Balagus
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30-10-2024, 03:43 AM
(Última modificación: 30-10-2024, 03:46 AM por Balagus.
Razón: Correción de los codes finales en las matemáticas.
)
El tacto de un líquido inconfundible salpicó la cara de Balagus, ensanchando su sonrisa y acelerándole el pulso al comprobar que, efectivamente, había sido su hacha la causante del feo corte en la aún más fea cara de la criatura. Sólo habían llegado hasta él las salpicaduras más lejanas, pero eso le valía y le sobraba. “Si sangra, puede morir.”
Aunque fue imposible no darse cuenta de que aquel ataque brutal no habría sido tan efectivo de no ser por la brutal tanda de golpes que el Terror había recibido justo antes de Octojin y Ray. El primero había logrado exceder sus ya altas expectativas en él, pero el peliblanco fue un bofetón de realidad para el oni, que lo había subestimado ampliamente. Sentía que cualquiera de ellos dos podría derrotarle fácilmente si hubiera luchado con ellos en la taberna, pero aquello no le disuadió de ansiar un enfrentamiento en el futuro con cualquiera de los dos, de batirse contra los mejores y más fuertes en combate honorable. Se sentía halagado, más de lo que se había sentido desde hace mucho, de poder cazar a tan magnífica bestia con tan admirable compañía.
Después de aquella brutal ofensiva pasaron tres cosas: la primera fue un rugido de evidente frustración y rabia, nacido de las entrañas de la bestia; la segunda fue un cambio drástico en su aspecto, pues había perdido su azulada armadura y había perdido en tamaño y potencia con ello, pero parecía haber ganado en velocidad y fiereza; y la tercera, tal vez producida por la sangre del leviatán abandonando su cuerpo, o tal vez por alguno de los otros dos eventos, fue que el frío se retiró súbitamente de la caverna, volviendo a dar paso a una temperatura mucho más agradable.
El oni no se amedrentó ante los cambios en su enemigo, y trató de avanzar hacia él, en la medida en la que su agarrotado pie se lo permitía, para no dejarle poner distancia entre ambos y seguir acosándole con un nuevo ataque. Pronto se sentiría acorralada, si es que no escapaba por debajo del agua, y entonces comenzaría el baile más peligroso.
En un abrir y cerrar de ojos, Balagus vio a la bestia lanzar sendos contraataques contra sus aliados, y trató de presionar más a su maltrecha pierna para darle el impulso que le faltaba. ¡Ahora no podría atacarle, centrada como estaba en Octojin y Ray! ¡Era su maldito momento para presionar en la herida!
O eso fue lo que creyó, pues no esperó que fuera a recibir un torrente de aliento frío y asqueroso, cargado de la peste de miles de peces descompuestos, de la sal marina más concentrada que pudiera hallarse jamás, y del frío congelado de las profundidades marinas. De haberse tratado de un ataque convencional, el guerrero habría permanecido firme y habría aguantado el golpe, o lo habría intentado devolver, aunque fuera. Pero, ¿cómo devolvías un eructo tan potente y brutal que se hacía pasar por un rugido de furia?
El oni tuvo problemas para continuar, deteniéndose momentáneamente en su camino, preso de las arcadas y de una feroz quemazón en los ojos que emborronaban su visión por momentos.
- ¡GRASHNEG! - Maldijo en la lengua de sus ancestros, esta vez tan alto como pudo. Se sentía arder la nariz, la boca, el pecho y los ojos. Había sido un puñetero golpe bajo, muy bajo, pero, ¿qué podía esperarse de una vil bestia marina?
La voz de Octojin, que seguía en pie y muy activo, le instó a permanecer firme y no flaquear, a no ceder terreno ni fuerzas a aquella monstruosidad. Y tenía razón. Habiendo transformado su sonrisa en un gesto de rabia infernal, y recuperando el relampagueo ambarino de sus ojos, volvió a encarar al leviatán y cargó contra él, ignorando el dolor del pie y el terrible mareo que le aquejaba como buenamente pudo. Con tal propósito, volvió a cargar su Haki no sólo sobre su hacha, sino también sobre el pie lastimado, convencido de que así ganaría más rapidez y efecto en su carrera.
Con un nuevo bramido de guerrero, alzó su hacha desde el suelo, tratando de apuntar a la cabeza de la criatura, o al punto más próximo de su cuerpo, y la hizo bajar tras llegar a su punto más alto, trazando un letal vaivén de dos golpes con ella, a pesar de que era muy probable que la criatura lograra bloquear el segundo.
Aunque fue imposible no darse cuenta de que aquel ataque brutal no habría sido tan efectivo de no ser por la brutal tanda de golpes que el Terror había recibido justo antes de Octojin y Ray. El primero había logrado exceder sus ya altas expectativas en él, pero el peliblanco fue un bofetón de realidad para el oni, que lo había subestimado ampliamente. Sentía que cualquiera de ellos dos podría derrotarle fácilmente si hubiera luchado con ellos en la taberna, pero aquello no le disuadió de ansiar un enfrentamiento en el futuro con cualquiera de los dos, de batirse contra los mejores y más fuertes en combate honorable. Se sentía halagado, más de lo que se había sentido desde hace mucho, de poder cazar a tan magnífica bestia con tan admirable compañía.
Después de aquella brutal ofensiva pasaron tres cosas: la primera fue un rugido de evidente frustración y rabia, nacido de las entrañas de la bestia; la segunda fue un cambio drástico en su aspecto, pues había perdido su azulada armadura y había perdido en tamaño y potencia con ello, pero parecía haber ganado en velocidad y fiereza; y la tercera, tal vez producida por la sangre del leviatán abandonando su cuerpo, o tal vez por alguno de los otros dos eventos, fue que el frío se retiró súbitamente de la caverna, volviendo a dar paso a una temperatura mucho más agradable.
El oni no se amedrentó ante los cambios en su enemigo, y trató de avanzar hacia él, en la medida en la que su agarrotado pie se lo permitía, para no dejarle poner distancia entre ambos y seguir acosándole con un nuevo ataque. Pronto se sentiría acorralada, si es que no escapaba por debajo del agua, y entonces comenzaría el baile más peligroso.
En un abrir y cerrar de ojos, Balagus vio a la bestia lanzar sendos contraataques contra sus aliados, y trató de presionar más a su maltrecha pierna para darle el impulso que le faltaba. ¡Ahora no podría atacarle, centrada como estaba en Octojin y Ray! ¡Era su maldito momento para presionar en la herida!
O eso fue lo que creyó, pues no esperó que fuera a recibir un torrente de aliento frío y asqueroso, cargado de la peste de miles de peces descompuestos, de la sal marina más concentrada que pudiera hallarse jamás, y del frío congelado de las profundidades marinas. De haberse tratado de un ataque convencional, el guerrero habría permanecido firme y habría aguantado el golpe, o lo habría intentado devolver, aunque fuera. Pero, ¿cómo devolvías un eructo tan potente y brutal que se hacía pasar por un rugido de furia?
El oni tuvo problemas para continuar, deteniéndose momentáneamente en su camino, preso de las arcadas y de una feroz quemazón en los ojos que emborronaban su visión por momentos.
- ¡GRASHNEG! - Maldijo en la lengua de sus ancestros, esta vez tan alto como pudo. Se sentía arder la nariz, la boca, el pecho y los ojos. Había sido un puñetero golpe bajo, muy bajo, pero, ¿qué podía esperarse de una vil bestia marina?
La voz de Octojin, que seguía en pie y muy activo, le instó a permanecer firme y no flaquear, a no ceder terreno ni fuerzas a aquella monstruosidad. Y tenía razón. Habiendo transformado su sonrisa en un gesto de rabia infernal, y recuperando el relampagueo ambarino de sus ojos, volvió a encarar al leviatán y cargó contra él, ignorando el dolor del pie y el terrible mareo que le aquejaba como buenamente pudo. Con tal propósito, volvió a cargar su Haki no sólo sobre su hacha, sino también sobre el pie lastimado, convencido de que así ganaría más rapidez y efecto en su carrera.
BUSO401
BUSOSHOKU
Haki básico
Tier 4
No Aprendida
8
2
Permite al usuario recubrir hasta dos extremidades o dos armas con haki, tornándose estas de un color oscuro y brillante como el metal, siendo capaz de golpear los cuerpos de todo tipo de Akumas. Obteniendo un bono de +15 en los daños que aplique el Haki y +5 [Resistencia] ante daños y efectos. (En caso de querer recubrir solo pequeñas zonas del cuerpo, inferiores a la mitad del recubrimiento máximo, el coste bajará a la mitad)
+15 en los daños físicos con Haki imbuido y +5 [Resistencia] ante daños y efectos en el área.
Con un nuevo bramido de guerrero, alzó su hacha desde el suelo, tratando de apuntar a la cabeza de la criatura, o al punto más próximo de su cuerpo, y la hizo bajar tras llegar a su punto más alto, trazando un letal vaivén de dos golpes con ella, a pesar de que era muy probable que la criatura lograra bloquear el segundo.
BER301
BERSERKER
Ofensiva Activa
Tier 3
No Aprendida
36
2
Esta técnica se puede ejecutar tanto con un movimiento ascendente como con uno descendente del usuario con un arma en la mano. Buscando trazar un primer golpe certero que causara una [Hemorragia Leve]. Y sentenciando con un inmediato cambio de trayectoria por el mismo camino que recorrió el primer tajo, pero a la inversa buscando causar una herida fatal, en caso de conectar ambos golpes, el efecto será la [Hemorragia Media]. Siendo el segundo golpe un Golpe Básico adicional al limite de básicos por turno.
Golpe Basico + [FUEx2,5] de [Daño cortante]