Día 35 de Primavera del año 724
Gretta deambulaba por la costa, buscando una buena zona en la que aposentar sus carnes; la playa estaba vacía, así que aprovechó para preparar su charca revitalizante. Primero se puso con la tarea de hacer un buen agujero en la playa, lo suficientemente grande como para que cupiera su desmesurado cuerpo. Cuando lo tuvo hecho, se fue alejando de la costa hacia el interior, buscando una tierra adecuada para hacer su barro preferido. Le costó un poco de tiempo, pero al final consiguió lo que buscaba, así que se dispuso a volver a su cráter improvisado.
Justo cuando volvía con su masa de tierra fresca a cuestas, una pareja de humanos, un chico y una chica con vestimentas caras estaban mirando su agujero. "¿Pero qué cojones? y ¿estos frikis que quieren ahora? Esa es mi charca, que se busquen otra no te jode… Mmm espera, llevan una cesta" —OUNGH OUNGH— Olfateó Gretta. "Sí, sí, lo sabía, llevan comida, perfecto, bañito y comida a domicilio y si además llevan dinero, ya… día redondo". Miró a los lados por si hubiese más gente que pudiese alertar a la marina. No vio a nadie más, así que trazó el plan: "Venga, Gretta, cuatro zancadas, los agarras, los extorsionas y trabajo hecho". Pensaba ella, imaginándose la resolución de los hechos en su cabeza.
Gretta salió a escena a toda prisa hacia la pareja; el suelo cercano temblaba un poco con cada zancada suya; el plan iba según lo calculado, pero entonces el suelo tembló aún más cuando al tropezarse con una pequeña duna de arena de la playa se cayó de morros al suelo. "Mierda…" Pensó ella, incorporando con los brazos la parte delantera del cuerpo mientras se quitaba la arena de la cara y escupía la que le había entrado por la boca. Cuando levantó la vista, se encontró de bruces al hombre, mirándola fijamente, petrificado en su posición. "¿Menudos huevazos tiene este no? Ni se ha inmutado el tío. Todos los días le pasará que bestias enormes se tropiezan delante suya, porque vamos… Debe trabajar en un circo mitológico o algo... No pestañea, esto empieza a ser raro, a ver si va a ser un yanki de esos o un mirante", pensaba Gretta, ya dudando y acojonándose un poco.
Gretta, aún tumbada, con los brazos estirados, levantando su torso y cabeza como haciendo una flexión, le dijo al chico: —Eh, tú, ¿estías vivo o qué? Dame diniero y comida anda. Con un tono que pretendía ser serio, pero guardaba un poco de miedo.
El chico no contestó. Solo se limitó a levantar el brazo derecho poco a poco. "Estoy muerta, me va a dar un ostión, ay, mi madre, que me ha llegado la hora, yo solo quería darme un baño", pensaba Gretta cerrando los ojos. Pero tras un rato, no llegó ningún golpe; entonces los abrió poco a poco con esa cara de pánico de cuando sabes que algo te va a dar, pero nunca llega, y vio al chico delante suya, señalando una dirección. Señalaba justo debajo de ella. Ella miró y vio el cuerpo de la chica, totalmente reventado. Se había caído encima de la muchacha y esta estaba visiblemente muerta.
Gretta se levantó de un salto, mirando al chico y a su expareja. "Joder, macho, anda que les costaba mucho esquivarme, ¿a quien se lo ocurre quedarse quieto cuando viene un tren a arrollarte?… Mira, te jodes por poco avispada; si no hubiese sido yo, hubiese sido otro; por lo menos ha sido rápido." —Tú, ¡piasta ya!. Le exigió al chico. Pero este no pudo con la situación y se desmayó.
"Menudo lelo... Me va a tocar robarte yo; anda y anda, la gente pilla unas excusas con tal de no afrontar situaciones difíciles, que de verdad… ¡Qué sociedad de blandos se está quedando!" Recapacitaba Gretta mientras levantaba el cuerpo del chico con un brazo y le rebuscaba los bolsillos. Encontró algunos berries y dos tickets. Ella no sabía leer, pero la imagen era de un oasis. "Mmm, pinta chulo, a ver si encuentro a alguien que me diga que es esto".
Tras coger lo que llevaban y la comida de la cesta, metió los dos cuerpos en el agujero que había hecho anteriormente y los enterró, uno de ellos, vivo. "Si mereces vivir, saldrás de ahí tú solo, si no, la madre naturaleza ha decidido". Acto seguido se fue de la escena, buscando a alguien que le dijese que eran esos tickets.