio dejo de ansiedad. Su corazón latía acelerado, como si se hubiera zampado un litro de energética, y sus manos comenzaban a sudar. ¿Cómo era posible que un fantasma pudiera causar esas sensaciones en un adepto de la Causa? ¿O acaso la Causa no protegía a los suyos contra las fuerzas del más allá? Oh, había tanto que pensar… Pero de momento se enfocaría solo en la misión e ignoraría el hecho de que su compañera era un espíritu.
-Aquí parece ser. ¿Entramos y le damos una paliza a todo el mundo, o se te ocurre alguna idea más… táctica? -le preguntó a Latas.
Caminaba en paz consigo mismo cuando escuchó los comentarios de su camarada. Luchaba contra la tiranía y la opresión, no contra demonios y fantasmas trastornados. Por supuesto que nunca había hecho un exorcismo y estaba bastante seguro de que no tenía ganas de hacer uno. Sus experiencias paranormales se limitaban a gente emergiendo de tumbas, posesiones en vivo, resurrecciones y gente apareciéndose en el espejo, pero nunca exorcismos.
-¿Eres monja? -le preguntó con genuino interés, aunque con cierta decepción en su voz. Las monjas no podían casarse ni tener hijos, habían encomendado su cuca a la voluntad de dios-. Jamás he hecho un exorcismo, ¿esas cosas no son un poco tenebrosas? Puedo acompañarte, si quieres hacer uno, pero no me pidas que me saque sangre para hacer un ritual. Suficiente me desangra el Gobierno Mundial con los impuestos que no pago… Por cierto, ¿quieres que te lleve? Me da pena verte caminar como canguro lastimado, sin ofender. Si quieres te sientas en mi hombro o puedo cargarte, soy bastante fuerte.
Aceptase o no, Lemon continuaría caminando en dirección al punto marcado en el mapa.
El MANUAL, ¿eh? La pregunta de Latas tenía muchas respuestas y a la vez era imposible de responder sin divagaciones extremas.
-Papá habría quemado el MANUAL si lo hubiera encontrado. Odia a los Dragones Celestiales, pero le gusta como funciona el Gobierno Mundial. Es lo que se espera de un millonario que defiende el Gran Capital, ¿no? -respondió con sinceridad, le daba igual lo que la gente pudiera pensar de su padre. Lo quería mucho, pero eran enemigos-. El MANUAL, siempre debes decir su nombre gritando y de forma escandalosa, es una guía que ilumina el escarpado y peligroso camino del Revolucionario, de los que portamos el fuego del cambio, la llama de la rebeldía. ¿Cómo es que perteneces al Ejército Revolucionario y no tienes tu copia? Seguramente el Departamento de Reclutamiento y Selección está corto de presupuesto para más impresiones… No importa, cuando volvamos al hostal te daré una copia.
Recorrió las embarradas calles de los barrios bajos del Reino de Oykot, prestando atención a los detalles. La gente se reunía alrededor de fogatas improvisadas, asaban lo que tuvieran a su alcance (ratas, principalmente) y miraban el piso como si les pesara levantar la mirada. Eran pueblerinos derrotados, y eso que la Revolución había triunfado, pero ¿cómo se celebra la victoria cuando la esperanza ha sido destrozada por décadas de abusos y maltratos? La Reina era la responsable de las miradas apagadas de los pobres, pero encontraría la manera de arreglar el pesimismo habitual que reinaba en los barrios bajos.
Tras unos minutos de caminata, la pareja pintoresca se detuvo frente a un edificio de madera medio derruido. Era una torre hecha de tablas y desprovista de ventanas, sus agujeros tapados por paños y cualquier tipo de tela. Se notaba sucio y apagado como casi todo lo que había en los barrios bajos. Había un par de mendigos pidiendo comida o cerveza en las afueras del edificio. Lemon les preguntó de quién era o qué se hacía dentro y luego les tiró unos pocos billetes, pero enseguida comenzaron a pelear. Los ignoró.