Lemon Stone
MVP
27-10-2024, 03:41 PM
Se había dado cuenta de que la había cagado un poco cuando escuchó el ¡¡¡LEEEEEMOOOOON!!! del hombre pequeño añejado en barril de roble. ¿Estaba en problemas? Bueno, quizás… Como había tirado a lo loco las cajas, tanto estas como su contenido quedaron absolutamente destrozados. De pronto, la cubierta del barco parecía una cantina de mala muerte con el olor a ron que se mezclaba con los aromas costeros, una llamativa combinación entre destilado, sal y pescado. Tuvo que sacar un cigarrillo y encenderlo para calmarse y pensar con mayor claridad.
-¡Jajaja! ¡No podrás matarme si Aletas lo hace primero! -le recordó al otro revolucionario-. ¡Y no te preocupes que yo invito estas rondas!
¡Encima había esquivado cada uno de los intentos de Lemon y Plumas por joderle un tanto! Era rápido y escurridizo, como se esperaría de un hombre de treinta centímetros, y también pegaba muy duro. No era un oponente al que podría superar si iba solo de frente, usando los músculos en vez del cerebro. Además, debía considerar mejor el contexto en el que estaba: no luchaba él solo contra Duende, sino que acompañado de Plumas. Su compañero de armas pegaba fuerte, pero era medio torpe bloqueando y esquivando; eso, o es que era obsesivamente terco y desafiante, lo cual estaba bastante bien.
Entrecerró los ojos como si le ayudara a analizar mejor la situación. Había un montón de ron disperso en la cubierta del barco, y ya no solo eso, sino que también vino y un montón de humo gris. Duende estaba a la derecha de toda esa para nada apetecible mezcla. La mente se le iluminó y se le ocurrieron al menos un par de ideas. Podría aprovechar la mantequilla y el alcohol para incendiar el barco, así las cosas serían más candentes; usar las ondas de choque generadas por sus ataques y empujar a Duende al mar; o golpear la cubierta del barco con todas sus fuerzas, destrozándolo y provocando un naufragio involuntario. Sin embargo, todo estaba demasiado relacionado con la destrucción y digamos que quería evitarla para ahorrarse futuros problemas.
-¡¡AAAAAGHHH!!! ¡¿Por qué esto es tan complicado?! -rugió hacia el cielo en un arrebato de ira, pero luego se tranquilizó-. Bien, bien, así es como será… ¡Plumas, escúchame! No somos Duende contra mí y Duende contra ti, somos nosotros contra él, ¿entiendes? Trabajemos juntos como buenos camaradas -le propuso a Plumas, esperando que aceptase. Era un chico amable y de buen corazón, así que estaba seguro de que aceptaría-. Yo tendría cuidado de acercarme a esa charca de vino y ron, el jefe manipula el alcohol, ¿no? Atraigámoslo a un combate cuerpo a cuerpo y deja que yo me encargue de nuestra defensa.
Luego de hacerle la propuesta a su compañero, se movilizó en diagonal y hacia la derecha para quedar justo delante de Plumas. Volvió a generar tentáculos de mantequilla, viscosos y pegajosos, los que estiró para agarrar cada una de sus armas que volaron hacia diferentes lugares al intentar bloquear la patada todopoderosa de Duende, y alzó la guardia. Esperaba no volver a perder sus preciadas armas, sin ellas era como un atleta sin piernas.