Illyasbabel
cuervo de tiburón
23-10-2024, 09:50 PM
Aunque el viejo Illya se hacía el " duro ", era evidente que también llevaba consigo el dolor de sus heridas, notable en su rengo andar, aunque quisiera ocultarlo, Yoshiro leyó claramente su malestar. - Estoy de acuerdo he he - respondió, un tanto avergonzado, mientras seguía la marcha de su compañero. Aunque sus heridas eran ciertamente bastante graves, el rugido de su estomago era aún peor. Habían pasado horas desde aquel ultimo sándwich, por lo que un poco de comida le vendría de maravilla para recomponerse. - Te sigo - respondió. En cosa de minutos se alejaron de las multitudes portuarias hasta dar con lo que sería el ingreso a la ciudad.
El clima parecía acompañar el pesar de Shy, que lejos de simpatizar con el viejo, mantenía prudencial distancia. Decidió no molestarlo, al fin y al cabo, todos estaban cansados, Illyasbabel no había dormido nada desde el día anterior, aunque fuera resistente, también anhelaba un sitio donde descansar.
La marcha continuó hasta que por fin dieron con un sitio que parecía cumplir con sus necesidades. A pocos metros de distancia, un pequeño motel con restaurante incluido. - Vaya, haz dado justo en el clavo - mencionó a Yoshiro, refiriéndose a su gran habilidad para orientarse. - Supongo que ese sitio nos será de utilidad para pasar el día - Dijo, señalando el ingreso al motel, apodado con el nombre " La posada del pulpo ".
Parecía el sitio indicado para buscar referencias y de paso alimentarse un poco. - Puedo aguantar un poco más, no se preocupen, luego del almuerzo iré a la salita médica - mencionó a sus compañeros, no quería preocuparlos, era parte de su tenaz personalidad como viejo audaz y desconsiderado con sigo mismo. Antes de ingresar al motel, se detuvo en la entrada para armar un cigarrillo y pitar de él. Había notado que el joven Yoshiro detestaba el humo, por lo que decidió fumar afuera para no molestar a sus compañeros. - Ahora entró, no me esperen - dijo, mientras pitaba su cigarro. Mientras fumaba se detuvo unos momentos a observar el entorno, en general poco movimiento, más que algunas personas circulando por la zona, estaba todo tranquilo. Tenía la costumbre de estar alerta, siempre cerciorándose de que no le estuviesen siguiendo o observando. Una costumbre afín al cazador experimentado, que luego de años de hazañas, había conseguido el rencor de varios piratas, no estaba de más echar un ojo de vez en cuando para evitar trampas o sorpresas inesperadas.
El clima parecía acompañar el pesar de Shy, que lejos de simpatizar con el viejo, mantenía prudencial distancia. Decidió no molestarlo, al fin y al cabo, todos estaban cansados, Illyasbabel no había dormido nada desde el día anterior, aunque fuera resistente, también anhelaba un sitio donde descansar.
La marcha continuó hasta que por fin dieron con un sitio que parecía cumplir con sus necesidades. A pocos metros de distancia, un pequeño motel con restaurante incluido. - Vaya, haz dado justo en el clavo - mencionó a Yoshiro, refiriéndose a su gran habilidad para orientarse. - Supongo que ese sitio nos será de utilidad para pasar el día - Dijo, señalando el ingreso al motel, apodado con el nombre " La posada del pulpo ".
Parecía el sitio indicado para buscar referencias y de paso alimentarse un poco. - Puedo aguantar un poco más, no se preocupen, luego del almuerzo iré a la salita médica - mencionó a sus compañeros, no quería preocuparlos, era parte de su tenaz personalidad como viejo audaz y desconsiderado con sigo mismo. Antes de ingresar al motel, se detuvo en la entrada para armar un cigarrillo y pitar de él. Había notado que el joven Yoshiro detestaba el humo, por lo que decidió fumar afuera para no molestar a sus compañeros. - Ahora entró, no me esperen - dijo, mientras pitaba su cigarro. Mientras fumaba se detuvo unos momentos a observar el entorno, en general poco movimiento, más que algunas personas circulando por la zona, estaba todo tranquilo. Tenía la costumbre de estar alerta, siempre cerciorándose de que no le estuviesen siguiendo o observando. Una costumbre afín al cazador experimentado, que luego de años de hazañas, había conseguido el rencor de varios piratas, no estaba de más echar un ojo de vez en cuando para evitar trampas o sorpresas inesperadas.