Silver D. Syxel
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29-10-2024, 04:20 AM
El impacto del ataque inicial fue contundente. Al ver a los traficantes y sicarios caer uno tras otro, Silver apenas se permitió que el alivio asomara en su mente. Aún quedaban dos aún en pie, y no tenían pinta de ser tan rápidos de quebrar como sus subordinados. En medio del caos, sus ojos captaron cómo los dos pequeños Lunarian se aferraban a las piernas de Balagus. La rabia que había sentido al verlos encadenados comenzó a dispersarse al ver la determinación de su contramaestre, que permanecía en pie como un muro para protegerlos. Sin embargo, la tensión no daba tregua; un disparo resonó en el aire, dirigido hacia su contramaestre, que apenas logró desviarlo con un movimiento preciso de su hacha.
Pero el peligro seguía acechando. Balagus recibía el golpe directo de aquel corpulento luchador, y aunque su resistencia era de sobra conocida, Syxel no estaba dispuesto a permitirse ceder ni un paso. Esa noche no.
Silver dirigió su mirada al cabecilla del grupo, el hombre con la pistola aún humeante en su mano. No necesitó más para decidir que su objetivo debía ser ese desgraciado, y no le iba a dar oportunidad de volver a disparar a sus hombres. Las manos del capitán, firmes en las empuñaduras de sus espadas, se tensaron con un propósito implacable. Moviéndose con sigilo y rapidez, Syxel avanzó hasta posicionarse a un lado del hombre, manteniendo una distancia lo suficientemente corta como para atacarlo y presionarlo sin pausa.
Sin esperar a que el hombre lo viera acercarse, blandió ambas espadas y ejecutó un primer tajo ascendente, buscando cortar el torso del cabecilla en un rápido y brutal movimiento. Sus brazos actuaron con fuerza y precisión, dibujando un destello de acero en el aire al pasar. La mirada fría de Silver se mantuvo fija en su objetivo, dispuesto a que cada golpe debilitara al enemigo lo suficiente como para evitar que fuera una amenaza para su tripulación.
El siguiente ataque no se hizo esperar. Con una rápida rotación de muñecas, lanzó un segundo corte en dirección opuesta al primero, atacando desde un ángulo distinto para desestabilizarlo y obligarlo a perder el control de su arma o retroceder. Syxel se movía con un ritmo calculado, cada tajo con la intención de arrinconar a su oponente y evitar que se defendiera. Y con la ferocidad de un último golpe, descargó una estocada directa con ambas espadas hacia el torso del traficante, con la intención de arrebatarle cualquier ventaja antes de que pudiera contraatacar. La intensidad de cada movimiento reflejaba la determinación del capitán de no permitir que esos hombres volvieran a usar sus armas ni a encadenar a nadie.
Pero el peligro seguía acechando. Balagus recibía el golpe directo de aquel corpulento luchador, y aunque su resistencia era de sobra conocida, Syxel no estaba dispuesto a permitirse ceder ni un paso. Esa noche no.
Silver dirigió su mirada al cabecilla del grupo, el hombre con la pistola aún humeante en su mano. No necesitó más para decidir que su objetivo debía ser ese desgraciado, y no le iba a dar oportunidad de volver a disparar a sus hombres. Las manos del capitán, firmes en las empuñaduras de sus espadas, se tensaron con un propósito implacable. Moviéndose con sigilo y rapidez, Syxel avanzó hasta posicionarse a un lado del hombre, manteniendo una distancia lo suficientemente corta como para atacarlo y presionarlo sin pausa.
Sin esperar a que el hombre lo viera acercarse, blandió ambas espadas y ejecutó un primer tajo ascendente, buscando cortar el torso del cabecilla en un rápido y brutal movimiento. Sus brazos actuaron con fuerza y precisión, dibujando un destello de acero en el aire al pasar. La mirada fría de Silver se mantuvo fija en su objetivo, dispuesto a que cada golpe debilitara al enemigo lo suficiente como para evitar que fuera una amenaza para su tripulación.
El siguiente ataque no se hizo esperar. Con una rápida rotación de muñecas, lanzó un segundo corte en dirección opuesta al primero, atacando desde un ángulo distinto para desestabilizarlo y obligarlo a perder el control de su arma o retroceder. Syxel se movía con un ritmo calculado, cada tajo con la intención de arrinconar a su oponente y evitar que se defendiera. Y con la ferocidad de un último golpe, descargó una estocada directa con ambas espadas hacia el torso del traficante, con la intención de arrebatarle cualquier ventaja antes de que pudiera contraatacar. La intensidad de cada movimiento reflejaba la determinación del capitán de no permitir que esos hombres volvieran a usar sus armas ni a encadenar a nadie.
ESP101
ESPADACHíN
Ofensiva Activa
Tier 1
No Aprendida
22
1
Se trata de un simple pero rápido tajo con el arma buscando encajar un corte con la mayor profundidad posible, causando +10 de daño de [Colisión].
Golpe Basico + [FUEx2] de [Daño cortante]
KENB401
KENBUNSHOKU
Haki básico
Tier 4
No Aprendida
7
2
Permite al usuario percibir con precisión la presencia de otros seres vivos en un área, siendo capaz de apreciar las emociones muy fuertes que exterioricen como un sufrimiento fuerte o un gran instinto asesino, etc. Si lo activa puede anticiparse a un ataque obteniendo para ello un bono de +5 [Reflejos].
Área: [VOLx12] metros. +5 [REF]