Illyasbabel
cuervo de tiburón
23-10-2024, 12:49 AM
(Última modificación: 10-11-2024, 10:47 PM por Illyasbabel.)
La compañía Mercenaria
31 Verano
A primera hora de la mañana, el barco llegaba a las costas de Tequila Wolf, un barco repleto de tesoros de la familia Blackmore, custodiado por tres resilientes cazadores, que luego de un viaje un tanto vertiginoso, llegaban a su destino sanos y salvos. Al finalizar la entrega segura de la embarcación y la consecuente paga por sus servicios, el trío de caballeros, se reunía en el puerto más cercano. Una vez allí, solo quedaría descansar y recuperarse para los días siguientes.
- iuff.... ¡por fin! - Suspiró, alegrándose de terminar con la custodia del tesoro. - deberíamos comer algo... ¿Qué dicen? - preguntó a sus dos compañeros. En esta ocasión Illyas parecía el espíritu alegre del grupo, horas atrás se había percatado del dolor de su compañero ante la perdida del cuarto cazador, que no logró superar la misión. Aunque el viejo cuervo no lo conocía, el joven Shy parecía tener un vínculo con él, no quiso molestarlo, pero como viejo simpático que es, intentó distraerlo de sus pensamientos de tristeza. En cambio, el fortachón Yoshiro, siempre con su carácter noble y responsable, parecía llevar la marcha de sus siguientes pasos, o al menos así lo veía Illyasbabel, que no dudó en seguirlo a donde fuera.
La idea de formar un gremio resultaba tentador para el viejo cuervo, que llegado a esta edad, le venía muy bien algo de compañía juvenil. Aunque en un principio subestimó al joven pelirrojo, bastaron dos encuentros para reconocerlo como líder nato, y más luego de la batalla que había acontecido el día anterior, sin dudas era un sujeto con grandes capacidades. A diferencia de Shy, que parecía un sujeto sumamente introvertido y con cara de pocos amigos, aunque esto fuera o no así, la perspectiva del viejo se adaptaba a la realidad, Shy lo había salvado en un momento de crisis, por lo que estaba en deuda con él. Poco a poco, el viejo Illya, intentaría simpatizar con el joven para que entre en confianza con él, aunque claro, la imagen de Illyasbabel no era la más bonita de todas, a simple vista un viejo alado y borracho, por lo que decidió hacer un esfuerzo en agradarle, con algún simple gesto, una sonrisa, un apoyo, una conversación, nada que lo irritase pero que si demostrara su agradecimiento. - ¿Conocen algún resto-bar de la zona? ¡¡Yo invito!! caballeros, es lo menos que puedo hacer! he! he! - exclamó.