Lance Turner
Shirogami
02-08-2024, 02:18 AM
La reacción que tuvo Juuken me dejaba leer entre líneas su sorpresa ante mi acercamiento. Aunque procuraba no llegar a incomodarle, dejándole su espacio en la medida de lo posible, también procuraba estar cerca cuando necesitase algo de mí. Lo último que quisiera es que se sintiese incómodo conmigo.
– Tranquilo chico, poco a poco entenderás todo y te será más fácil. – Pensé tras haberle dicho de buscar comida.
Él comenzó a caminar despacio, con un semblante serio. Preferí no darle demasiada importancia para que él sólo fuese procesando toda la información que tenía en su mente, y comencé a andar, esta vez, dándole la espalda para mirar a dónde ir. Nada más girarme, escuché sus pasos acelerados yendo hacia mí, y justo cuando iba a mirar de reojo me lo encontré abrazándome por detrás.
- Gracias, Lance. – Dijo con voz suave, como si procurase adrede no subir el tono más de la cuenta.
Me fue inevitable sonreír al tiempo que sentía cierta calidez en mi corazón. Era un buen chico, verle avanzar, abrirse, y hasta hacer gestos como estos, me producía un sentimiento de cariño y orgullo hacia él. Parecía mentira que fuese el mismo chico que conocí la primera vez que nos encontramos. Antes de que pudiese contestarle se apartó mostrándome una gran sonrisa en su rostro, acompañado del brillo de sus ojos.
Él me dio licencia en cierto modo para preguntarle lo que quisiera saber. Lo cierto es que sí, quería saber de su pasado, pero preguntarle ahora podría resultar violento, o incluso dar la impresión de que estaba deseando que me diese ese permiso para que se abriera a mí y me contase todo. Me limité a sonreír un poco y volví a acariciar su cabeza.
– No tienes nada que agradecer, Juuken. Estas cosas la hacen los amigos ¿Sabes? – Le dije sin darle tiempo a que respondiera porque ya le iba conociendo. – No hace falta que me cuentes nada que no quieras contarme. Por supuesto que quiero conocerte mejor, y si hay algo en tu vida que me ayude a ayudarte, o a cumplir tus sueños, ¡Con más razón aún quiero saberlo! Pero sólo cuando te apetezca contármelo, forzar las cosas es malo ¿Sabes?
Su respuesta fue un pequeño asentimiento acompañado de un mensaje claro: Vamos a comer. Me reí un poco ante eso, y partimos juntos en dirección al mercado. A medida que nos acercábamos, el ruido iba un poco a más, algo normal en realidad, ya que un buen mercado, siempre era el núcleo social de todo lugar. Allí no sólo se iba a comprar, también era un sitio de encuentro para comentar actualidades de la isla, o incluso del mundo entero. Los cuchicheos no eran nada que ignorar, y si alguien había visto algo raro últimamente, era el sitio perfecto para enterarse.
Nada más entrar, hubo bastante alboroto en un lado del mercado donde parecían anunciar un concurso de comida. Sinceramente, no era fan de comer hasta sentirme mal, pero estos solían ser gratuitos y con premios para el ganador, lo cual podría no ser mala idea en estos momentos.
Miré a Juuken para encontrar en su rostro alguna señal de ánimo o desánimo ante ese concurso, y para mi sorpresa parecía que no se había dado cuenta aún.
– Oye, ¿¡Has escuchado eso!? – Le pregunté con énfasis para animarle. – ¡Van a realizar un concurso de comida! ¡Podremos ponernos las botas! ¿Qué te parece? ¿Te interesa?
- Perdonad, ¿me podéis echar una mano? – Dijo una voz a nuestro lado que continuó hablando - Estoy intentando llegar a este sitio… Pero se me dan fatal estas cosas – Continuó al tiempo que desarrugaba un papel de entre sus manos.
Sin fijarme mucho en el chico, cogí el papel tratando de estirarlo para alisarlo todo lo posible, y pude ver rápidamente el título del documento. Se trataba del concurso que había sido anunciado antes, con algunos detalles sobre estos.
- Ver ubicación en reverso. – Leí mentalmente en la esquina del papel.
Al girarlo, pude ver una especie de mapa simplificado que nos indicaba el camino a lo que parecía un local. Era intuitivo una vez nos localizábamos tanto a nosotros mismos, como a la orientación de las calles que nos rodeaban. Tan sólo había que seguir en línea recta la calle principal, y luego girar a la derecha. El segundo local, era el del concurso.
Observé entonces al chico que nos había facilitado el papel para preguntarnos al respecto. No me había fijado antes, pensé que era un efecto visual torpe que había tenido en el primer vistazo, pero tenía el pelo blanco también. A decir verdad, no es un color de pelo que suela ver normalmente, y de hecho, bien podría parecer mi hermano pequeño a mi lado.
– Pues mira, está más cerca de lo que parece… - Le dije al joven para luego mirar a Juuken. – ¿Le acompañamos y nos apuntamos también? ¿Qué me dices?
Acto seguido observé al joven peliblanco y sonriente le extendí la mano a modo de presentación.
– Mi nombre es Lance, por cierto. Si a mi compañero le parece bien, podríamos ir juntos ¿Te importa? – Le pregunté tratando de mostrarme lo más amistoso posible mientras esperaba una respuesta por parte de Juuken.
– Tranquilo chico, poco a poco entenderás todo y te será más fácil. – Pensé tras haberle dicho de buscar comida.
Él comenzó a caminar despacio, con un semblante serio. Preferí no darle demasiada importancia para que él sólo fuese procesando toda la información que tenía en su mente, y comencé a andar, esta vez, dándole la espalda para mirar a dónde ir. Nada más girarme, escuché sus pasos acelerados yendo hacia mí, y justo cuando iba a mirar de reojo me lo encontré abrazándome por detrás.
- Gracias, Lance. – Dijo con voz suave, como si procurase adrede no subir el tono más de la cuenta.
Me fue inevitable sonreír al tiempo que sentía cierta calidez en mi corazón. Era un buen chico, verle avanzar, abrirse, y hasta hacer gestos como estos, me producía un sentimiento de cariño y orgullo hacia él. Parecía mentira que fuese el mismo chico que conocí la primera vez que nos encontramos. Antes de que pudiese contestarle se apartó mostrándome una gran sonrisa en su rostro, acompañado del brillo de sus ojos.
Él me dio licencia en cierto modo para preguntarle lo que quisiera saber. Lo cierto es que sí, quería saber de su pasado, pero preguntarle ahora podría resultar violento, o incluso dar la impresión de que estaba deseando que me diese ese permiso para que se abriera a mí y me contase todo. Me limité a sonreír un poco y volví a acariciar su cabeza.
– No tienes nada que agradecer, Juuken. Estas cosas la hacen los amigos ¿Sabes? – Le dije sin darle tiempo a que respondiera porque ya le iba conociendo. – No hace falta que me cuentes nada que no quieras contarme. Por supuesto que quiero conocerte mejor, y si hay algo en tu vida que me ayude a ayudarte, o a cumplir tus sueños, ¡Con más razón aún quiero saberlo! Pero sólo cuando te apetezca contármelo, forzar las cosas es malo ¿Sabes?
Su respuesta fue un pequeño asentimiento acompañado de un mensaje claro: Vamos a comer. Me reí un poco ante eso, y partimos juntos en dirección al mercado. A medida que nos acercábamos, el ruido iba un poco a más, algo normal en realidad, ya que un buen mercado, siempre era el núcleo social de todo lugar. Allí no sólo se iba a comprar, también era un sitio de encuentro para comentar actualidades de la isla, o incluso del mundo entero. Los cuchicheos no eran nada que ignorar, y si alguien había visto algo raro últimamente, era el sitio perfecto para enterarse.
Nada más entrar, hubo bastante alboroto en un lado del mercado donde parecían anunciar un concurso de comida. Sinceramente, no era fan de comer hasta sentirme mal, pero estos solían ser gratuitos y con premios para el ganador, lo cual podría no ser mala idea en estos momentos.
Miré a Juuken para encontrar en su rostro alguna señal de ánimo o desánimo ante ese concurso, y para mi sorpresa parecía que no se había dado cuenta aún.
– Oye, ¿¡Has escuchado eso!? – Le pregunté con énfasis para animarle. – ¡Van a realizar un concurso de comida! ¡Podremos ponernos las botas! ¿Qué te parece? ¿Te interesa?
- Perdonad, ¿me podéis echar una mano? – Dijo una voz a nuestro lado que continuó hablando - Estoy intentando llegar a este sitio… Pero se me dan fatal estas cosas – Continuó al tiempo que desarrugaba un papel de entre sus manos.
Sin fijarme mucho en el chico, cogí el papel tratando de estirarlo para alisarlo todo lo posible, y pude ver rápidamente el título del documento. Se trataba del concurso que había sido anunciado antes, con algunos detalles sobre estos.
- Ver ubicación en reverso. – Leí mentalmente en la esquina del papel.
Al girarlo, pude ver una especie de mapa simplificado que nos indicaba el camino a lo que parecía un local. Era intuitivo una vez nos localizábamos tanto a nosotros mismos, como a la orientación de las calles que nos rodeaban. Tan sólo había que seguir en línea recta la calle principal, y luego girar a la derecha. El segundo local, era el del concurso.
Observé entonces al chico que nos había facilitado el papel para preguntarnos al respecto. No me había fijado antes, pensé que era un efecto visual torpe que había tenido en el primer vistazo, pero tenía el pelo blanco también. A decir verdad, no es un color de pelo que suela ver normalmente, y de hecho, bien podría parecer mi hermano pequeño a mi lado.
– Pues mira, está más cerca de lo que parece… - Le dije al joven para luego mirar a Juuken. – ¿Le acompañamos y nos apuntamos también? ¿Qué me dices?
Acto seguido observé al joven peliblanco y sonriente le extendí la mano a modo de presentación.
– Mi nombre es Lance, por cierto. Si a mi compañero le parece bien, podríamos ir juntos ¿Te importa? – Le pregunté tratando de mostrarme lo más amistoso posible mientras esperaba una respuesta por parte de Juuken.