Asradi
Völva
24-10-2024, 07:41 PM
No podría negar que, efectivamente, se sentía bastante mal por tener que ocultar ciertas cosas. Con Octojin había pasado exactamente igual, y le dolía en el alma. Pero se estaba encontrando con gente buena, demasiado buena, y con la que comenzaba a crecer un sentimiento de cariño y fraternidad. No deseaba ponerles en peligro, aunque en ocasiones pudiese ser inevitable. Pero, aún así, si podría esquivar ciertas cosas, prefería cargar ella con ese peso. Lo único que necesitaba... Era saber que estaban ahí, que estaban bien y que eran felices. La sirena no precisaba nada más. Y, aún por otro lado, Galhard tenía razón. A veces ese peso se le hacía terriblemente grande. En su fuero interno deseaba compartirlo, pero siempre ganaba el miedo.
— Sé que tienes razón, pero siento que todavía no estoy preparada para ciertas cosas... — Le confesó con una suave sonrisa.
Galhard tenia razón en la mayoría de las cosas, pero todavía era complicado para ella. No era tan fácil abrirse en ese tema, por lo que también agradeció que, al final, el pelicastaño lo entendiese. Una de las manos de Asradi se posó en la de Galhard, en un gesto cariñoso y de confianza también.
— De todas manera, te agradezco mucho que te preocupes por mi. — Le miró con un brillo dulce, antes de suspirar para quitarse todo aquel sentimiento de desazón.
Estaban en una fiesta, lo suyo era pasárselo bien. Era el momento y el lugar perfecto para desconectar de todo lo que le preocupaba. Galhard, como bien habia dicho, estaba ahi. Y eso era lo que a Asradi le bastaba.
— Lo sé, Galhard. Y yo también estaré si algún día me necesitas para algo. Para cualquier cosa. — Acto seguido, se desperezó levemente, antes de dejarse caer de espaldas en la arena, con una sonrisa un poco más amplia. — Pero, de momento, todo está bien, así que disfrutemos de esto. La fiesta todavía va a continuar y no es plan de perdérsela o de amargarse con otras cosas.
Asradi ladeó ligeramente la cabeza, con el cabello desperdigado en la arena solo para mirarle, esta vez con una sonrisa un poco más animada. Quería pasarlo bien y, simplemente, olvidarse de todos sus problemas durante un rato. Agitó levemente la cola en la arena, de manera muy muy suave, en un acto reflejo y relajante al mismo tiempo.
— ¿Y a donde te irás después de que todo esto termine? — Preguntó, refiriéndose a la fiesta y a la boda que había tenido lugar. — ¿Te quedarás por aquí unos cuantos días, al menos?
Estaría bien compartir algún momento o alguna copa, más de tranquilos, en los dias posteriores si fuese posible.
— Sé que tienes razón, pero siento que todavía no estoy preparada para ciertas cosas... — Le confesó con una suave sonrisa.
Galhard tenia razón en la mayoría de las cosas, pero todavía era complicado para ella. No era tan fácil abrirse en ese tema, por lo que también agradeció que, al final, el pelicastaño lo entendiese. Una de las manos de Asradi se posó en la de Galhard, en un gesto cariñoso y de confianza también.
— De todas manera, te agradezco mucho que te preocupes por mi. — Le miró con un brillo dulce, antes de suspirar para quitarse todo aquel sentimiento de desazón.
Estaban en una fiesta, lo suyo era pasárselo bien. Era el momento y el lugar perfecto para desconectar de todo lo que le preocupaba. Galhard, como bien habia dicho, estaba ahi. Y eso era lo que a Asradi le bastaba.
— Lo sé, Galhard. Y yo también estaré si algún día me necesitas para algo. Para cualquier cosa. — Acto seguido, se desperezó levemente, antes de dejarse caer de espaldas en la arena, con una sonrisa un poco más amplia. — Pero, de momento, todo está bien, así que disfrutemos de esto. La fiesta todavía va a continuar y no es plan de perdérsela o de amargarse con otras cosas.
Asradi ladeó ligeramente la cabeza, con el cabello desperdigado en la arena solo para mirarle, esta vez con una sonrisa un poco más animada. Quería pasarlo bien y, simplemente, olvidarse de todos sus problemas durante un rato. Agitó levemente la cola en la arena, de manera muy muy suave, en un acto reflejo y relajante al mismo tiempo.
— ¿Y a donde te irás después de que todo esto termine? — Preguntó, refiriéndose a la fiesta y a la boda que había tenido lugar. — ¿Te quedarás por aquí unos cuantos días, al menos?
Estaría bien compartir algún momento o alguna copa, más de tranquilos, en los dias posteriores si fuese posible.