Mayura Pavone
El Pavo Real del Oceano
27-10-2024, 02:33 AM
Mayura sonrió al escuchar la voz de Alpha, manteniendo su postura elegante mientras lo observaba con interés. La forma en que Alpha lo miraba, con esa chispa de desafío y la evidente confianza en su habilidad, despertaba múltiples emociones en el Pavo Real del Océano. Después de todo, él no era de los que retrocedían ante un reto, y menos cuando el oponente mostraba tal determinación.
— Me halaga, querido Alpha, que pienses que soy digno de un duelo. — comentó Mayura, dejando que una sonrisa traviesa se dibujara en sus labios para luego lamerlos como si saboreaba cada segundo del momento. — Tu instinto no anda tan lejos de la realidad. — Su tono era calmado, seductor, y en sus palabras se notaba el matiz de diversión que encontraba en esa situación. La tensión en el aire no era solo de rivalidad; para el elegante pirata, era la anticipación de un juego donde cada movimiento contaba era un éxtasis total.
"¡Ay pero que fisico! Sin duda este sujeto es especial, actúa como todo un cazador y me quiere convertir en su presa... no es una mala idea." Pensó al ver cómo Alpha se despojó de la parte superior de su kimono, dejando al descubierto su torso, no pudo controlarse y arqueó una ceja, disfrutando del despliegue de seguridad y poder que su oponente ofrecía. Sin embargo, su propio lenguaje corporal se mantuvo relajado y en control, como si la situación fuera tan suya como el propio aire que respiraba. No cabía duda, Alpha había utilizado un sucio truco sin siquiera saberlo, y Mayura no podía permitirse ceder a ello.
— Así que... definir lo nuestro con un duelo, ¿eh? — Mayura entrecerró los ojos, permitiéndose un instante para deslizar su mano derecha hacia la empuñadura de una de sus katanas, no en un gesto agresivo, sino como si solo estuviera comprobando que seguía en su lugar, firme y lista. — Me agrada tu enfoque. Después de todo, un duelo bien puede decir más que mil palabras, ¿no es así? — continuó con un tono burlón y una mirada picara. — Si quieres reclamarme como tuyo aquí me tienes… querido. — Dio un paso hacia adelante, sus movimientos fluidos y calculados, dejando que sus pies apenas rozaran el suelo de forma intencionada.
La mirada de Mayura era desafiante, pero en ella también había un toque de fascinación hacia Alpha. — Pero dime, querido Alpha, ¿estás seguro de que sabes en lo que te estás metiendo? — comentó, su voz melodiosa como un susurro antes de que se transformara en una risa suave y seductora. — No suelo ser alguien fácil de conquistar, mucho menos de ser reclamado. — Mayura mantuvo la mirada fija en Alpha, disfrutando del momento de tensión previa.
— Muy bien querido, acepto tu propuesta. Es difícil negarse cuando ya empezaste a quitarte la ropa. — murmuró con voz melódica mientras desenvainaba ambas katanas, sosteniéndolas en una postura que reflejaba tanto elegancia como preparación. — Pero no te equivoques. Este duelo no será solo una prueba de fuerza... si quieres reclamarme debes demostrar tu voluntad. — añadió con una sonrisa traviesa, como si el combate fuera otro de sus exquisitos juegos.
— Me halaga, querido Alpha, que pienses que soy digno de un duelo. — comentó Mayura, dejando que una sonrisa traviesa se dibujara en sus labios para luego lamerlos como si saboreaba cada segundo del momento. — Tu instinto no anda tan lejos de la realidad. — Su tono era calmado, seductor, y en sus palabras se notaba el matiz de diversión que encontraba en esa situación. La tensión en el aire no era solo de rivalidad; para el elegante pirata, era la anticipación de un juego donde cada movimiento contaba era un éxtasis total.
"¡Ay pero que fisico! Sin duda este sujeto es especial, actúa como todo un cazador y me quiere convertir en su presa... no es una mala idea." Pensó al ver cómo Alpha se despojó de la parte superior de su kimono, dejando al descubierto su torso, no pudo controlarse y arqueó una ceja, disfrutando del despliegue de seguridad y poder que su oponente ofrecía. Sin embargo, su propio lenguaje corporal se mantuvo relajado y en control, como si la situación fuera tan suya como el propio aire que respiraba. No cabía duda, Alpha había utilizado un sucio truco sin siquiera saberlo, y Mayura no podía permitirse ceder a ello.
— Así que... definir lo nuestro con un duelo, ¿eh? — Mayura entrecerró los ojos, permitiéndose un instante para deslizar su mano derecha hacia la empuñadura de una de sus katanas, no en un gesto agresivo, sino como si solo estuviera comprobando que seguía en su lugar, firme y lista. — Me agrada tu enfoque. Después de todo, un duelo bien puede decir más que mil palabras, ¿no es así? — continuó con un tono burlón y una mirada picara. — Si quieres reclamarme como tuyo aquí me tienes… querido. — Dio un paso hacia adelante, sus movimientos fluidos y calculados, dejando que sus pies apenas rozaran el suelo de forma intencionada.
La mirada de Mayura era desafiante, pero en ella también había un toque de fascinación hacia Alpha. — Pero dime, querido Alpha, ¿estás seguro de que sabes en lo que te estás metiendo? — comentó, su voz melodiosa como un susurro antes de que se transformara en una risa suave y seductora. — No suelo ser alguien fácil de conquistar, mucho menos de ser reclamado. — Mayura mantuvo la mirada fija en Alpha, disfrutando del momento de tensión previa.
— Muy bien querido, acepto tu propuesta. Es difícil negarse cuando ya empezaste a quitarte la ropa. — murmuró con voz melódica mientras desenvainaba ambas katanas, sosteniéndolas en una postura que reflejaba tanto elegancia como preparación. — Pero no te equivoques. Este duelo no será solo una prueba de fuerza... si quieres reclamarme debes demostrar tu voluntad. — añadió con una sonrisa traviesa, como si el combate fuera otro de sus exquisitos juegos.