Derian Markov
Lord Markov
22-10-2024, 11:56 PM
Te apresuras tanto como puedes, dando grandes zancadas y bajando los escalones de cuatro en cuatro. Sientes la presencia de quien supones que es McNeil vívidamente, tal es tu nivel de concentración y determinación. Sin embargo, una cosa es percibirle y otra encontrar su posición exacta en un edificio cuya distribución de pasillos y estancias te es ajena. En cuanto llegas a la plan inferior, empiezas a recorrer lujosos corredores tapizados y a abrir puertas que, para tu creciente apremio y frustración, te llevan a estancias sin salida. Los pasillos parecen alejarte cada vez más de tu objetivo y tienes la horrenda sensación de que el tiempo corre en tu contra y el edificio conspira contra tu éxito.
Aquí y allá, sorprendes a algún cliente o trabajador del hotel cuando abres alguna puerta violenta e inesperadamente. Sin embargo, no hay tiempo para explicaciones. Tal vez te excuses rápidamente, tal vez no digas nada y salgas cerrando la puerta, pero el caso es que te marchas tan rápidamente como viniste. Mientras tanto, sigues percibiendo a la voz moverse por los pasillos del casino. Y, entonces, notas intenciones asesinas. La voz se ha encontrado con más presencias que tienen intención de eliminarle. Te apresuras para intentar llegar a él antes de que puedan matarlo o hacerlo desaparecer, pero no encuentras dónde diablos está. Cada esquina que giras parece llevarte a un pasillo sin salida o a una estancia sin puertas o accesos hacia la zona que quieres acceder.
Sin embargo, la suerte de momento te acompaña. Notas varias de esas presencias apagarse y a tu objetivo huir en otra dirección. Corres hacia donde crees que podrás interceptarlo, con el corazón desbocado y la certeza de que el tiempo que te queda es muy limitado. Recorres pasillos que ya has cruzado, atajas por estancias corriendo entre tragaperras y mesas de juego y finalmente llegas a un cruce de camino donde notas la presencia extremadamente cerca. Una puerta se abre con un golpe y un hombre trajeado ensangrentado, con varias heridas feas en el brazo derecho y el torso y un puñal en su mano izquierda entra, jadeando. Tiene una expresión desquiciada y desesperada, pelo largo color pajizo y ojos verdes. Aunque destrozado, el color rojo de su traje y la insignia de un misil lo reconoce como parte del personal del hotel. Es la persona que buscas, tu haki lo delata. Se queda paralizado al verte. Ese breve instante de duda basta para que dos miembros de la seguridad del casino lo embistan y derriben.
- Nos has dado muchos problemas, McNeil. El jefe quiere verte - dice uno de ellos, colocado encima suya y retorciendo sus brazos en una llave. Mientras tanto, el segundo saca una pistola y le apunta. Tardan un momento en reparar en ti, concentrados como estánen su labor. Cuando te ven, el de la pistola se apresura a decir - Buenas tardes, señor. No se preocupe, esto son asuntos del casino. Nos ocuparemos de esto sin provocarle problemas.
Aquí y allá, sorprendes a algún cliente o trabajador del hotel cuando abres alguna puerta violenta e inesperadamente. Sin embargo, no hay tiempo para explicaciones. Tal vez te excuses rápidamente, tal vez no digas nada y salgas cerrando la puerta, pero el caso es que te marchas tan rápidamente como viniste. Mientras tanto, sigues percibiendo a la voz moverse por los pasillos del casino. Y, entonces, notas intenciones asesinas. La voz se ha encontrado con más presencias que tienen intención de eliminarle. Te apresuras para intentar llegar a él antes de que puedan matarlo o hacerlo desaparecer, pero no encuentras dónde diablos está. Cada esquina que giras parece llevarte a un pasillo sin salida o a una estancia sin puertas o accesos hacia la zona que quieres acceder.
Sin embargo, la suerte de momento te acompaña. Notas varias de esas presencias apagarse y a tu objetivo huir en otra dirección. Corres hacia donde crees que podrás interceptarlo, con el corazón desbocado y la certeza de que el tiempo que te queda es muy limitado. Recorres pasillos que ya has cruzado, atajas por estancias corriendo entre tragaperras y mesas de juego y finalmente llegas a un cruce de camino donde notas la presencia extremadamente cerca. Una puerta se abre con un golpe y un hombre trajeado ensangrentado, con varias heridas feas en el brazo derecho y el torso y un puñal en su mano izquierda entra, jadeando. Tiene una expresión desquiciada y desesperada, pelo largo color pajizo y ojos verdes. Aunque destrozado, el color rojo de su traje y la insignia de un misil lo reconoce como parte del personal del hotel. Es la persona que buscas, tu haki lo delata. Se queda paralizado al verte. Ese breve instante de duda basta para que dos miembros de la seguridad del casino lo embistan y derriben.
- Nos has dado muchos problemas, McNeil. El jefe quiere verte - dice uno de ellos, colocado encima suya y retorciendo sus brazos en una llave. Mientras tanto, el segundo saca una pistola y le apunta. Tardan un momento en reparar en ti, concentrados como estánen su labor. Cuando te ven, el de la pistola se apresura a decir - Buenas tardes, señor. No se preocupe, esto son asuntos del casino. Nos ocuparemos de esto sin provocarle problemas.