Hay rumores sobre…
... que en cierta isla del East Blue, hubo hasta hace poco tiempo un reino muy prospero y poderoso, pero que desapareció de la faz de la tierra en apenas un día.
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[Común] [C-Pasado] Sangre y Bellys | Priv. Sowon
Alistair
Mochuelo
Personaje


Una usuaria tradicional de espada que ponía gran peso en su orgullo era una vista grata de ver. Una Oni que tenía virtudes bastante claras en su vida y su actuar, y no tenía temor alguno en expresarlo; si todos los de su especie eran como ella, estaba seguro que podía llegar a llevarse muy bien con todos ellos. ¡Incluso podía verse buscándole para pedirle enfrentamientos amistosos, que siempre venían bien cuando tenías algo por aprender! Cualquier competencia justa era más que bien recibida. 

No pudo contener la enorme sonrisa que se formó en su rostro cuando la escuchó; sus palabras eran tan directas que sentía palpable la honestidad en ellas, y de ser así, se alegraba de encontrar a una persona que pudiera compartir con tanta cercanía las virtudes de la espada que él mismo había abrazado desde su primer hoja sin filo.

¡Te entiendo, te entiendo! — Respondió, risueño. — Una espada de un buen calibre en unas buenas manos siempre pide mejora, acción, pero sobre todo competencia a su nivel. No hay mejor sentimiento que chocar metal contra metal en contra de alguien que es perfectamente capaz de blandir su propio filo. Tanto para el espadachín como para el arma, se siente como si las espadas te agradecieran por propiciar un encuentro con un igual. — Y dejó salir una carcajada, divertido por la dirección que la conversación había asumido. No era de todos los días, y ciertamente no era un belicoso que perseguía cada pelea incesantemente, pero debía admitir que era una liberación importante para su espíritu el poder articular esas palabras en voz alta sin un mínimo interés de quién pudiera escuchar al otro lado de la pared. Metafóricamente hablando. 

Lo son. En una pelea entre guerreros honorables, hay pocas cosas tan bajas como utilizar trucos sacados bajo la manga. Pero... — Aún cuando su opinión sobre las personas con estilos menos ortodoxos se alineaba con la de la Oni, existía una excepción en medio. Una pequeña chispa que intentaba abordar el tema de manera mas positiva. — Admito que me produce cierta intriga. No soy fan de utilizar artimañas para obtener la victoria, pero tal y como dices, el instinto a veces prima por encima del honor. En especial si en esa balanza estuviese una persona con un filo a la garganta contra algo tan inmaterial como el honor. — No era una idea que le entretuviera, pero era tan real como las katanas que llevaba en su cintura. — Tener uno o dos trucos bajo la manga puede salvarte a ti o a alguien más de un aprieto en el momento que más lo necesita, y admito que me gustaría contar con alguno si llegara una de esas situación críticas. Después de todo, un espadachín que solo sabe atacar de frente y por los lados tan solo tiene tantas oportunidades de salir victorioso como el lanzamiento de una moneda; tan pronto aprendes el patrón, se acaba.

Se quedó unos instantes en silencio, pensativo. Pero nada mas que unos fugaces instantes. — ¡Bueno! En cualquier caso, por ahora es solo un pensamiento vagabundo en mi cabeza. Si lo pondré en práctica o desecharé es por ahora cosa del futuro. — De momento, tan solo era un libro abierto que le gustaba sonreír de más. 

Una propuesta no tardó en aterrizar sobre sus hombros, una que además iluminó su mirada de golpe. ¡Parece que no haría falta esperar a otro encuentro oportuno después de todo! Si la capacidad de la chica para utilizar su arma estaban a la altura de lo que había escuchado y predicho por lo que había visto, el encuentro sería una experiencia más que interesante y una enorme oportunidad para aprender algo nuevo: Un estilo que utilizaba un arma de proporciones colosales en acción. 

Guía el camino. — Simple y directo. Su respuesta fue acompañada por una sonrisa desafiante; había aceptado desde el preciso momento en que la chica propuso el entrenamiento. La Oni llevaba la razón con que el trabajo que recibiría a esa hora era escaso, y habían otros médicos presentes en caso de que las cosas se salieran de control. Podía permitirse una pequeña huida del lugar por unos minutos. U horas, quién sabe. Si las cosas resultaban ser tan interesantes como auguraban ser, el Lunarian estaba perfectamente dispuesto a invertir cuanto tiempo fuera necesario hasta estar satisfecho. 

Alistair siguió las direcciones que la Oni indicó y luego a la propia chica, caminando junto a ella -y aprovechando para comer de un paquete de carne seca que cargaba que había comprado en el gastrobar antes de salir, para el camino- hasta llegar al lugar que describía: Una playa blanca que se extendía mas allá de lo que sus ojos podían apreciar, en el cual el olor a sal invadía el ambiente y la arena no tardaba en meterse entre el calzado para provocar una sensación que pronto olvidaría -u odiaría con cada fibra de su ser-. Mas allá de la vegetación que nacía justo al inicio de la playa -a unos 20 metros de su posición-, la privacidad con la que ambos contaban en el terreno donde solo se encontraban los dos espadachines significaba que podían dar rienda suelta a sus habilidades sin herir a nadie por accidente. Un terreno perfecto para un buen combate.

Situado a tan solo 5 metros de la chica, el Lunarian se preparó: Levantó el rostro e inhaló profundo, dejando que el aire salado entrara a sus pulmones y le revitalizara, a la par que la llama Lunarian estallaría con vida tras su espalda, irradiando un calor gentil que brindaba resistencia al ser alado. Luego, lentamente desenvainó la primera de sus katanas, la cual iría a parar entre sus dientes. Inmediatamente después, las otras dos serían removidas de sus fundas para acabar en manos de Alistair. Estaba listo para el combate. — Me tomo la libertad de robarte el primer golpe. — Comentó, sonriente; su voz podía escucharse con notable claridad a pesar de tener una de sus armas en medio de los labios, además de un tono gentil que contrastaría con la fiereza que estaba a punto de demostrar. 

Sin ningún otro aviso, el espadachín rápidamente se inclinó hacia el frente mientras cruzaba sus brazos, con cada filo de sus manos mirando hacia arriba y el filo en su boca entrecruzado de manera horizontal. En el instante siguiente, saldría disparado en linea recta hacia la Oni. En un parpadeo, la distancia entre ambos se cerraría totalmente por la naturaleza ágil del movimiento que realizó. Bruscos tan pronto se encontraron en rango de la Oni, el impacto de los tres filos apuntaría a caer sobre el centro del cuerpo femenino, tan solo otorgándole el tiempo a ella para desenfundar su filo y protegerse como sus reflejos le permitieran. Era de fácil emoción, y si había algo que encendía con fuerza la llama de su corazón -y probablemente de su espalda-, era el prospecto de un combate emocionante con un oponente igual o superior.

Oni Giri
san301
SANTORYU
Ofensiva Activa
Tier 3
No Aprendida
41
Costo de Energía
2
Enfriamiento
El usuario cruza sus brazos mientras mantiene alzada su o sus armas causando que pareza que se ondulan por el misma aura que el usuario desprende, tras lo cual da un [Dash] de 10 metros desplegando en abanico sus espadas cortando a todo el que se encuentre en el camino, efectuándose dicho tajo a +5 [Tasa de Acierto]. Santōryū: Si se utilizan tres espadas en la ejecución de esta técnica también golpeará a todo a 3 metros a cada lado del usuario durante el recorrido.
Golpe Básico + [FUEx2,6] de [Daño cortante]


Pero no le daría espacio para respirar; estaba probando una estrategia diferente, muy diferente a la de su combate con Lemon. Si ser pasivo e intercambiar un golpe a la vez no era eficiente con el Santoryu, entonces cambiaría su acercamiento: Como una avalancha, atacaría implacable desde ángulos variados, aprovechando su superioridad numérica para agotar a su oponente o encontrar grietas en su defensa. Si el primer ataque se veía detenido por una técnica defensiva de la Oni, el Lunarian pronto retiraría la presión del filo para seguirlo con dos ataques consecutivos que acompañó con sus tres katanas, específicamente cortes horizontales perfectamente coordinados que entrarían por la derecha y luego izquierda respectivamente. 

No podía hacerle pulso a una muralla, esa lección la aprendió por las malas. Así que la ahogaría con un aluvión hasta que el muro poco a poco asomara sus debilidades. 

Resumen Bélico & Mates


V&D
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RE: [C-Pasado] Sangre y Bellys | Priv. Sowon - por Alistair - 24-10-2024, 12:05 AM

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