Kairo
Cuervo | Scarecrow
29-10-2024, 07:10 AM
Kairo dejó el vaso de ron sobre la barra, observando con detenimiento al tabernero mientras sus palabras flotaban en el aire, cargadas de tensión y una advertencia implícita. Parecia ser un hombre de pocas palabras, pero cada una estaba cuidadosamente seleccionada, calculada para cortar el silencio con la precisión de un bisturí.
Con un leve gesto, llevó una mano a su chaqueta y se la acomodó con tranquilidad, su postura relajada, como si estuviera en un lugar mucho más agradable que aquel antro mugriento y apestado de miradas furtivas. Pero bajo la aparente calma, cada fibra de su cuerpo estaba alerta, como un depredador que acecha en la oscuridad, midiendo cada ruido, cada movimiento a su alrededor, haciendo uso de sus oidos privilegiados con los que intentaba escuchar los murmullos de la gente en el bar, intentando discernir que decían. Sabía que no podía precipitarse, en estos lugares, cualquier palabra fuera de lugar podía provocar reacciones inesperadas, y Kairo estaba buscando respuestas, no una pelea sin sentido. Sin embargo, tampoco pensaba marcharse con las manos vacías. No esta vez.
— Entiendo... — continuó en tono bajo, inclinado hacia el tabernero con una sonrisa complice, dando un toque en la madera de la barra con los nudillos. Su tono de voz era amable, pero sus ojos, fríos y calculadores, decían otra cosa. Estaba midiendo al tabernero, tanteando las reacciones sutiles que se asomaban en el rostro del hombre, como si cada músculo pudiera delatar una pista escondida entre las arrugas de su piel curtida. El quemado captó el gesto del tabernero cuando miro por un momento a la esquina donde un grupo de hombres encapuchados se encontraban y una chispa de satisfacción pasó fugazmente por sus ojos. Había sido una reacción breve, pero suficiente para confirmar que iba por buen camino. y con mayor esfuerzo intento escuchar lo que esos hombres hablaban, mas si no tenia exito entonces intentaria asegurar si esos eran los sospechosos. (Intenta usar su carisma) — ¿Y en las esquinas suelen alardear mucho? — Le susurro por lo bajo al tabernero dejando un par de billetes sobre la barra, el mercenario sostuvo el contacto visual un segundo más antes de girarse sutilmente para observar de reojo nuevamente a esos encapuchados que parecían tan interesados en permanecer en las sombras. Su postura seguía siendo casual, pero su mente trabajaba rápidamente, sopesando las posibilidades.
El silencio de la taberna se sintió aún más espeso mientras algunos parroquianos levantaban la vista para observar de reojo al recién llegado. Kairo no se inmutó. Su rostro permanecía inexpresivo, endurecido por las experiencias que lo moldearon. Con suavidad, dejó que sus dedos rozaran y se deslizasen por el borde de su vaso, haciendo un circulo una y otra vez jugando con él. — ¿Sabes? — Añadió después de un momento, inclinándose levemente hacia el tabernero — Me caes bien, y por eso, por eso no hare un alboroto aqui, pero... para ello necesito que me hagas un favor, uno muy sencillo de hecho. Quiero que eches de aqui a quienes como bien dices alardean de mas. No importa el motivo, creo que ya es hora de que vayan a casa a descansar ¿no te parece? Yo me ocupo del resto y aqui no ha pasado nada, tu no quedas metido en medio de ningun asunto ajeno, como debe ser. — A pesar de su tono bajo, había algo en su voz que dejaba claro que no estaba dispuesto a seguir esperando eternamente, habia un aire intimidante a su alrededor. Kairo sabía que estaba pisando terreno peligroso, pero su instinto le decía que estaba cada vez más cerca de lo que había venido a buscar. Todo lo que necesitaba era una palabra, una confirmación. Y estaba preparado para cualquier respuesta, o para la falta de ella, porque en este juego de sombras y secretos, Kairo siempre estaba dispuesto a jugar hasta el final. — Te recomiendo que me ayudes. Estoy muy desesperado.... —
Le dijo en seco, con una frialdad palpable, sus parpados caidos le daban una mirada casi siniestra, sabia que estaba en tierras desconocidas, él era el extraño, él era el que estaba rodeado de ladrones y escoria de vaya a saber que nivel de peligrosidad, y aun asi parecia no importarle, como si no le importase su propia seguridad, y las cicatrices de su cuerpo reforzaban mucho esa imagen.
OFF: Uso mis virtudes "Carisma" e "Intimidante" durante la conversacion. En el proximo post las coloco todas en una lista (ahora mismo se me hizo muy tarde perdon)
Inventario: Arma cuerpo a cuerpo T1 (Nudilleras) y Dial de Calor