¿Sabías que…?
... el Reino de Oykot ha estrenado su nueva central hidroeléctrica.
[Común] Trabajos encubiertos
Airgid Vanaidiam
Metalhead
¿Puede ser que su trola estuviera surtiendo efecto? Ahora se sentía un poco mal, mintiéndole de esa forma solo porque sabía que le ponía un poco nervioso. ¿Por qué? ¿Por vengarse por haber dicho que le olía el aliento? Bueno, le seguiría el rollo un poco más y luego le confesaría que solo estaba tomándole el pelo. Era su compañero, así que tampoco quería que tuviera una mala impresión de ella o que le sentara mal su pequeño juego. Además, le hacía gracia, le caía bien. ¿Puede que la máscara influyese un poco? Puede ser.

Escuchó su repentina pregunta acerca de su profesión y tuvo que luchar por contenerse la risa. Aunque tenía sentido que se lo preguntara, la verdad, después de lo que le acababa de contar. — ¿Yo? ¡Qué va! Conocí algunas cuando era pequeña, y te lo juro, dan más mal rollo que cualquié fantasma. Me parece mu... sectario. — ¿Acaso Entrañas era religioso? Si fuer así, acababa de cagarla profundamente, pues podría tomarse sus palabras como una ofensa. Aunque tampoco se refería a TODAS las religiones... después de conocer a Ragnheidr y que éste le contara un poco acerca de sus diosas, Airgid estaba tratando de ser un poco más abierta de mente con respecto a las creencias de la gente. Pero le costaba ocultar sus reticencias con el tema, ya había tenido sus idas y venidas con "padres" y "pastores". Mal rollito. — Tranqui, no necesitaremos sangre, solo la de nuestros enemigos. — ¿Qué significaba eso exactamente? Entonces Entrañas se ofreció a cargarla. La rubia le miró, con una sonrisilla espontánea y sincera. Claro, acababa de conocerle, no estaba acostumbrado a verla ir dando saltitos. Recordó cuando conoció a Ragnheidr y a Asradi, que iba incluso con muletas. Parecía que había pasado una eternidad desde aquello. — Está bien, tu hombro parece bastante cómodo. — Aceptó, ¿cómo no hacerlo? Era vacilón, se le notaba en las palabras que usaba y en su voz, pero también era sincero y amable.

Con un poco de su ayuda, finalmente se acomodó sobre su hombro derecho. Era mejor eso a que tuviera que cargarla como si fuera una princesita o algo. Además, desde aquella nueva perspectiva visual podía examinarle mejor, más a fondo. La máscara de corazón humano era simplemente perfecta, y desde luego, Entrañas no mentía cuando le dijo que era bastante fuerte, podía notar sus entrenados músculos bajo su traje. Era un hombre curioso, parecía esconder más de un secreto, más de una sorpresa. ¿Cuál sería su historia? Fue capaz de compartir una leve pincelada con ella cuando mencionó eso del manual, hablando por encima sobre su figura paterna y su acomodado bolsillo. Al parecer, siempre que mencionara al manual debía hacerlo gritando, con ímpetu, pero lo más raro es que según Entrañas, deberían habérselo entregado al integrar en la armada. — Viendo tu entusiasmo cualquiera pensaría que vienes de una familia de puros revolucionarios. ¿Y te llevas bien con él? — Preguntó con una genuina curiosidad. Puede que fueran como el agua y el aceite, pero eso no siempre implicaba una mala relación. — Ya sabes, ingresé en la armada hace poco, puede que mi copia del MANUAL se perdiera por el camino. — No pudo evitar soltar una risilla al gritar el manual de aquella forma, imitándole. Que estupidez tan grande, pero le gustaban las tonterías, desde siempre. — Me gustaría mucho tener una, sí. — Aceptó finalmente, con una gran intriga, preguntándose qué clase de información podrían esconder aquellas páginas. ¿Historia acerca del movimiento? Eso le interesaba muchísimo.

El paseo por aquella parte de la ciudad resultaba cuanto menos... ilustrativo. El pueblo del que Airgid provenía era pequeño y el comercio no iba mal, en general, así que no estaba acostumbrada a un ambiente tan empobrecido, tan castigado. Ricos y pobres habían en todos lados, pero en Kilombo la diferencia no era tan notoria como para que llamase la atención de aquella manera. Y el cambio no llegaba de la noche a la mañana, por mucho que el plan hubiera salido bien en aquella isla, los habitantes de Oykot tendrían que pasar una etapa de transición. Por lo menos, la moral de los balleneros había incrementado bastante, eso era un gran paso. Algunas miradas se clavaban en ellos, pues digamos resultaba llamativo ver a una tía coja sobre los hombros de un hombre enmascarado. Si no fuera porque no estaba atada ni amordazada, podría parecer un secuestro fácilmente. Algún que otro ballenero la saludó desde la distancia al reconocerla, y es que Airgid se había labrado una pequeña pero buena reputación entre ellos. — Tengo ganas de ver el cambio en esta isla dentro de unos meses, o incluso un año. Hemos hecho algo bueno aquí, pero aún tienen que acomodarse a esta nueva vida. — Reflexionó un poco en voz alta, con un tono de esperanza en su voz.

Finalmente llegaron frente a un edificio que estaba a un vendaval de acabar completamente derruído. Entrañas intentó sacar información de un par de vagabundos que se encontraban en la entrada, pero resultó inútil. Es igual, tenían lo que buscaban. — Déjame un segundo... — Le pidió, tomándose un momento para concentrarse en el interior de aquella torre maltrecha y sus alrededores, tratando de detectar el metal. — Mmm... Por lo menos hay tres tíos armados, llevan una espada, un martillo y una pistola. Pero detecto mínimo cuatro, el último no lleva armas pero sí que tiene un piercing en el ombligo, qué juguetón. — Sonrió, sacando sus armas de sus bolsillos, colocándose el par de nudilleras en ambas manos y una puntera metálica en la bota. Mientras hacía todo esto, había comenzado a reunir metal frente a ella, levitando en el aire. Había de todo lo que había podido encontrar en aquel barrio bajo; tornillos, placas, llaves inglesas, una tapa de un cubo de basura, cartuchos de balas... Deformó el conjunto simplemente con su control mental sobre los campos magnéticos, construyendo refuerzos ofensivos sobre su armamento, incrementando su tamaño y llenándolos de pinchos y demás cosas que harían mucha mucha pupa. — Me gusta el plan kamikaze, por mí entramos a piñón, más aún sabiendo las armas que llevan. Aunque te aviso que dentro de nada dejarán de tenerlas. ¿Quieres que te haga una armadura o algo en especial? Hay más metal por aquí que puedo usar. — Comentó con él con naturalidad, buscando los ojos de Entrañas a través de su máscara y mostrando una amplia sonrisa. Le encantaba usar su poder. Los mendigos, entre otros más ciudadanos que pasaban por allí, se alejaron rápidamente al ver el percal que se avecinaba. Tenía pinta de movida y no querían verse involucrados.
#10


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Trabajos encubiertos - por Lemon Stone - 12-10-2024, 04:08 AM
RE: Trabajos encubiertos - por Airgid Vanaidiam - 12-10-2024, 05:21 PM
RE: Trabajos encubiertos - por Lemon Stone - 12-10-2024, 06:56 PM
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RE: Trabajos encubiertos - por Airgid Vanaidiam - 25-10-2024, 05:25 PM
RE: Trabajos encubiertos - por Lemon Stone - 27-10-2024, 05:21 AM
RE: Trabajos encubiertos - por Airgid Vanaidiam - 05-11-2024, 02:15 AM

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