Lemon Stone
MVP
27-10-2024, 06:01 PM
LIMPIEZA PROFUNDA
Conocen bien que el Mar del Este es tranquilo. A veces llueve, a veces las aguas del mar están más agitadas, más violentas, pero rara vez el mar parece tan enojado. Sobre todo, en verano. El barco, su barco, se mueve al agresivo ritmo de las olas que superan los cinco metros. Allá fuera está oscuro, ni siquiera los que tienen una vista prodigiosa son capaces de penetrar la absoluta oscuridad, y llueve como si el cielo se fuera a caer sobre ustedes. La madera del barco se estremece como si se fuera a romper, pero soporta. Ahora, ¿soportará hasta llegar a tierra firme…
Seguramente, Atlas y Octojin han contado que, en las cercanías del Reino de Oykot, están traficando gyojins. Han descubierto que los traficantes operan en un peñasco cerca de la costa sureste de la isla, pero la verdadera base de operaciones está más lejos. Aún en los dominios del Reino de Oykot se ubica un trozo de tierra cuyas coordenadas no han sido del todo estimadas por los especialistas, pero ustedes confían en que llegarán, ¿no? Además, debido a que el Reino de Oykot acaba de sufrir un golpe de estado impulsado por un grupo de rebeldes y apoyado por el Ejército Revolucionario, es difícil para marines como ustedes conseguir información o tener redes de apoyo útiles dentro de la isla.
Las olas zarandean el barco, los barriles de la cubierta deslizándose de allá hacia acá, en un violento vaivén que amenaza con echar todo abajo. ¿Han amarrado las velas? ¿El barco va liviano? ¿Puede que los botes salvavidas estén listos para ser usados? Algunos de ustedes son zamarreados. Los que están en el interior del navío se golpean contra las murallas y el techo; quizás el tonto del grupo quede más tonto de tanto darse en el cráneo. Los que están en cubierta tampoco lo tienen fácil, de hecho, diría que es más peligroso. Los bruscos movimientos del barco pueden lanzar por la borda a cualquiera, y diría que hay unos pocos de ustedes que son buenos nadadores. Sí, te estoy mirando a ti, todopoderoso tiburón blanco.
Si aún no han naufragado, si todavía permanecen luchando contra la tormenta, es gracias a Camille. Ya le darán las gracias, y espero que no solo con palabras. Dicen que hay unas espadas bien bonitas a la venta y a Camille le vendrían bien unos cuantos regalos, ¿cierto? El caso es que, después de forcejear contra el viento y la marejada, consiguen llegar a la costa sureste del islote.
Una vez desembarquen, y lo hagan o no, se darán cuenta de que el barco ha sufrido daños. ¿Graves? No, seguirá surcando los mares. ¿Preocupantes? Sí, a ningún ni madre le gusta ver lastimado a su niño. En la costa, notarán que hay enormes siluetas ensombrecidas en el horizonte. Son árboles, nada de qué preocuparse, pero por alguna razón sienten que los observan. ¿Será la imaginación que está jugándoles una mala pasada? ¿O acaso hay enemigos listos para emboscarlos cuando llegue el momento? La neblina que comienza a formarse en el islote tampoco ayuda en lo absoluto, una pena.
A partir de este momento son libres de tomar decisiones y marcar el curso de esta historia. Pueden quedarse en el barco y esperar a que amanezca, o aprovechar la oscuridad para internarse en el islote e intentar sorprender a los traficantes. Tienen total conocimiento de que operan allí, pero desconocen la ubicación exacta de la base de operaciones.