King Kazma
Shiromimi
01-08-2024, 10:09 PM
Conforme el visitante se acercaba a la base marina por la calle principal, ignorando los pocos callejones que quedaban transitables, el Sol caía poco a poco en el cielo, acercándose cada vez más al horizonte. La luz crepuscular dejaba una imagen todavía más tétrica si cabe sobre la ciudad y la base. Los aullidos sonaban incluso más inquietantes. A nadie le gustaba una ciudad fantasma por la noche, pues esta es oscura y alberga horrores. Pero el intrépido visitante no parecía hacer caso de rumores o tener el instinto típico de cualquiera, que le avisaba que estar solo en un sitio así tenía que tener consecuencias sí o sí. ¿Alguien sabía que estaba allí? ¿Irían a por él si tardaba mucho en regresar? Son preguntas que debía hacerse cualquier persona cuando se encontraba ante una situación peligrosa.
Para el momento en el que el visitante se plantó frente a la puerta principal, una reja robusta y alta, los aullidos parecían sonar más cercanos que antes. ¿Se estaban acercando los depredadores al oler carne fresca? De todas formas, si quería continuar, su principal obstáculo a superar era la verja que rodeaba la base. No había signos de destrucción, de que hubiera sufrido ataques. Prácticamente intacta salvo por el paso del tiempo, se alzaba demasiado alta como para saltarla, pero nada impedía escalarla. Si se prestaba suficiente atención, a pesar de la oscuridad creciente, se podía distinguir lo que parecía ser una zona elevada junto a la verja a cinco minutos a la izquierda. Del mismo modo, prestando atención y con buen oído, cerca de la estructura metálica se escuchaba un ligero zumbido, como si en algún lugar de la misma hubiera un panal de abejas y el zumbar de su vuelo se transmitiera por el metal.
¿Qué camino elegiría el visitante? ¿Qué misterios ocultaba la base marina? Tal vez quedaba allí un tesoro de un pirata encerrado en el calabozo. Puede que un arsenal de armas importante. Cabía la posibilidad que el diario del capitán de la base con notas importantes para esclarecer los hechos que llevaron al abandono de la isla al completo.
Para el momento en el que el visitante se plantó frente a la puerta principal, una reja robusta y alta, los aullidos parecían sonar más cercanos que antes. ¿Se estaban acercando los depredadores al oler carne fresca? De todas formas, si quería continuar, su principal obstáculo a superar era la verja que rodeaba la base. No había signos de destrucción, de que hubiera sufrido ataques. Prácticamente intacta salvo por el paso del tiempo, se alzaba demasiado alta como para saltarla, pero nada impedía escalarla. Si se prestaba suficiente atención, a pesar de la oscuridad creciente, se podía distinguir lo que parecía ser una zona elevada junto a la verja a cinco minutos a la izquierda. Del mismo modo, prestando atención y con buen oído, cerca de la estructura metálica se escuchaba un ligero zumbido, como si en algún lugar de la misma hubiera un panal de abejas y el zumbar de su vuelo se transmitiera por el metal.
¿Qué camino elegiría el visitante? ¿Qué misterios ocultaba la base marina? Tal vez quedaba allí un tesoro de un pirata encerrado en el calabozo. Puede que un arsenal de armas importante. Cabía la posibilidad que el diario del capitán de la base con notas importantes para esclarecer los hechos que llevaron al abandono de la isla al completo.