Mayura Pavone
El Pavo Real del Oceano
21-10-2024, 10:26 PM
Día treinta y tres del verano del año setecientos veinticuatro.
El calor del día comenzaba a ceder, dando paso a una tarde templada que invitaba a la relajación en las calles de la isla. Mayura caminaba con la misma elegancia despreocupada que le caracterizaba, como si la agitación del día anterior no fuera más que un vago recuerdo. Mientras avanzaba entre los transeúntes, con una ligera sonrisa en los labios, algo peculiar captó su atención. Allí, a lo lejos, el pequeño pirata con presencia de imponente cazador que había conocido hace unos días en la taberna, Alpha, se destacaba entre la multitud. Era como si el destino le hubiera trazado un camino directo hacia él, provocando cierto nerviosismo en el elegante pavo real del océano, pues lo primero que pudo recordar fue la mordida en su labio y toda la mezcla de sentimientos que sintió a lo largo de la noche.
No obstante, no le tardó más de un instante el recapacitar y volver a su usual aire de seguridad; tenían un tema pendiente y el destino había decidido que era hora de tratarlo. Mayura no dudó en acercarse, dejando que su presencia fuera anunciada por el eco suave de sus firmes pasos en las calles empedradas. — Alpha... — llamó con esa voz melódica y seductora que solía emplear, aunque esta vez con un toque de familiaridad. — El destino parece empeñado en cruzar nuestros caminos más veces de las que habría esperado. ¿Te sorprendí, o acaso también lo estabas esperando? — Añadió, esbozando una media sonrisa cargada de intenciones.
La brisa de la tarde agitó ligeramente su túnica, dándole un toque dramático a su aparición. Era claro que, aunque el encuentro parecía casual, Mayura nunca dejaba de disfrutar de un buen juego de palabras o de la oportunidad de ver cómo reaccionaba Alpha ante su inesperada reaparición. Su mirada, siempre observadora, se clavó en el cazador, buscando algún indicio de cómo seguiría esta historia que había quedado en pausa tras su última conversación.
— Por cierto... — continuó, sin darle tiempo a Alpha de responder inmediatamente. — Espero que esta vez podamos definir lo nuestro. No habrá interrupciones. — Hizo una pequeña pausa, divertida, mientras su mirada escrutaba a Alpha con detenimiento. El tono, aunque juguetón, estaba cargado de la misma curiosidad que le había mantenido intrigado desde el primer encuentro.
A pesar de la ligereza de su tono, había algo en su postura y sus palabras que indicaba que no se trataba solo de una simple coincidencia. Era como si Mayura, en su infinita necesidad de desentrañar los secretos de quienes le rodeaban, no estuviera dispuesto a dejar pasar la oportunidad de retomar la conversación que habían dejado pendiente.