Nagaki
Medusa
25-10-2024, 02:30 AM
Mis amenazas habían surgido efecto, pero me habían distraído lo suficiente como para darle tiempo a sus amigos a hacer cosas en nuestro barco. Para cuando me acerqué ya habían hecho un destrozo y se habían largado. Sin duda podría alcanzarles pero tenía prisa en arreglar esto al menos provisionalmente. Mentí la mano y saqué parte de los trozos de metal cuando de repente noté un golpe fuerte viniendo de la proa del barco. - ¿Seguirán atacándonos enemigos desde allí delante?- pensé. Los enemigos de mi parte estaban flotando bajo mi amenaza o alejándose de mi escapando, pero parecía que la batalla continuaba.
Dejé el arreglo del timón para más adelante, y decidí avanzar un poco más hacia la proa para investigar al origen del ruido cuando vi a mi compañero Masao bajo el agua aguantando la respiración y atado a un trozo de cuerda roto. Como los enemigos se alejaban de mí, le ayudé a subir a la superficie para que respirase tranquilamente.
- Masao, ¿sabes de donde ha venido ese ataq...? - Le pregunté mientras miraba en esa dirección y dejaba la pregunta colgada en el aire. A lo lejos, veía como el Suboficial Cadmus estaba luchando contra un hombre imponente con una gran espada encima en una barca. Por el ángulo del ataque, tenía que ser ese el origen del golpe a nuestro barco.
Un plan se me acababa de pasar por la cabeza. Era arriesgado, pero podía funcionar y al mismo tiempo alejarnos de los cangrejos de la zona. -Necesito un favor, quiero que avises a todos los del barco que se sujeten fuerte a algo por si no me escuchan. Prepárate.- Agarré fuerte a Masao y sin esperar respuesta le lancé a la cubierta de nuestro barco, ajustando mi fuerza para que hiciera una parábola y tuviera la caída justa para pasar la borda del barco y estar a 1-2 metros del suelo. En lo que volaba Masao grité: -¡¡COMPAÑEROS MARINES, AGARRAOS FUERTE A LO QUE PODAIS!!!-
Nadé rápidamente hasta la parte trasera del barco, me posicioné bien para agarrarlo sin problemas y con todas mis fuerzas lancé el barco 27 metros hacia adelante en la misma dirección que estaba. Si mis cálculos eran correctos, se quedaría el barco a menos de 5 metros de la barca enemiga y mis compañeros podrían hacer algo para apoyar a Cadmus a derrotar a ese enemigo.
Después del lanzamiento, fui nadando todo lo rápido que pude hacia ellos para intentar ayudarles a luchar contra el hombre de la barca.
Dejé el arreglo del timón para más adelante, y decidí avanzar un poco más hacia la proa para investigar al origen del ruido cuando vi a mi compañero Masao bajo el agua aguantando la respiración y atado a un trozo de cuerda roto. Como los enemigos se alejaban de mí, le ayudé a subir a la superficie para que respirase tranquilamente.
- Masao, ¿sabes de donde ha venido ese ataq...? - Le pregunté mientras miraba en esa dirección y dejaba la pregunta colgada en el aire. A lo lejos, veía como el Suboficial Cadmus estaba luchando contra un hombre imponente con una gran espada encima en una barca. Por el ángulo del ataque, tenía que ser ese el origen del golpe a nuestro barco.
Un plan se me acababa de pasar por la cabeza. Era arriesgado, pero podía funcionar y al mismo tiempo alejarnos de los cangrejos de la zona. -Necesito un favor, quiero que avises a todos los del barco que se sujeten fuerte a algo por si no me escuchan. Prepárate.- Agarré fuerte a Masao y sin esperar respuesta le lancé a la cubierta de nuestro barco, ajustando mi fuerza para que hiciera una parábola y tuviera la caída justa para pasar la borda del barco y estar a 1-2 metros del suelo. En lo que volaba Masao grité: -¡¡COMPAÑEROS MARINES, AGARRAOS FUERTE A LO QUE PODAIS!!!-
Nadé rápidamente hasta la parte trasera del barco, me posicioné bien para agarrarlo sin problemas y con todas mis fuerzas lancé el barco 27 metros hacia adelante en la misma dirección que estaba. Si mis cálculos eran correctos, se quedaría el barco a menos de 5 metros de la barca enemiga y mis compañeros podrían hacer algo para apoyar a Cadmus a derrotar a ese enemigo.
Después del lanzamiento, fui nadando todo lo rápido que pude hacia ellos para intentar ayudarles a luchar contra el hombre de la barca.