Acero con acero, voluntad contra voluntad. La colisión inicial de los cuatro filos presentes en el campo de batalla fue gloriosa, resultando en una comparación de fuerza y espadas que no dudaron en rechinar como contestación a la fricción que anteponía cada una. En un principio, la veloz acometida del Lunarian -su Oni Giri- inauguró el combate con un dash frontal que se vio respondido sin falta por el gigantesco espadón de la Oni. Algo que, aunque al inicio consiguió defenderse adecuadamente, se vio superado por la diferencia numérica de armas y una de sus armas consiguió herirla superficialmente junto a la armadura, que mitigaría la mayor parte del daño resultante.
No acabó ahí, pero la Oni tampoco. En respuesta a los dos cortes posteriores que Alistair intentó encajar en el cuerpo de la Oni, la chica fue rápida en sus pensamientos y respondió con un golpe poderoso que aprovechó todo el peso de su espadón para repeler los ataques mas rudimentarios del emplumado, que si bien no cargó consigo suficiente fuerza como para romper su piel y dejar detrás de sí misma una herida capaz de mostrarse problemática para el revolucionario, el choque retumbante del acero contra su torso si consiguió aplicarle suficiente presión para que lo sintiera. Para que doliera. Algo que expresó en una mueca que exhibía sus dientes, pero que en medio de todo conseguía mantenerse como una sonrisa desafiante. La estaba pasando bien, era una descarga de adrenalina muy necesaria para él.
Persistente, ahora el turno de la ofensiva había pasado a posesión de la chica. Su ataque iniciaría con un corte ascendente peligrosamente cercano, el cual pronto encontraría respuesta por parte del Lunarian; sujetando con firmeza sus dos espadas, golpearía el generosamente grande costado del arma contraria con sus propios filos, empujando así el arma y desviando su trayectoria para que el espadón solo pudiera encontrar aire y poco más a su paso. Estaba a salvo, de momento.
Una realidad que no tardó en cambiar, pues lo que siguió resultó ser mucho mas poderoso que cualquiera de las técnicas anteriores. Un golpe descendente que reunió la fuerza de la Oni, la gravedad que tiraba del espadón hacia abajo y la posición desventajosa de haber dedicado su atención al primer ataque usado como cebo. Su única opción fue utilizar el lado romo de la única de sus katanas libres en ese momento, la que sujetaba con fuerza entre sus dientes y utilizaba la fuerza de su cuello para rechazarla.
Era mejor que nada, pero como podría haber previsto, no hubo éxito alguno en detener aquel poderoso primer corte. La katana en su boca pronto cedió ante la presión del espadón y obligaría al espadachín a soltarla, mientras que el espadón conectaría de lleno en el pecho del Lunarian, atravesando tela y piel para llegar hasta el músculo, dejando una herida por la cual no tardaría en empezar a sangrar. La katana que había sido arrancada de su boca, por otro lado, caería al suelo inerte sin llegar a clavarse en la arena, quedando recostada sobre ésta en su lugar. Peores noticias se aproximaban: Nuevamente, la ofensiva no acababa ahí. La gigantesca arma intentó dar vuelta y reiniciar su trayectoria en dirección opuesta, intentando propinar un segundo corte que agravaría todavía más la herida ya existente además de provocar todavía mas daño.
Un acto que se aseguraría de contestar con toda su fuerza.
Para cuando el espadón intentara ascender, los brazos del Lunarian se posicionarían de tal manera que quedarían a un costado y por encima de su cabeza, con los filos mirando hacia abajo, interpuestos entre el cuerpo del chico y el arma que amenazaba con conectar con él nuevamente. No se detendría allí, pues aquello era una ofensiva contra una ofensiva. Con un poderoso movimiento circular desde su posición, las katanas buscarían repeler con fuerza el espadón en dirección contraria y, con el arma alejada del centro de Sowon, una poderosa ráfaga de aire a presión conectaría a quemarropa con la chica, disparando la fuerza restante del corte contra su pecho.
Lo siguiente que hizo sin dudarlo un segundo más fue hacer distancia con la chica, pateando la katana que había caído al suelo hacia atrás a unos 8 metros -y levantando un poco de arena sin querer-, distancia la cual que él mismo retrocedería con un salto acompañado del aleteo de sus alas.
Su mano pasó por la herida aún sangrando que ahora descansaba en su pecho, observándola después para revisar el líquido rojo que brotaba de esta. La fuerza de la Oni estaba a otro nivel, uno en el cual no podía competir ahora mismo. Sin embargo, dentro de él solo pudo generarse una carcajada que no tardó en exteriorizarse, justo después de las palabras de Sowon. — ¡Eres increíble! Sin importar lo mucho que intenté, no hubo manera de hacer retroceder tu arma. ¡Admito que son los mejores golpes que he tenido el gusto de recibir de cara! Menos el escozor, por supuesto. Me encantaría continuar haciendo esto. — Bromeó un poco, intentando restarle importancia al daño aunque fuese grave. Estaba de más remarcar la fuerza que tenía, tratándose de una raza que era temible en escenarios bélicos por esa misma razón.
Pero, en un cambio repentino de guion, suspiró y añadió algo mas. — Me encantaría... Pero no creo que sea un oponente indicado para ti ahora mismo. Así como estoy ahora, es solo cuestión de un par de ataques para que me derribes completamente. — Admitió, rascándose la mejilla, un poco apenado con una risa suave a juego. La ofensiva de la Oni podía no ser tan rápida como la propia, pero era muchísimas veces mas implacable. Sin un método alternativo de ataque a distancia -del cual carecía totalmente-, no tenía manera de plantarle cara más que por un corto rato. — ¡Pero! Eso no significaba que debamos acabar este momento de la forma mas anticlimática posible. Sería descortés de mi parte dejarte colgando con las ganas, así que te propondré un cambio de planes. — Sonrió amplio, desafiante. Era la primera vez que propondría algo así, y le emocionaba la idea.
— Un último choque. Tú. Yo. Tan fuerte como puedas. — Su pie se colocó bajo la katana en el suelo, levantándola con una pequeña patada ascendente que llevó la espada hasta el alcance de su mano. Pero en vez de colocarla nuevamente en sus labios, la enfundó. Si la velocidad era su fuerte, entonces se recostaría sobre eso. Le daría una verdadera muestra de cuán rápidamente podía conectar un golpe como un regalo de despedida. ¿Qué mejor manera de entablar amistades que esa?
Sujetó con fuerza sus katanas y empezó a correr hacia la Oni, cerrando nuevamente la distancia. Y cuando estuviese a tan solo un par de metros, reuniría fuerza en las piernas para saltar en dirección de ellas, añadiéndose velocidad con un único aleteo de sus alas para abalanzarse sobre la mujer de cuatro metros. Sería un corte descendente que apuntaría al abdomen de la mujer, un último esfuerzo por dejar una herida con la que ella pudiera recordarle por unos cuantos días. Solo que había un truco: El golpe inició desde el centro, y con un forzoso giro en sus muñecas, cambiaría bruscamente de trayectoria para entrar en diagonal por un costado, reteniendo su naturaleza descendente pero alterando su dirección de tal manera que entorpecería la respuesta de la contraria.
Si el golpe conseguía conectar, fuese porque entrara de lleno o porque consiguiera superar la defensa erguida, la técnica no solo contemplaría el corte que provocaría el filo sino una quemadura producto de la fricción, una técnica con la que resonaba especialmente por su naturaleza ígnea. Su mas poderosa hasta el momento.
No acabó ahí, pero la Oni tampoco. En respuesta a los dos cortes posteriores que Alistair intentó encajar en el cuerpo de la Oni, la chica fue rápida en sus pensamientos y respondió con un golpe poderoso que aprovechó todo el peso de su espadón para repeler los ataques mas rudimentarios del emplumado, que si bien no cargó consigo suficiente fuerza como para romper su piel y dejar detrás de sí misma una herida capaz de mostrarse problemática para el revolucionario, el choque retumbante del acero contra su torso si consiguió aplicarle suficiente presión para que lo sintiera. Para que doliera. Algo que expresó en una mueca que exhibía sus dientes, pero que en medio de todo conseguía mantenerse como una sonrisa desafiante. La estaba pasando bien, era una descarga de adrenalina muy necesaria para él.
Persistente, ahora el turno de la ofensiva había pasado a posesión de la chica. Su ataque iniciaría con un corte ascendente peligrosamente cercano, el cual pronto encontraría respuesta por parte del Lunarian; sujetando con firmeza sus dos espadas, golpearía el generosamente grande costado del arma contraria con sus propios filos, empujando así el arma y desviando su trayectoria para que el espadón solo pudiera encontrar aire y poco más a su paso. Estaba a salvo, de momento.
Una realidad que no tardó en cambiar, pues lo que siguió resultó ser mucho mas poderoso que cualquiera de las técnicas anteriores. Un golpe descendente que reunió la fuerza de la Oni, la gravedad que tiraba del espadón hacia abajo y la posición desventajosa de haber dedicado su atención al primer ataque usado como cebo. Su única opción fue utilizar el lado romo de la única de sus katanas libres en ese momento, la que sujetaba con fuerza entre sus dientes y utilizaba la fuerza de su cuello para rechazarla.
con102
CONTUNDENTE
Defensiva Activa
Tier 1
No Aprendida
20
1
Aprovechando la densidad y volumen de un arma contundente el usuario adquiere una postura defensiva en la que buscará encajar una ofensiva rival con la parte más maciza de su arma, amortiguando los daños. Obteniendo si logra Mitigar la totalidad de la ofensiva un incremento de +6 de [Fuerza] en su proxima ofensiva.
Defensa Pasiva + [FUEx1,9] de Daño Mitigado
Era mejor que nada, pero como podría haber previsto, no hubo éxito alguno en detener aquel poderoso primer corte. La katana en su boca pronto cedió ante la presión del espadón y obligaría al espadachín a soltarla, mientras que el espadón conectaría de lleno en el pecho del Lunarian, atravesando tela y piel para llegar hasta el músculo, dejando una herida por la cual no tardaría en empezar a sangrar. La katana que había sido arrancada de su boca, por otro lado, caería al suelo inerte sin llegar a clavarse en la arena, quedando recostada sobre ésta en su lugar. Peores noticias se aproximaban: Nuevamente, la ofensiva no acababa ahí. La gigantesca arma intentó dar vuelta y reiniciar su trayectoria en dirección opuesta, intentando propinar un segundo corte que agravaría todavía más la herida ya existente además de provocar todavía mas daño.
Un acto que se aseguraría de contestar con toda su fuerza.
Para cuando el espadón intentara ascender, los brazos del Lunarian se posicionarían de tal manera que quedarían a un costado y por encima de su cabeza, con los filos mirando hacia abajo, interpuestos entre el cuerpo del chico y el arma que amenazaba con conectar con él nuevamente. No se detendría allí, pues aquello era una ofensiva contra una ofensiva. Con un poderoso movimiento circular desde su posición, las katanas buscarían repeler con fuerza el espadón en dirección contraria y, con el arma alejada del centro de Sowon, una poderosa ráfaga de aire a presión conectaría a quemarropa con la chica, disparando la fuerza restante del corte contra su pecho.
san401
SANTORYU
Ofensiva Activa
Tier 4
No Aprendida
48
2
Empuñando con fuerza sus tres espadas, el usuario trazara un poderoso golpe circular con todas ellas liberando una rafaga de aire a presión ondulante que avanzara dando tirabuzones hasta un alcance de 20 metros, golpeando a todos los objetivos en el camino. Ittōryū: El tamaño del tajo será de unos 40 cm. Viajará a +5 [Tasa de Acierto]. Nitōryū: El tamaño del tajo será de unos 80cm. Contará con 5 metros más de alcance, causará una [Hemorragia leve] y su multiplicador aumentara [+0,2], Santōryū: El tamaño del tajo será de 160cm. Contará con 10 metros más de alcance y su multiplicador aumentara [+0,4],
Golpe Básico + [FUEx2,6] de [Daño cortante]
Lo siguiente que hizo sin dudarlo un segundo más fue hacer distancia con la chica, pateando la katana que había caído al suelo hacia atrás a unos 8 metros -y levantando un poco de arena sin querer-, distancia la cual que él mismo retrocedería con un salto acompañado del aleteo de sus alas.
Su mano pasó por la herida aún sangrando que ahora descansaba en su pecho, observándola después para revisar el líquido rojo que brotaba de esta. La fuerza de la Oni estaba a otro nivel, uno en el cual no podía competir ahora mismo. Sin embargo, dentro de él solo pudo generarse una carcajada que no tardó en exteriorizarse, justo después de las palabras de Sowon. — ¡Eres increíble! Sin importar lo mucho que intenté, no hubo manera de hacer retroceder tu arma. ¡Admito que son los mejores golpes que he tenido el gusto de recibir de cara! Menos el escozor, por supuesto. Me encantaría continuar haciendo esto. — Bromeó un poco, intentando restarle importancia al daño aunque fuese grave. Estaba de más remarcar la fuerza que tenía, tratándose de una raza que era temible en escenarios bélicos por esa misma razón.
Pero, en un cambio repentino de guion, suspiró y añadió algo mas. — Me encantaría... Pero no creo que sea un oponente indicado para ti ahora mismo. Así como estoy ahora, es solo cuestión de un par de ataques para que me derribes completamente. — Admitió, rascándose la mejilla, un poco apenado con una risa suave a juego. La ofensiva de la Oni podía no ser tan rápida como la propia, pero era muchísimas veces mas implacable. Sin un método alternativo de ataque a distancia -del cual carecía totalmente-, no tenía manera de plantarle cara más que por un corto rato. — ¡Pero! Eso no significaba que debamos acabar este momento de la forma mas anticlimática posible. Sería descortés de mi parte dejarte colgando con las ganas, así que te propondré un cambio de planes. — Sonrió amplio, desafiante. Era la primera vez que propondría algo así, y le emocionaba la idea.
— Un último choque. Tú. Yo. Tan fuerte como puedas. — Su pie se colocó bajo la katana en el suelo, levantándola con una pequeña patada ascendente que llevó la espada hasta el alcance de su mano. Pero en vez de colocarla nuevamente en sus labios, la enfundó. Si la velocidad era su fuerte, entonces se recostaría sobre eso. Le daría una verdadera muestra de cuán rápidamente podía conectar un golpe como un regalo de despedida. ¿Qué mejor manera de entablar amistades que esa?
Sujetó con fuerza sus katanas y empezó a correr hacia la Oni, cerrando nuevamente la distancia. Y cuando estuviese a tan solo un par de metros, reuniría fuerza en las piernas para saltar en dirección de ellas, añadiéndose velocidad con un único aleteo de sus alas para abalanzarse sobre la mujer de cuatro metros. Sería un corte descendente que apuntaría al abdomen de la mujer, un último esfuerzo por dejar una herida con la que ella pudiera recordarle por unos cuantos días. Solo que había un truco: El golpe inició desde el centro, y con un forzoso giro en sus muñecas, cambiaría bruscamente de trayectoria para entrar en diagonal por un costado, reteniendo su naturaleza descendente pero alterando su dirección de tal manera que entorpecería la respuesta de la contraria.
Si el golpe conseguía conectar, fuese porque entrara de lleno o porque consiguiera superar la defensa erguida, la técnica no solo contemplaría el corte que provocaría el filo sino una quemadura producto de la fricción, una técnica con la que resonaba especialmente por su naturaleza ígnea. Su mas poderosa hasta el momento.
san402
SANTORYU
Ofensiva Activa
Tier 4
No Aprendida
50
2
El usuario da un salto hacia su objetivo torciendo su espada por encima de su cabeza buscando descender sobre un enemigo para caer sobre él liberando un tajo increiblemente rapido en mientras genera una fricción abrasadora del filo con el aire con el fin de causar una [Quemadura leve] en la zona del corte. Ittōryū: Si se realiza esta técnica con una sola espada empuñando con ambas manos la quemadura pasará a ser [Quemadura media] .
Golpe Básico + [FUEx2,6] de [Daño cortante]
ase401
ASESINO
Utilidad Activa
Tier 4
No Aprendida
52
2
Aprovechando su increíble destreza con las armas el usuario hará unos juegos rapidos de manos haciendo danzar con velocidad su arma al mismo tiempo que busca realizar una ofensiva, ya sea un básico o una tecnica. Contando dicha ofensiva con un aumento en su daño y siendo más dificil para el oponente reaccionar a esta, sufrindo una reducción en sus [Reflejos].
-10 [Reflejos] y +20 de [Daño]