[Aventura] Buscando trufas

Gretta terminó de girar su cabeza, con el temor en su mente de que lo que había ocurrido no fuese todo una alucinación, pero la vida siempre le daba otra bofetada de realidad. Delante suya no estaba Shiro en una agradable cabaña; en su lugar, en el suelo yacía un cuerpo; era el cadáver reventado de un señor; la silueta sanguinolenta aún sujetaba una escopeta, de la que salía un hilillo de humo. Gretta dio un paso atrás, intentando frenar los pensamientos de su cabeza para poder discernir que había pasado aquí.

"¿Qué cojones ha pasado aquí? No me jodas que me he follado a este señor, pensando que era Shiro… ¿Y esa escopeta? A ver si la usó… ¿Para metérmela? Claro, ahora todo tiene sentido; este violador me vio vagar por el bosque y se aprovechó de mi cuerpo desvalido para abusar de mí, pero claro, no contaba con que yo no soy una mujercita cualquiera y mira, ahora estás muerto. Pues te lo tienes merecido; por vicioso y sádico, no se puede ir por ahí secuestrando a mujeres y metiéndoles cosas metálicas por el pepe… ¡Uno menos como tú en el mundo, ALA!" Gretta, después de analizar la escena y atar todos los cabos sueltos, asintió satisfecha con su propia explicación, y mirando el cadáver del señor todo reventado.

—Próxima, piensas yantes de abusiar de pobre mujier, eh. Dijo Gretta, mientras entraba a la cocina del farero y se pillaba una merienda para bajar el dolor de barriga que tenía y el mal trago que había pasado.

Dando unos bocados, salió del faro y se dirigió de nuevo al bosque, en dirección a casa. El día había sido largo, era de noche y el resto se preguntaría donde se habría metido. "Al final me vuelvo, sin trufa dorada, sin Shiro y sin hijos... Con lo bonito que pintaba el día al principio de la mañana, siempre lo mismo, nunca me pasan cosas buenas… y mira, que yo no hago nada malo". Pensaba Gretta, abatida por toda la experiencia vivida en el día de hoy.