Moderador Bon Clay
OKAMA WAY
29-10-2024, 04:19 AM
Aquel para de piratas habían pasado por mucho, de eso no habia ninguna duda, pero todas esas experiencias fueron las que los llevaron a este punto y forjaron el vinculo tan cercano que los unía a los dos. Una confianza y lealtad el uno con el otro que era muy envidiable hoy en día, puesto que esos valores comenzaban a perderse en esta era tan oportunista, en la que imperaba la individualidad, supervivencia y un poder abrumador para que uno pudiera obtener los sueños y deseos que ansiara. Se podría decir que conservar ese vinculo, era uno de los mayores tesoros que los piratas Shirogami debían mantener a toda costa.
No obstante, ese par parecía estar acompañado de una maldición o una bendición según se mire. Poseían un don innato para encontrarse con la purria más alocada, random, excéntrica y bizarra del océano, era difícil que si en una isla habia algún bicho raro, ya fuera local o que estuviera de paso, no se topara con ellos. Y por alguna razón, la mayoría de ocasiones terminaban siendo anexados a la tripulación, como si el capitán Lance tuviera la necesidad primaria de anexar a su banda a todo aquel que le pareciera curioso o divertido. Aunque muchos otros terminarían y terminaran pasando de largo como un suspiro efímero o como ratas diletantes.
Y esta ocasión no fue diferente. Si en esta isla habia alguien extraño en estos momentos ese sin duda era Goku, un agente del Gobierno Mundial, enviado a esa isla con una determinada misión, fue escoltado por sus compañeros en un barco oficial pero camuflado, se le informo debidamente de que día se le pasaría a buscar y donde, más habia olvidado completamente todo eso. Con el añadido de que encima pensaba que le habían robado su propio barco. Y no se le ocurrió nada mejor que saltar con todas sus fuerzas hacia el cielo, para luego no ser capaz de aterrizar correctamente, por postre encima casi casi, cayo encima de la pareja de piratas. Siendo Juuken sorpresivamente salvado por Lance de ser golpeado por el mono, aunque el espadachín se veía perfectamente capaz de evitar a Goku o incluso de partirlo en dos antes de que le llegara a golpear dejando que cada pedazo del chico cayera a su lado. Tal vez era eso lo que Lance trato de evitar a toda costa, ese acto de apartar a Juuken y ha si mismo fue un acto de benevolencia hacia el ahora estampado contra el suelo Goku, en el que pretendía salvarle su vida, que no la integridad de su cara la cual besaría el pavimento.
Fuera como fuera, tanto el espectáculo del joven mono corriendo de un lado a otro, como sus vociferaciones cuando caía en picado desde tan alto, causaron que algunas personas curiosas y cotillas cernas del puerto, formaran un corrillo a una distancia prudencial de una docena de metros de los tres chicos con el fin de ver que estaba pasando, algunos comentaban preguntándose si el monito estaría bien, otros criticaban a los dos chicos de no haberle intentado ayudar. Los últimos en llegar pensaban que habia habido una pelea y le habían dado Juuken y Lance una paliza a Goku.
La mirada del hombre extorsionado se desviaba hacia las dos figuras de uniforme negro que aguardaban tras el marine a cierta distancia - Por favor no les preste atención a mis amigos, solo son una pequeña escolta que me ayuda en la búsqueda de los posibles piratas prófugos, pero ya revisamos su barco y no encontramos ningún pirata, aunque... Si pasamos mucho más tiempo aquí con las negociaciones tal vez terminemos encontrando algo y tengamos que incautar un tiempo la embarcación y su cargamento, para inspeccionarlo bien claro - El hombre mantenía su sonrisa mientras el otro mostraba cada vez un rostro más angustiado y afligido, como quien tiene una soga en el cuello y aguarda que su soporte desaparezca.
- Esta bien pag... - El hombre estaba a punto de ceder ante el Marine, cunado de golpe un soldado de menor rango irrumpió por la puerta formándose ante su oficial superior - ¡Señor, nos acaba de llegar un reporte de que hay un sujeto extraño causando alboroto a un par de muelles de aquí! - Diría el soldado muy profesional en sus formas y labor - ¿Ehh? Enseguida ire, id adelantaos, estamos ya apunto de terminar de hablar, no es así amigo mío? - Se giraría hacia el hombre con su picara sonrisa mientras el soldado se retiraba para ir a investigar lo ocurrido.
No obstante, ese par parecía estar acompañado de una maldición o una bendición según se mire. Poseían un don innato para encontrarse con la purria más alocada, random, excéntrica y bizarra del océano, era difícil que si en una isla habia algún bicho raro, ya fuera local o que estuviera de paso, no se topara con ellos. Y por alguna razón, la mayoría de ocasiones terminaban siendo anexados a la tripulación, como si el capitán Lance tuviera la necesidad primaria de anexar a su banda a todo aquel que le pareciera curioso o divertido. Aunque muchos otros terminarían y terminaran pasando de largo como un suspiro efímero o como ratas diletantes.
Y esta ocasión no fue diferente. Si en esta isla habia alguien extraño en estos momentos ese sin duda era Goku, un agente del Gobierno Mundial, enviado a esa isla con una determinada misión, fue escoltado por sus compañeros en un barco oficial pero camuflado, se le informo debidamente de que día se le pasaría a buscar y donde, más habia olvidado completamente todo eso. Con el añadido de que encima pensaba que le habían robado su propio barco. Y no se le ocurrió nada mejor que saltar con todas sus fuerzas hacia el cielo, para luego no ser capaz de aterrizar correctamente, por postre encima casi casi, cayo encima de la pareja de piratas. Siendo Juuken sorpresivamente salvado por Lance de ser golpeado por el mono, aunque el espadachín se veía perfectamente capaz de evitar a Goku o incluso de partirlo en dos antes de que le llegara a golpear dejando que cada pedazo del chico cayera a su lado. Tal vez era eso lo que Lance trato de evitar a toda costa, ese acto de apartar a Juuken y ha si mismo fue un acto de benevolencia hacia el ahora estampado contra el suelo Goku, en el que pretendía salvarle su vida, que no la integridad de su cara la cual besaría el pavimento.
Fuera como fuera, tanto el espectáculo del joven mono corriendo de un lado a otro, como sus vociferaciones cuando caía en picado desde tan alto, causaron que algunas personas curiosas y cotillas cernas del puerto, formaran un corrillo a una distancia prudencial de una docena de metros de los tres chicos con el fin de ver que estaba pasando, algunos comentaban preguntándose si el monito estaría bien, otros criticaban a los dos chicos de no haberle intentado ayudar. Los últimos en llegar pensaban que habia habido una pelea y le habían dado Juuken y Lance una paliza a Goku.
No muy lejos de allí...
Dos hombres estaban sentados en una mesa, era el camarote del capitán de un navío, el liquido servido en las copas se agitaba suavemente con el movimiento suave del oleaje. El primero de los dos sujetos se mostraba tranquilo, sereno y calmado, tenia sus dedos firmemente entrelazados debajo de su mentón aguardando la respuesta de su interlocutor. Mientras que el segundo se encontraba leyendo un papel y mostrando con cada palabra leída un rostro más inconforme e incrédulo - Pero... Esto no puede ser oficial, estos impuestos son abusivos - Diría el hombre consternado intentando sacar como conclusión que debía tratarse de un error - Claro que no querido compatriota, hemos sufrido la destrucción de un querido monumento histórico de nuestra isla y el mismo requiere fondos para ser restaurado, todos debemos colaborar - El marine sonreía de una forma algo retorcida, aunque intentaba disimular su placer ante eso.La mirada del hombre extorsionado se desviaba hacia las dos figuras de uniforme negro que aguardaban tras el marine a cierta distancia - Por favor no les preste atención a mis amigos, solo son una pequeña escolta que me ayuda en la búsqueda de los posibles piratas prófugos, pero ya revisamos su barco y no encontramos ningún pirata, aunque... Si pasamos mucho más tiempo aquí con las negociaciones tal vez terminemos encontrando algo y tengamos que incautar un tiempo la embarcación y su cargamento, para inspeccionarlo bien claro - El hombre mantenía su sonrisa mientras el otro mostraba cada vez un rostro más angustiado y afligido, como quien tiene una soga en el cuello y aguarda que su soporte desaparezca.
- Esta bien pag... - El hombre estaba a punto de ceder ante el Marine, cunado de golpe un soldado de menor rango irrumpió por la puerta formándose ante su oficial superior - ¡Señor, nos acaba de llegar un reporte de que hay un sujeto extraño causando alboroto a un par de muelles de aquí! - Diría el soldado muy profesional en sus formas y labor - ¿Ehh? Enseguida ire, id adelantaos, estamos ya apunto de terminar de hablar, no es así amigo mío? - Se giraría hacia el hombre con su picara sonrisa mientras el soldado se retiraba para ir a investigar lo ocurrido.