Yoshi
Yoshi
30-10-2024, 01:55 AM
5 Verano 723
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Por fin se había ido la Primavera, adiós a ese exceso de polen en el aire que activaba su alergia y le impedía trabajar. Su deuda parecía haberse aumentado por culpa de aquella pésima temporada pero al menos había logrado vender algunos cuchillos por lo que estaba comenzando el verano con buen pie.
La cosa era que le hacía falta carne en su congelador, su enfermedad en primavera le obligó a comerse sus reservas y si quería continuar teniendo un gran físico debía encontrar una buena fuente de calorías con la cual trabajar, tomó la vieja hacha de su padre y se fué de casa a buscar un buen ciervo.
Yoshiro era un joven que quería ser un gran hombre y un gran hombre debía hacer muchas tareas solo, desde ir de caza al bosque, pescar en el mar, cortar madera, ser fuerte en todo el sentido de la palabra y por eso había entrenado su cuerpo por años. El joven Hafugyo había logrado buenos resultados aunque aún no llegaba a tener el físico que alguna vez tuvo su padre, pero orgulloso por los resultados que ya poseía llevaba consigo una chaqueta abierta y sin mangas para dejar expuesto su musculatura, su bufanda roja con rayas negras de siempre ocultaba sus branquias y para mantener su apariencia de leñador llevaba pantalón de jean y unas botas largas de color negro (aunque sabia que unas marrones se verían mejor).
El joven poseía un excelente olfato por lo cuál apenas llegó al territorio de los ciervos empezó a olfatear los senderos en búsqueda de un rastro fresco, con algo de suerte podría hallar heces frescas o algo de sangre de un animal herido. Debía tener cuidado con las trampas, algunos locales más astutos prefieren usar métodos más sencillos de caza que la forma tradicional de Yoshiro.
Bingo-un poco de sangre, y resto de placenta. Alguna hembra dió a luz y no deberían estar tan lejos con un recién nacido, es cruel, pero tal vez este dato le daba a Yoshiro mas ventaja de lo que hubiera esperado.
La cosa era que le hacía falta carne en su congelador, su enfermedad en primavera le obligó a comerse sus reservas y si quería continuar teniendo un gran físico debía encontrar una buena fuente de calorías con la cual trabajar, tomó la vieja hacha de su padre y se fué de casa a buscar un buen ciervo.
Yoshiro era un joven que quería ser un gran hombre y un gran hombre debía hacer muchas tareas solo, desde ir de caza al bosque, pescar en el mar, cortar madera, ser fuerte en todo el sentido de la palabra y por eso había entrenado su cuerpo por años. El joven Hafugyo había logrado buenos resultados aunque aún no llegaba a tener el físico que alguna vez tuvo su padre, pero orgulloso por los resultados que ya poseía llevaba consigo una chaqueta abierta y sin mangas para dejar expuesto su musculatura, su bufanda roja con rayas negras de siempre ocultaba sus branquias y para mantener su apariencia de leñador llevaba pantalón de jean y unas botas largas de color negro (aunque sabia que unas marrones se verían mejor).
El joven poseía un excelente olfato por lo cuál apenas llegó al territorio de los ciervos empezó a olfatear los senderos en búsqueda de un rastro fresco, con algo de suerte podría hallar heces frescas o algo de sangre de un animal herido. Debía tener cuidado con las trampas, algunos locales más astutos prefieren usar métodos más sencillos de caza que la forma tradicional de Yoshiro.
Bingo-un poco de sangre, y resto de placenta. Alguna hembra dió a luz y no deberían estar tan lejos con un recién nacido, es cruel, pero tal vez este dato le daba a Yoshiro mas ventaja de lo que hubiera esperado.