Octojin
El terror blanco
24-10-2024, 09:34 AM
Apenas parpadeas cuando la estocada de Ren se aproxima a una velocidad vertiginosa. En el último segundo, haces bien en mover la katana con una precisión calculada, encontrando el filo de la espada de Ren. El choque entre ambos aceros produce un satisfactorio ―al menos para ti― sonido que poco a poco va muriendo. Consigues desviar el golpe de tu rival con ese sonido metálico que reverbera por toda la taberna. El impacto hace que Ren pierda el equilibrio momentáneamente, y en ese instante, no dudas en aprovechar la apertura que has conseguido con tu primer ataque.
Con una fluidez casi teatral, das un paso hacia adelante y lanzas un corte limpio hacia Ren. Este intenta reaccionar, pero su defensa se abre justo cuando el segundo ataque de Mayura impacta con fuerza contra su katana, enviándola volando por los aires. La espada de Ren gira por encima de ellos y cae a unos dos metros a la izquierda de Mayura, dejando a su oponente desarmado por un breve instante.
Jurarías haber notado cómo tu katana toca ligeramente la carne de tu rival, pero no estás del todo seguro. Quizá, si tienes un breve instante durante el combate y ojeas tu katana, puedas ver que la punta del filo tiene algo de sangre, alrededor de dos o tres centímetros. Bien hecho, creo que Ren se lo pensará un poco más antes de chocar de nuevo los aceros.
Pero nadie dijo que esto fuera a ser fácil. Con una gran agilidad, el peliverde da un par de rápidos pasos hacia atrás, manteniendo la distancia necesaria, y en un solo movimiento, lanza dos cuchillos que saca con destreza de su cinturón. Las pequeñas hojas cortan el aire con precisión, dirigiéndose rápidamente hacia el pecho del pavo real. Yo que tú intentaría que no te tocasen, por alguna razón huelen un poco... Raro. ¿Será que están oxidados? ¿O han sido impregnados en algún tipo de sustancia?
En cualquier caso, tu rival sigue ejecutando los movimientos con una fluidez envidiable. Nada más lanzar los cuchillos, se desplaza hacia su katana, que está ubicada a apenas dos metros de distancia sobre el suelo, cerca de una pata de madera que seguramente fuese parte de una silla anteriormente. Ren está claramente determinado a recuperar su arma. Si llega a tiempo, la agarrará y dará de nuevo dos pasos hacia atrás, adoptando una pose defensiva.
El enfrentamiento está lejos de terminar, y en ese juego de elegancia y brutalidad, ambos están dispuestos a jugar hasta el final. Ren está visiblemente cansado, pero aún entero. Quizá esté guardando sus mejores ases para cuando llegue el momento.
Con una fluidez casi teatral, das un paso hacia adelante y lanzas un corte limpio hacia Ren. Este intenta reaccionar, pero su defensa se abre justo cuando el segundo ataque de Mayura impacta con fuerza contra su katana, enviándola volando por los aires. La espada de Ren gira por encima de ellos y cae a unos dos metros a la izquierda de Mayura, dejando a su oponente desarmado por un breve instante.
Jurarías haber notado cómo tu katana toca ligeramente la carne de tu rival, pero no estás del todo seguro. Quizá, si tienes un breve instante durante el combate y ojeas tu katana, puedas ver que la punta del filo tiene algo de sangre, alrededor de dos o tres centímetros. Bien hecho, creo que Ren se lo pensará un poco más antes de chocar de nuevo los aceros.
Pero nadie dijo que esto fuera a ser fácil. Con una gran agilidad, el peliverde da un par de rápidos pasos hacia atrás, manteniendo la distancia necesaria, y en un solo movimiento, lanza dos cuchillos que saca con destreza de su cinturón. Las pequeñas hojas cortan el aire con precisión, dirigiéndose rápidamente hacia el pecho del pavo real. Yo que tú intentaría que no te tocasen, por alguna razón huelen un poco... Raro. ¿Será que están oxidados? ¿O han sido impregnados en algún tipo de sustancia?
En cualquier caso, tu rival sigue ejecutando los movimientos con una fluidez envidiable. Nada más lanzar los cuchillos, se desplaza hacia su katana, que está ubicada a apenas dos metros de distancia sobre el suelo, cerca de una pata de madera que seguramente fuese parte de una silla anteriormente. Ren está claramente determinado a recuperar su arma. Si llega a tiempo, la agarrará y dará de nuevo dos pasos hacia atrás, adoptando una pose defensiva.
El enfrentamiento está lejos de terminar, y en ese juego de elegancia y brutalidad, ambos están dispuestos a jugar hasta el final. Ren está visiblemente cansado, pero aún entero. Quizá esté guardando sus mejores ases para cuando llegue el momento.