Lobo Jackson
Moonwalker
22-10-2024, 12:48 PM
(Última modificación: 22-10-2024, 12:53 PM por Lobo Jackson.)
El método de búsqueda de Lobo Jackson en aquel almacén era una exhibición inequívoca de baile contemporáneo. Su cuerpo, como extensión física de sus sentimientos, se movía con fluidez y delicadeza intentando encontrar alguna cerradura suelta, alguna taquilla entreabierta, cualquier indicio de descuido que pudiera aprovechar para acceder a las pertenencias de los trabajadores de la presa.
Pero no encontró nada fuera de lo común.
- Porno, porno, porno... - El peludo bailarín, quien se había emocionado al descubrir una voluminosa cantidad papeles escondidos bajo el espacio entre el suelo y las taquillas, tan solo encontró una selecta colección de las mejores "Red Line Special". - Aquí sólo hay mujeres en bolas... ¡Ohhh! "Entrevista con Minky Winky, la conejita electrizante." -
Entonces, su pequeño caracolófono resonó desde el interior de su chaqueta, la "Jacket Jackson". La voz de su compañera, tintada de ansiedad, hizo que el pequeño caracol tuviera gotas de sudor alrededor de su caparazón. Incluso la mirada normalmente apática del animal se había adquirido intensidad fruto del nerviosismo.
-¿Donde estas Lobo? responde. Yo estoy en la oficina de Sylvia Primm, ven a ayudarme a revisar espero encontremos los planos aquí para irnos, date prisa. -
- ¿Sylvia Primm? - Se preguntó el Mink. - ¿De qué me suena ese nombre..? ¡Ah! ¿Lo habré visto antes? Quizás en los despachos de aquí fuera... -
Guardando el den den en la chaqueta, y con la revista erótica todavía entre manos, Lobo Jackson se apresuró a salir del almacén en busca de su compañera. Pronto llegó a su nariz el inconfundible aroma floral de su camarada que provenía desde una puerta entreabierta hacia su lado izquierdo. Moviéndose con estilo y presteza imitando el movimiento de un cisne, el lobo pronto alcanzó el despacho de la mujer y atravesó el umbral, encontrándose con su compañera.
- Aquí estoy-gara. - Lobo hablaba entre susurros. La emoción que le producía la misión había alcanzado el auge. - Qué buena idea entrar aquí, querida Hato-gara. Desde luego has hecho un buen trabajo-gara. ¿Cómo conseguiste abrir la puerta-gara? Bueno, ya me lo contarás-gara. Ahora es momento de buscar y rebuscar-gara, como paparachis en un cubo de basura-gara. -
- Este despacho tiene pinta de guardar documentos más importantes que la "Red Line Special". - Pensó, echando un vistazo a su alrededor. - Aunque seguro que ninguno tiene una entrevista con Minky. -
Siguiendo los pasos de su camarada, el mink empezó a buscar en el despacho. Utilizaba tanto sus ojos como su avanzado olfato para rastrear cual perro de caza cualquier objeto, documento o cosa de interés que pudiera ser de utilidad para la Armada Revolucionaria. En su mente había un orden de prioridades:
Si el mink encontraba algún tipo de partitura o mixtape interesante, ¿por qué no llevárselo? Un músico apasionado siempre debe de estar abierto a las nuevas oportunidades.
Pero no encontró nada fuera de lo común.
- Porno, porno, porno... - El peludo bailarín, quien se había emocionado al descubrir una voluminosa cantidad papeles escondidos bajo el espacio entre el suelo y las taquillas, tan solo encontró una selecta colección de las mejores "Red Line Special". - Aquí sólo hay mujeres en bolas... ¡Ohhh! "Entrevista con Minky Winky, la conejita electrizante." -
Entonces, su pequeño caracolófono resonó desde el interior de su chaqueta, la "Jacket Jackson". La voz de su compañera, tintada de ansiedad, hizo que el pequeño caracol tuviera gotas de sudor alrededor de su caparazón. Incluso la mirada normalmente apática del animal se había adquirido intensidad fruto del nerviosismo.
-¿Donde estas Lobo? responde. Yo estoy en la oficina de Sylvia Primm, ven a ayudarme a revisar espero encontremos los planos aquí para irnos, date prisa. -
- ¿Sylvia Primm? - Se preguntó el Mink. - ¿De qué me suena ese nombre..? ¡Ah! ¿Lo habré visto antes? Quizás en los despachos de aquí fuera... -
Guardando el den den en la chaqueta, y con la revista erótica todavía entre manos, Lobo Jackson se apresuró a salir del almacén en busca de su compañera. Pronto llegó a su nariz el inconfundible aroma floral de su camarada que provenía desde una puerta entreabierta hacia su lado izquierdo. Moviéndose con estilo y presteza imitando el movimiento de un cisne, el lobo pronto alcanzó el despacho de la mujer y atravesó el umbral, encontrándose con su compañera.
- Aquí estoy-gara. - Lobo hablaba entre susurros. La emoción que le producía la misión había alcanzado el auge. - Qué buena idea entrar aquí, querida Hato-gara. Desde luego has hecho un buen trabajo-gara. ¿Cómo conseguiste abrir la puerta-gara? Bueno, ya me lo contarás-gara. Ahora es momento de buscar y rebuscar-gara, como paparachis en un cubo de basura-gara. -
- Este despacho tiene pinta de guardar documentos más importantes que la "Red Line Special". - Pensó, echando un vistazo a su alrededor. - Aunque seguro que ninguno tiene una entrevista con Minky. -
Siguiendo los pasos de su camarada, el mink empezó a buscar en el despacho. Utilizaba tanto sus ojos como su avanzado olfato para rastrear cual perro de caza cualquier objeto, documento o cosa de interés que pudiera ser de utilidad para la Armada Revolucionaria. En su mente había un orden de prioridades:
- Planos de la presa.
- Documentación sobre la guardia de la presa: turnos de guardia, cantidad de efectivos, tipo de armamento y demás.
- Información sobre la jerarquía de la compañía: nombres, direcciones, horarios, sueldos y similares.
- Libros de cuentas y movimientos financieros.
- Música: partituras, instrumentos, canciones apuntadas en servilletas y cosas así.
Si el mink encontraba algún tipo de partitura o mixtape interesante, ¿por qué no llevárselo? Un músico apasionado siempre debe de estar abierto a las nuevas oportunidades.